· Si las autoridades se mantienen
apáticas, el comercio formal del Soconusco registrará pérdidas de impacto
económico que los llevaría a la quiebra.
· Advierten al consumidor sobre la mala
calidad y el riesgo de comprar en lugares clandestinos.
René R.
Coca.
Tapachula,
Chis; JUL. 02 (interMEDIOS).- Propietarios de librerías y papelerías
establecidos en el Soconusco señalaron el tráfico de todo tipo de útiles
escolares, mochilas e inclusive libros de dudosa procedencia, que son
traficados de Centroamérica hacia nuestro país, pero que se quedan en los
municipios fronterizos de Chiapas para ser distribuidos dentro del comercio
informal que opera con motivo del llamado Regreso a Clases en nuestro país.
Empresarios
pertenecientes a organismos productivos de renombre en Tapachula como la Canaco
y Coparmex, indicaron que ante los ojos de las autoridades federales aduanales
se percibe el tráfico de mercancías de todo tipo, sin embargo este gremio está
preocupado por la cantidad de artículos escolares que pasan de Guatemala hacía
México por el río Suchiate y que operan ante la indiferencia de quienes se
supone están para restringir el paso de mercancía ilegal.
Quienes por
muchos años han sido quienes abastecen los artículos escolares dentro del
regreso a clases a los padres de familia de la región, sindicaron que el
mercado informal se prepara para una competencia desleal al ofrecer libretas,
lápices, mochilas y hasta libros “piratas” entre otros artículos, a la gente
que muchas veces no compara calidad pero si precios y esto generará pérdidas
muy serias al comercio formal.
“Nosotros
pagamos impuestos, servicios de agua, energía; generamos empleos, pagamos
seguro social e infonavit; algunos rentamos local; además de absorber algunos
gastos de traslado de mercancía legal para que el padre de familia o consumidor
no resienta el encarecimiento de los útiles escolares; sin embargo todo esto no
es suficiente para competir con quienes venden en lo informal” coincidieron los
entrevistados.
Advirtieron
que muchas veces esas libretas, lapiceros o artículos son de calidad paupérrima
y la inversión que hace el padre de familia en economizar se convierte en un
gasto mayor al tener que sustituir la mercancía defectuosa por una nueva, sin
que pueda reclamar a quien le vendió la primera vez, puesto que al ser comercio
informal no están los negocios fijos y mucho menos que extiendan notas o
facturas con las que se puede reclamar ante Profeco.
Finalmente
exigieron a las autoridades realizar operativos de supervisión de mercancías en
las carreteras que conectan a la frontera con los municipios chiapanecos
aledaños, pues basta observar que los traficantes pasan las cajas de artículos
por el Suchiate y de inmediato las suben a camionetas e inclusive camiones de
tres toneladas sin que nadie los detenga para solicitar la factura de lo que
traen.
Cabe
destacar que las papelerías y librearías tradicionales han visto disminuidas
sus ventas ante la llegada de tiendas departamentales y franquicias; sin
embargo la competencia desleal del comercio informal si los comprometería en lo
económico al grado de declarar que pueden llegar al cierre total de los
establecimientos. (interMEDIOS rrc).