LLEGA EL
VISITANTE CONSUETUDINARIO A MICHOACÁN Y ESTADO DE MÉXICO: LA MARAVILLA DE LA
MARIPOSA MONARCA
•Hibernan
en México alrededor de 100 millones de insectos
•Hay
11 santuarios en la región limítrofe de Estado de México y Michoacán
La
zona boscosa de pinos y oyameles pertenecientes a la especie de coníferas, en
los límites de los estados de México y Michoacán, se viste de gala con la
llegada de la maravillosa Mariposa Monarca. Cada año ocurre. Llegan volando desde
Canadá, más de 100 millones de insectos para posarse en grandes árboles en
busca de clima benigno, tranquilidad y reposo, propios de un pequeño insecto
que decide reproducirse en una región que reúne estas condiciones, oficialmente
denominada “Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca”.
Los
municipios de Ocampo, Angangueo, Zitácuaro, Senguío, Contepec y Aporo, todos
del estado de Michoacán, y San Felipe del Progreso, Temascalcingo, Donato
Guerra y Villa de Allende, estado de México, son los principales lugares
halagados y escogidos por la ‘reina de las mariposas’ para ser motivo de
admiración, veneración y adoración por miles de personas que se desplazan hasta
estos lugares para conocer algo nuevo, increíble.
De
noviembre a marzo, irrumpen en la región investigadores, observadores, amantes
de la naturaleza, ambientalistas, curiosos y verdaderos turistas que desean
conocer más de un insecto que, seguramente, tiene millones de años de recorrer
países sin pasaporte; que pasa y se posa por un país (EU) en calidad de
migrante ilegal, sin siquiera correr el riesgo de que el gobernante autoritario
le exija visa temporal.
Cruza
las fronteras tan sólo confiada en su belleza y en su condición de insecto
hermoso y admirado. Sólo protegido por una sustancia que la defiende de sus
depredadores. Pero es pura ternura. Recorre más de 4 mil 500 kilómetros desde
Canadá a México en el periodo de julio a noviembre; regresa a su lugar de
origen, sur de Canadá y norte de EU, en marzo del año siguiente.
Varios
santuarios de la Mariposa Monarca son reconocidos por la UNESCO, como
Patrimonio de la Humanidad. Cada santuario recibe entre 10 y 20 millones de
insectos.
Si
hurgamos en los orígenes de la Monarca, encontramos que apareció en la faz del
Planeta Tierra hace aproximadamente 250 millones de años, un tiempo más o menos
similar al de las ballenas y de los dinosaurios aunque, según los
investigadores de esta especie, el cetáceo más grande de nuestro Planeta, se
transformó para sobrevivir: de ser una especie terrestre, se convirtió en
marina. Dicen que aún conserva ciertos huesos de cuando caminaba por las
planicies costeras mexicanas. Aún sigue siendo un mamífero.
La
Monarca no ha sufrido grandes transformaciones físicas. La mayor parte de esta
variedad de mariposa, tiene su origen en las zonas agrícolas del sur de Canadá
y norte de Estados Unidos, donde crece silvestre el “algodoncillo”, alimento
preferido por este insecto, el cual contiene una esencia de alcaloide que
encanta a la Monarca. Esta esencia es venenosa para otras especies de insectos.
Sin embargo, a esta mariposa la protege de sus depredadores.
Esta
condición da libertad a la Monarca para polinizar amplias zonas silvestres del
“algodoncillo”. En esta forma, asegura su alimentación y supervivencia.
El
ciclo biológico inicia con la oviposición. Después de algunos días, surge una
pequeña larva, que se alimenta de las hojas y flores del algodoncillo. Se
convierte en pupa o crisálida y, finalmente, una semana después, emerge el adulto,
el cual se aparea con su congénere, mismo que fallece al tercer o cuarto día de
la cópula.
En
su condición de huevecillos, transcurren de 4 a 12 días, de acuerdo con las
temperaturas y humedad, para que aparezca una larva u oruga que se alimenta del
“algodoncillo”; se convierte en pupa y el siguiente paso es que emerge la
Monarca adulta.
Hay
normalmente dos periodos de reproducción de esta mariposa: Para las que nacen
en primavera-verano, toda su vida transcurre en donde nacen. Su vida es de
entre 4 y 5 semanas. Sin embargo, las generaciones que nacen en
septiembre-octubre, dentro del periodo de otoño, pertenecen a un grupo llamado
“Matusalén”, y tendrán la responsabilidad de emigrar hacia el sur, hacia
México, con la diferencia de las anteriores de que su periodo de vida será de
entre 6 y 7 meses.
Conforme
disminuye la temperatura y al mismo tiempo la luz solar en la región norte del
continente, la Mariposa Monarca cambia notablemente su metabolismo y entra en
una pausa reproductiva. Es cuando la naturaleza indica al insecto que tiene que
emigrar y comienza su ruta en varias direcciones.
Una
población parte del oeste de Estados Unidos hacia la zona costera de California;
otra, del sureste de Canadá se desplaza por la vertiente del Golfo de México.
Así, avanza por cañadas y cañones de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y
Tamaulipas. Arriba al altiplano central de la República Mexicana, donde se
alimenta de áreas verdes para seguir hasta su destino, la zona limítrofe de
estado de México y Michoacán.
Fue
hasta 1975, que se descubrió el trayecto y destino de la Mariposa Monarca (Danaus
Plexippus) cuando el zoólogo canadiense, Fred A. Urquhart, acompañado por
Kennet Brugger y Rafael Sánchez Castañeda, descubrieron que, en la Sierra Madre
Oriental, limítrofe de los estados de México y Michoacán, había un refugio
invernal de la Mariposa Monarca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario