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jueves, 30 de agosto de 2012


OPINIÓN PÚBLICA
Por: Gonzalo Egremy
LA VERDAD DE HIDROELECTRICAS
         *Mariachis en oficina del Tribunal.
.-Más que información, el anuncio de empresas sobre la construcción aquí de plantas generadoras de energía eléctrica, despertaron serias suspicacias.
         Al entrevistar a diversas fuentes oficiales y profesionales, así como a habitantes de la zona proyectada para las hidroeléctricas, flotaron las verdades.
         Las empresas Asergen y Comexhidro, dieron a conocer en esta ciudad hace unos días sus proyectos “Hidroeléctrico Chespal y El Cuilco”.
         El primero se ubicará por las comunidades indígenas de Chespal Viejo y Chespal Nuevo (volcán y reserva ecológica Tacaná), en aguas del río Coatán, limítrofe, en la parte alta, de los municipios de Tapachula y Cacahoatán.
         La segunda la tienen contemplada para edificarla, usando las aguas del río Cuilco, en los límites de Tapachula y el municipio de Huehuetán.
         Las mencionadas empresas dieron a conocer, la millonaria inversión que harán y los cientos de empleos directos e indirectos que crearán.
         Así como su compromiso de respetar al medio ambiente; y el “buen precio” de pago por las tierras que utilizarán, entre otras lindezas proyectadas.
         Se cuidaron muy bien de no transparentar quiénes son como personas morales; a qué empresas transnacionales se encuentran ligadas.
         De dónde y de quién es el capital que piensan invertir; cómo obtuvieron los permisos (unos del gobernador, Juan Sabines y otros del ayuntamiento municipal 2008-2010 que presidió, Ezequiel Orduña) y cuánto pagaron.
         Menos revelaron cuánto energía hidroeléctrica tienen proyectada utilizar para su autoabastecimiento y para qué actividad; así como si el excedente lo venderán a la Comisión Federal de Electricidad.
         Lo anterior porque por Ley, ningún particular (persona física o moral) puede comercializar energía eléctrica a otros, sino solo la CFE, aun cuando el 30 por ciento de la generación de “luz” en México, está en manos de empresas extranjeras que se la venden a la paraestatal y esta a su vez a los usuarios.
         Y según fuentes allegadas a la CFE, hasta el día de ayer nada sabían de la venta de energía que, Asergen y Comexhidro, dicen que harán al empezar a operar las dos hidroeléctricas citadas.
         También habitantes de la zona indígena de Chespal (Viejo y Nuevo) hicieron saltar otras verdades de mucho peso en contra de los proyectos.
         “La construcción de una hidroeléctrica en nuestra región, no es la panacea para salir de la extrema pobreza y de la marginación en que nos encontramos las comunidades indígenas.
Al contrario, de seguro, vendrá provocar divisionismo entre hermanos y a impactar negativamente nuestro entorno ambiental”, diría Juan Gómez López, habitante de Chespal.
Idolina Gómez Hernández, con estudios en sociología, respalda lo dicho por su papá, Juan Gómez López, y agrega contundente: las empresas Asergen y Comexhidro, no hablan ni han actuado con honestidad.
“Esas compañías engañaron a nuestros hermanos indígenas de la Sierra de Zongolica (en el centro del estado de Veracruz) en la construcción también de presas hidroeléctricas”.
Y efectivamente, en sitios digitales de medios de comunicación, se lee que las empresas: Electricidad del Golfo, de S.L. de S.A.; Asergen S.C. y Comexhidro S.A. de C.V. financiadas por la empresa estadounidense Conduit Capital Partners LLC, están ligadas entre sí en el proyecto hidroeléctrico en la Sierra de Zongolica, Veracruz.
Inclusive las compañías que proyectan las hidroeléctricas en la zona alta de Tapachula-Cacahoatán-Huehuetán, están ligadas en negocios en América Latina con la polémica empresa brasileña, Odebrecht.
La construcción de hidroeléctricas en Veracruz, indica la información, “no es considerado fiable; las empresas engañan a los pobladores con estudios de que no impactarán el medio ambiente, cuando la verdad es que el proyecto desviaría el río; habrá inundación de muchísimas hectáreas.
Así como desforestación; la división de las comunidades por el pago mínimo de las empresas por metro cuadrado (7 pesos) de terrenos comunes; y existe el riesgo de que posteriormente esas compañías privaticen el agua.
Lo anterior es parte de las serias denuncias en contra de las empresas Asergen y Comexhidro (así como de Electricidad del Golfo) que ya están aquí en Tapachula para iniciar, y sin consultar a las comunidades indígenas, sobre el proyecto neoliberal de producir energía al costo que sea.
Existe una tercera empresa, Hidrochiapas, que anunció la construcción de otra hidroeléctrica en las aguas del río Cuilco, misma que también tiene su historia, y que al igual que las dos primeras, develaremos en las próximas entregas aquí, para que nuestra región deje de ser considerada como tierra de conquista, ¿no cree usted?.
BISBISEO
El lunes, la segunda planta del Tribunal Superior de Justicia del Estado, aquí en Tapachula, se asemejó al tradicional Tenampa, de allá de Plaza Garibaldi, en la ciudad de México, por los grupos de mariachis que desfilaron en esa oficina. ¿Festejaron la caída del presidente del TSJE, Juan Gabriel Coutiño? ¿O la modificación de alguna resolución? ¿O el cumpleaños de algún magistrado?. Investigaremos///Salud

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