∙ Asiste el senador Manuel Cota
Jiménez al 119 aniversario del natalicio del ilustre hidalguense
∙ Dio personalidad jurídica a La
Campesina; gobernó en Hidalgo, el D. F y Quintana Roo
(Boletín).- El senador y presidente de la Confederación Nacional Campesina, Manuel
Cota Jiménez, rindió homenaje a Javier Rojo Gómez en el 119 aniversario del
natalicio del ilustre hidalguense, quien presidió la CNC en el período de 1962
– 1965.
De esta forma el senador por Nayarit participó en la Guardia de Honor
ante el monumento del abuelo del diputado federal José Antonio Rojo García de
Alba, actual secretario de Acción Política de la CNC y presidente de la
Comisión de Festejos del Centenario de la Ley Agraria en México.
Manuel Cota Jiménez estuvo con el gobernador de Hidalgo, José Francisco
Olvera Ruiz, quien encabezó la ceremonia realizada en la ciudad de Huichapan de
esta entidad, en la que también participó Augusto Gómez Villanueva, quien evocó
el gran amor al campo que siempre tuvo el homenajeado.
Para el dirigente de la CNC, Don Javier Rojo Gómez será recordado como un
hombre positivo, servicial, preocupado por las clases sociales menos
favorecidas. Para las presentes y
futuras generaciones, agregó, es y seguirá siendo un ejemplo de nacionalismo y
rectitud en todas las responsabilidades que le fueron encomendadas.
Recordó que su biografía sintetizada nos indica que su primer cargo de
elección popular, fue como diputado local. Inmediatamente después, fue electo
diputado federal y en forma sucesiva llegó al Senado de la República. También
fue Juez de Distrito, Gobernador de Hidalgo, Jefe del Departamento del Distrito
Federal y Embajador de México en Japón. Tuvo el gusto y la satisfacción de ser
Secretario General de la Confederación Nacional Campesina y Gobernador del
Territorio de Quintana Roo.
En su desempeño como gobernante en Hidalgo, en el Distrito Federal y en
Quintana Roo, se caracterizó por su preocupación por la educación pública y el
desarrollo de programas para la producción de alimentos en todas y cada una de
las comunidades rurales.
Impulsó la construcción de escuelas y bibliotecas populares, los
campesinos de las tres entidades siempre recibieron los beneficios de programas
sociales, de distribución de la tierra y, de manera muy importante, un trato
sin distinción de clases, de asuntos religiosos ni de filiación política.
Cabe recordar que el licenciado Adolfo López Mateos tenía en alta estima
a Don Javier Rojo Gómez, y fue así como le confió ser el dirigente de nuestra
gloriosa Confederación Nacional Campesina para el periodo de 1962 – 1965,
sabedor de que sería un defensor natural de los campesinos del país y que
habría reciprocidad y la suficiente confianza de parte de los productores del
campo hacia su dirigente.
Por otra parte, al término de la gestión en la dirigencia de la
principal organización campesina del país, Don Javier Rojo Gómez, resumió que
uno de los logros fundamentales en los tres años que lideró a la CNC, fue
mantener la unidad del sector campesino. Esto se obtuvo a través de enarbolar
las más limpias banderas de la Revolución, sustentando las mejores y más
avanzadas tesis de nuestro movimiento social y poniendo el apasionado esfuerzo
de los campesinos al servicio de esas causas.
De igual manera, asentó Don Javier en su informe, se impulsó la
organización en el campo, como una forma para pedir, exigir y lograr una mayor
agilidad a los sistemas de servicios institucionales, con una cobertura
universal. La organización es la llave que abre puertas para el desarrollo
rural.
Para fortalecer el esquema jurídico y representativo de la CNC como
organización campesina y avanzar en los sistemas productivos y como órgano de
apoyo del Partido Revolucionario Institucional, se perfeccionaron los
Estatutos, el Programa de Acción y la Declaración de Principios.
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