Hoy si te pasaste Manuel. Hoy te
olvidaste que eres padre e hijo y que eres gobernador de Chiapas, un estado que
tuvo la desdicha de elegirte.
No sé qué te pasó. ¿En qué
momento se te subió la soberbia a la cabeza y te olvidaste lo que es ser hombre
en toda la extensión de la palabra?
Hoy las mujeres y niños de
Chiapas, que representan a la sociedad, a los desplazados, a los pobres, los olvidados, los sin sangre, los reprimiste
a través de tus policías y los ahogaste con gas lacrimógeno.
No se vale porque eres hijo y aún
tienes madre. Se te olvidó que este pueblo está deseoso de esperanza y tú ya no
la representas.
Se te olvidó que hombre no es
aquel que va de prisa en aras del poder. Ni es hombre aquel que desde el
mandato popular reprime a los de abajo y se arrastra con los de arriba.
¿Qué te pasó Manuel? Hiciste de
esta vida política tu tumba y la tumba será tu morada.
Te olvidaste del dolor y queda
claro que eres un hombre de poca alegría.
Dijiste muchas veces que los
niños, las mujeres y los ancianos eran tu vida. Ellos, muchos de ellos,
necesitan de la protección y asistencia humanitaria y no de gases lacrimógenos.
Necesitan comida, medicinas,
hospitales, ingresos, seguridad y techo para vivir, pero no bombas, Manuel.
No cabe duda que eres improvisado
de la política y un arribista. Este que dices es tu pueblo, lo reprimes. Su
único delito es pedirte que les pagues, que no seas tranza y te enojas.
No te enojes Manuel y no
encarceles a quienes elevan la voz de la protesta.
Más bien en tu soledad personal
reflexiona qué hiciste por Chiapas y verás que todo lo hiciste mal. Permitiste
el saqueo, te llevaste hasta las lámparas de las calles de pueblos y
villorrios.
Así no, Manuel. Es tiempo que te
vayas de Chiapas y ya no vuelvas.
Le haces daño a este hermoso y
sensible pueblo que sexenio tras sexenio aporta sus pocas gotas de sangre para
que las hordas de políticos lo saqueen.
Espero que cuando veas las fotos
de los niños llorando pidas perdón, aunque sea en tu fuero interno. Ojalá y
nunca tú hijo se avergüence por lo que fue su padre y ojalá con él no se
repita, a futuro, el saqueo porque a lo mejor lo meterás y contaminarás con la
política, esa que te empobreció el alma.
Lo de hoy no tuvo madres, Manuel.
Así no!
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