PESADUMBRE
Por:
Armando Rojas Arévalo
Estimado HERNÁN VELASCO: Este viaje a
Chiapas ha resultado traumático y doloroso. Primero voy a los agradecimientos.
En llegando pesqué –tú me atendiste con
calor de amigo y luego el doctor JULIO CISNEROS, de Arriaga, gran amigo, me
llevó a su clínica y me proveyó de un “tambache” de medicinas- una infección de
la cual, tres días después traigo secuelas molestas. No quiero culpar a
Chiapas, porque con toda seguridad ya traía la amibiasis y la salmonela.
Tampoco, y quiero con ello ser enfático,
fue por los tragos con OSCAR PALACIOS, GERARDO PENSAMIENTO y la “Piry” en Tarumba,
el hotel que mi amigo escritor y compositor –OSCAR- tiene en San Cristóbal en
medio del bosque rumbo a la salida a Tenejapa, por los rumbos del Arcotete. El
tequila emborrachó a las amibas y éstas salieron “crudas” a buscar aire.
AMET SAMAYOA, editor del periódico
“Ultimátum”, fue espléndido en su invitación a Chiapas. Le agradezco. Mi amigo
sabe que no soy dado a ocasionar molestias, y no lo vuelvo a hacer.
El jueves muy temprano, mientras
descansaba de una noche tormentosa por la infección, me habló NEFTALI
CASTILLEJOS, rector de la Universidad del Pacífico, coterráneo y amigo, para
decirme “Armando, disculpa. El Tigre acaba de morir”. ¡Puta madre!, exclamé impactado
por la falaz noticia.
Después, desde Cuernavaca, me habló para
darme la misma noticia mi querido amigo BETO ABE CAMIL, quien, por cierto, con
otros amigos tomó el primer vuelo y se dejó venir.
Prácticamente ya esperaba la muerte de
El Tigre. Es más, ROSS puede dar testimonio de que mi viaje fue exclusivamente
para despedir al amigo. El viernes pasado, en cuanto llegué a Tuxtla Gutiérrez por
la vía aérea, fui a ver al enfermo a su departamento en una de las Torres que
construyó RÓMULO FARRERA, y vi que ya nada podía hacerse. Desde hace muchos
días, El Tigre estuvo en su cama, desde que le extirparon el páncreas y una
parte del hígado en Médica Sur, rodeado del amor de sus hijos LUZ MARIA, ELSA,
JUAN ESTEBAN y ESPERANZA y su compañera AMANDA.
Esta tarde fue sepultado en el panteón
del pueblo, en medio de una impresionante multitud de dolientes –amigos y
familiares- que fue a acompañarlo a su eterna morada. Con El Tigre se fue una
etapa de mi vida, cuando barda de por medio su padre, DON CHILO, su padre, me
bajaba a cinturonazos de su árbol de almendras. Quedan los recuerdos.
El Tigre heredó los ranchos que “Don
Chilo” le dejó, y los multiplicó. Abandonó la carrera de Economía en la UNAM
para hacerse cargo de las propiedades y en Arriaga vivió…y murió. Con su
inseparable sombrero texano recorrió el mundo y disfrutó la vida como quiso. No
se olvidó de compartir lo que tenía entre los jóvenes de la región. Donó un
terreno suficientemente grande en las afueras de Arriaga, para la construcción
de un Campus de la Universidad Autónoma de Chiapas que, entre paréntesis lo
tiene como “benefactor”, y la casa
original de sus padres para una biblioteca.
Fue espléndido en la amistad, pero sobre
todo leal. No traicionó a nadie ni defraudó a nadie. El Tigre fue acompañado
por cientos de amigos en su velorio ayer en su casa y hoy en su viaje hacia el
cementerio, con la música de marimba. “La Martiniana”, de ANDRÉS HENESTROSA,
destroza el corazón. Estrujan las notas de “Naela” (“Nayla”, como la conocen) y
La Zandunga.
Hay quienes pasan por la vida con
insaciable hambre de fortuna y la vida
los hace infelices contando cada noche los pesos que el día les dejó. Mueren
solos y se van solos y como vinieron. No tienen amigos ni perro que les ladre.
No quieren ni saben compartir, por temor a que se les acabe, y no entienden que
la vida es corta y pasajera.
Regreso triste con ganas de no volver en
mucho tiempo. Chiapas tuvo hasta diciembre a un gobernador insaciable,
lamentablemente no irá a la cárcel por ser amigo de LOPEZ OBRADOR, y tiene un
gobernador de rodillas –de agradecimiento- ante AMLO, casi de membrete, que
gasta su día en sembrar arbolitos y coronar reinas.
POR OTRA PARTE, tanto de Tuxtla a San
Cristóbal como de Tuxtla a Arriaga, y viceversa, no vi ni paré en retenes ni
militares ni policíacos, y tampoco vi Guardia Nacional. Los migrantes andan por
las ciudades pidiendo” apoyo” para comer e irse hacia el norte. Deplorable.
P.D.-OSCAR, me estoy percatando que la
p…salmonela y las hdspm amibas afloraron por el problema emocional que me causa
encontrarme en un Chiapas que se niega a sigue siendo aldea. Eso sí, con pretensiones
de gran metrópoli, como capital de franquicias. ¡Hasta de tacos de canasta!
Lo único que le da una vida distinta y
decorosa es su tradición literaria y los amigos.
Con no venir en mucho tiempo…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario