· Persiste la elaboración de los “pañales” del niño Dios en el
Soconusco.
· Por más de 30 años ha dedicado su vida a la venta de tan
tradicionales manjares.
Laura
Ruiz Espinosa.
Tapachula,
Chis; ENE. 06 (interMEDIOS).- Ante la temporada de inicio de las sentadas
de niño Dios en México, se tornan diversas costumbres, entre ellas el ofrecer
las tradicionales hojuelas a los invitados en esa noche especial, llena de
mucha fe y fervor se unen familiares y amigos para degustar los también
conocidos como pañales de niño Dios en Chiapas.
Dedicada
a la comercialización de las hojuelas por más de 30 años, Rubidelia Hurtado
Morales relató en entrevista que gracias a la herencia familiar aprendió a
elaborar este postre que no puede faltar en las llamadas sentadas del Niño
Dios, indicó que aunque se desconoce con exactitud de donde proviene su
historia, es muy solicitada en esta época, pues llega a vender de 2 mil hasta 5
mil piezas en un solo día.
“Significan
los pañales del niño Dios según las creencias religiosas, porque muchos dicen
que si no hay hojuelas, no es sentada, por eso nosotros iniciamos desde el mes
de diciembre y hasta el dos de febrero día que se celebra a la Virgen de
Candelaria, porque es nuestra temporada alta donde se logra vender en bien,
principalmente los días viernes, sábados y domingos”.
Entrevistada
en su negocio ubicado en la 11ª avenida sur frente a la Escuela Primaria “Sor
Juana Inés de la Cruz” en esta ciudad, comentó que solo basta mezclar harina,
azúcar, leche, manteca, huevos, sal y jugo de naranja para formar la masa,
después extenderlas con ayuda de una botella de vidrio hasta llegar a tener una
especie de tortilla delgada y quebradiza de más o menos 50 centímetros de
diámetro, la hoja es sumergida en aceite hasta que se vea ligeramente dorada al
calor de la leña, pues según dijo que ese es el sazón que más de 12 mujeres que
laboran ahí, le ponen a este rico y crujiente manjar.
Derivado
del aumento de algunos productos, Doña Rubidelia añadió que se adelantó a
comprar sus ingredientes básicos desde el mes de noviembre, todo para mantener
los precios, mismos que oscilan en 350 pesos el centenar de este rico postre
lleno de tradición y dulce sabor, además que son muy solicitadas por habitantes
de diversos municipios aledaños en el Soconusco.
Por
su parte, una de las clientes que llega a comprar hasta 700 piezas en esta
temporada, Judith Marroquín detalló que la palabra hojuela se derivada de
“hoja”, postre típico elaborado con cariño, esperanza, dedicación y mucho sabor
en este negocio, recalcó que en México se adoptó gracias a la cocina española
durante la conquista y desde entonces enaltece el paladar de quien lo prueba,
por ello no puede faltar este postre en las sentadas del Niño Dios. (interMEDIOS
rrc).