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jueves, 3 de diciembre de 2015

LA PRISIÓN NO DEBE SER REALIDAD DE LA NIÑEZ: ZOÉ ROBLEDO

∙ El Senador de Chiapas afirmó que el peor problema social en nuestro país es el de los olvidados, pero dentro de este grupo, una dimensión totalmente distinta es la que constituyen las y los menores que viven en las prisiones
Comunicado
Es urgente legislar y asignar recursos para que los niños que viven en reclusión junto con sus madres sigan perteneciendo legal, social y espiritualmente a nuestra especie, de otra manera los estamos condenando a una realidad que nadie quiere para sus hijos, sostuvo el Senador de Chiapas, Zoé Robledo.
Durante la presentación del Anuario de los Niños Invisibles, un libro que hace visibles a los niños que viven en prisión, Robledo destacó que ésta fue la última obra que tuvo la oportunidad de editar como presidente de la Comisión de Biblioteca y Asuntos Editoriales.
El legislador chiapaneco afirmó que el peor problema social en nuestro país es el de los olvidados, pero dentro de este grupo, una dimensión totalmente distinta es la que constituyen los niños que viven en las prisiones.
“Son pequeños seres humanos, siempre víctimas de la discriminación, siempre víctimas de las autoridades, siempre víctimas también incluso de sus propios familiares, pero en suma, siempre víctimas de la sociedad en su conjunto”, dijo.
El chiapaneco lamentó que todos estos actos de discriminación se dan con pleno conocimiento de las instituciones de gobierno, a quienes los niños “reclaman un simple derecho: a ser niños, a vivir sin más carencias que otros niños y sin menor respeto a sus derechos como seres humanos”.
Zoé Robledo afirmó que al leer el libro, las personas no pueden dejar de preguntarse como vivirá un niño dentro de la cárcel, cuáles serán sus sentimientos hacia una sociedad que los encerró injustamente junto a sus madres o si rechazarán la libertad cuando la conozcan.
Los niños de las cárceles son inocentes, aseveró el senador, “y una sociedad con inocentes presos como existe en nuestro país en la cantidad de miles, no es una sociedad libre, nos engañamos al pensar eso; pero una sociedad con niños inocentes presos es, además de una sociedad no libre, una sociedad cómplice”.
Por su parte, la senadora Angélica de la Peña condenó que en los centros de reclusión donde se encuentran mujeres privadas de su libertad, se cometen violaciones a los derechos humanos de las internas, pues estos centros están diseñados en torno a los varones.
Consideró que “a pesar de que durante los últimos años se han registrado avances significativos para mejorar las condiciones de las personas en reclusión, los graves rezagos son evidentes e impiden el efectivo respeto de los derechos humanos”.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado afirmó que el Anuario presentado por la organización Reinserta es una ventana para entender lo que los niños en reclusión observan, el mundo inadecuado donde se desarrollan y para comprender que será muy complicado que se reintegren a la sociedad una vez que deban abandonar ese espacio.

“Será lamentable que no nos ocupemos desde ahora en garantizar que la situación de esas niñas y esos niños cambie radicalmente, porque las y los adultos estamos obligados a cumplir con nuestra responsabilidad de cambiar ese estado de cosas que hoy padecen estas niñas y estos niños y contribuyamos a que se conviertan en ciudadanos y ciudadanos con derechos plenos”, concluyó.

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