∙ El Senador de Chiapas
afirmó que el peor problema social en nuestro país es el de los olvidados, pero
dentro de este grupo, una dimensión totalmente distinta es la que constituyen
las y los menores que viven en las prisiones
Comunicado
Es urgente legislar y asignar
recursos para que los niños que viven en reclusión junto con sus madres sigan
perteneciendo legal, social y espiritualmente a nuestra especie, de otra manera
los estamos condenando a una realidad que nadie quiere para sus hijos, sostuvo
el Senador de Chiapas, Zoé Robledo.
Durante la presentación del
Anuario de los Niños Invisibles, un libro que hace visibles a los niños que
viven en prisión, Robledo destacó que ésta fue la última obra que tuvo la
oportunidad de editar como presidente de la Comisión de Biblioteca y Asuntos
Editoriales.
El legislador chiapaneco
afirmó que el peor problema social en nuestro país es el de los olvidados, pero
dentro de este grupo, una dimensión totalmente distinta es la que constituyen
los niños que viven en las prisiones.
“Son pequeños seres humanos,
siempre víctimas de la discriminación, siempre víctimas de las autoridades,
siempre víctimas también incluso de sus propios familiares, pero en suma,
siempre víctimas de la sociedad en su conjunto”, dijo.
El chiapaneco lamentó que
todos estos actos de discriminación se dan con pleno conocimiento de las
instituciones de gobierno, a quienes los niños “reclaman un simple derecho: a
ser niños, a vivir sin más carencias que otros niños y sin menor respeto a sus
derechos como seres humanos”.
Zoé Robledo afirmó que al leer
el libro, las personas no pueden dejar de preguntarse como vivirá un niño
dentro de la cárcel, cuáles serán sus sentimientos hacia una sociedad que los
encerró injustamente junto a sus madres o si rechazarán la libertad cuando la
conozcan.
Los niños de las cárceles son
inocentes, aseveró el senador, “y una sociedad con inocentes presos como existe
en nuestro país en la cantidad de miles, no es una sociedad libre, nos
engañamos al pensar eso; pero una sociedad con niños inocentes presos es,
además de una sociedad no libre, una sociedad cómplice”.
Por su parte, la senadora
Angélica de la Peña condenó que en los centros de reclusión donde se encuentran
mujeres privadas de su libertad, se cometen violaciones a los derechos humanos
de las internas, pues estos centros están diseñados en torno a los varones.
Consideró que “a pesar de que
durante los últimos años se han registrado avances significativos para mejorar
las condiciones de las personas en reclusión, los graves rezagos son evidentes
e impiden el efectivo respeto de los derechos humanos”.
La presidenta de la Comisión
de Derechos Humanos del Senado afirmó que el Anuario presentado por la
organización Reinserta es una ventana para entender lo que los niños en reclusión
observan, el mundo inadecuado donde se desarrollan y para comprender que será
muy complicado que se reintegren a la sociedad una vez que deban abandonar ese
espacio.
“Será lamentable que no nos
ocupemos desde ahora en garantizar que la situación de esas niñas y esos niños
cambie radicalmente, porque las y los adultos estamos obligados a cumplir con
nuestra responsabilidad de cambiar ese estado de cosas que hoy padecen estas
niñas y estos niños y contribuyamos a que se conviertan en ciudadanos y ciudadanos
con derechos plenos”, concluyó.
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