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martes, 20 de agosto de 2019

CONTRA LA CORRUPCIÓN EN AERONÁUTICA


Con la opinión de Héctor Dávila
No me lo contaron; yo vi el video y escuché el audio donde el ahora excomandante del aeropuerto de Atizapán aparentemente pide y recibe un soborno para que un joven piloto pase un examen. Entre los más graves y odiados problemas de la seguridad aérea en México es que haya figuras de supuesta autoridad que desde su formación les "enseñen" a los aspirantes a aviador que la mejor forma de hacer las cosas es la ilegal, y que los que deberían garantizar la seguridad en aviación se aprovechen de su puesto de la manera más sucia para fomentar toda clase de chuecuras.
Por eso celebro y aplaudo que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) por fin esté actuando en consecuencia y que por esta y otras muchas tropelías hayan puesto de patitas en la calle al corrupto que estaba a cargo del pequeño aeropuerto del Estado de México, así como a los no menos pillos excomandantes de los aeropuertos de Puebla, Cuernavaca y Querétaro, como inicio de una serie de medidas para honrar la promesa del Presidente de combatir la corrupción.
No solamente los cambios van para erradicar a los corruptos, también para los ineptos, como sucedió también en Acapulco, como parte de un proceso de depuración  que pretende alcanzar todos los niveles dentro de la DGAC, destacando también los recientes cambios realizados dentro del área de Seguridad Aérea, en la que imperaba una anarquía atroz, donde gran parte de las inspecciones técnicas estaban misteriosamente detenidas y en muchos casos amparadas en múltiples prórrogas sin ninguna justificación, además de una larga lista de irregularidades que solo se pueden entender si las vemos ligadas a actos de corrupción, lo que es muy grave pues estamos hablando nada menos que de la seguridad de las operaciones aéreas.
El licenciado Rodrigo Vázquez Colmenares y su equipo de colaboradores cercanos están tomando el toro por los cuernos y dando un mensaje muy bueno a la comunidad aeronáutica, por fin con acciones concretas, no solamente sacando la basura de la institución, sino también revisando aspectos que estaban mal concebidos, como el proceso de certificación del Sistema de Gestión de Seguridad Operacional SMS (Safety Management System), que será reorientado hacia la facilitación, pues en la forma tan encarecida en que se ha estado manejando se presta para incentivar actos de corrupción. Esto por supuesto no le está gustando mucho que digamos a los gestores menos honorables, que argumentando lo difícil del trámite se han estado aprovechado de los operadores y literalmente han traficado con los manuales en contubernio con "gente de adentro".
También se han iniciado pláticas con las autoridades norteamericanas de la Federal Aviation Administration (FAA), para encontrar una fórmula eficaz de parar el cabotaje de los taxis aéreos con matrícula "noviembre" que tantos problemas han dado, y que la propia FAA ya reconoce como un tipo de actividad que debe detenerse, por lo que el inicio de este esfuerzo conjunto entre los dos países es muy buena noticia, excepto claro, para los tramposos taxis aéreos piratas.
Otro aspecto donde ya se están viendo acciones concretas es en lo referente a la seguridad de la aviación agrícola, que lleva desde hace unos años un creciente y muy preocupante índice de accidentes, 23 ocurridos tan solo el año pasado y en lo que va de este ya se acumulan más de 15, y nadie hacía nada...
Pero al fin la DGAC inició la "Operación Fumigadores", con inéditas reuniones de trabajo a nivel nacional con operadores, pilotos, talleres, escuelas, autoridades locales, legisladores y representantes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), así como de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y agrupaciones de agricultores, para desarrollar una estrategia conjunta que favorezca a este sector de la aviación tan desprotegido, no solamente identificando riesgos y prácticas que puedan ser mejoradas y desarrollar manuales de operación, si no también buscando mejorar el marco legal que cubre estas actividades y lograr que la aviación de fumigación se integre al sector primario agrícola, con lo que se podría acceder a financiamientos y apoyos que permitan renovar y aumentar la vetusta flota nacional de aviones fumigadores, que actualmente es de alrededor de unos 450 aparatos, la mayoría muy viejos.  Las primeras de estas juntas ya se realizaron con gran éxito en Villahermosa (Tabasco) y en Ciudad Obregón (Sonora), reuniones donde asistieron más de 200 personas, incluyendo en el último caso representantes de las dos Baja Californias, Sonora y Sinaloa, mientras que están programadas actividades similares próximamente en Colima y Chihuahua.
Estas acciones están pavimentando con firmeza la inminente entrada en el escenario de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), aunque no todo es perfecto, ya que entre la comunidad de pilotos hay mucho desencanto porque se suspendieron los llamados Terceros Autorizados para los exámenes médicos de las tripulaciones. Se consideraba un gran logro que los pilotos pudieran asistir para sus exámenes periódicos a clínicas particulares autorizadas, pero lamentablemente la Dirección General de Medicina Preventiva del Transporte, dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), supuestamente detectó miles de irregularidades con estas clínicas, entre ellas que había pilotos y sobrecargos que recibían los certificados médicos sin realizarse los exámenes, incluso sin siquiera acudir personalmente a las citas, por lo que se cancelaron ese tipo de servicios. Este es un claro caso en el que tristemente pagaron justos por pecadores, pues además de que es poco creíble que absolutamente todas las clínicas particulares fueran corruptas, ahora los pilotos tendrán que acudir para el examen directamente a las instalaciones de la SCT refunfuñando que ahí "también se cuecen habas", pues además de ser un servicio engorroso y lento, dicen que también hay "transas".
Este no es un tema a cargo directamente de la DGAC, pero creo que la próxima AFAC debe tomar la certificación médica de las tripulaciones aéreas en sus manos para modernizarla y hacerla más eficiente, pues es ridículo que en México el trámite sea tan complicado, centralizado y tarde a veces hasta día y medio, mientras que en otros países es fácil, se resuelve en mucho menos tiempo y la duración de la validez de los certificados médicos incluso es mayor en algunos casos.
Pero lo más importante es que estamos viendo cambios que creo que ya eran urgentes y que tiene como claro propósito que México esté en materia de seguridad aérea en un nivel más alto, combatiendo las prácticas corruptas que tanto daño han causado, lo que desde hace mucho hemos estado demandando, y tal golpe de timón por parte de las autoridades nos deja, por primera vez en mucho tiempo, con un sentimiento de optimismo sobre el futuro de nuestra querida aviación, demostrando que no todo en la agenda aeronáutica del Gobierno es sobre el nuevo aeropuerto que se requiere para la zona metropolitana de la Ciudad de México, y que los encargados de los destinos de la aviación mexicana tienen efectivamente una visión general más amplia, y sobre todo más clara. Enhorabuena y ojalá no se afloje el paso.
Saludos
Héctor Dávila


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