DE LA REDACCIÓN
Ayer fue detenido en La Concordia
Marco Antonio Coutiño Monzón, más conocido como el venado.
En ese municipio, el PRI se
proyecta para ganar la alcaldía por encima de Miguel Córdova, hijo del amigo
Migue, dueño del Partido Chiapas Unido.
Ante el crecimiento incontenible
del candidato priísta, el gobierno recurrió a la intimidación al detener uno de
sus operadores más eficaces.
El miedo a perder privilegios, el
temor fundado de ir a la cárcel y el peligro de quedar fuera de los grandes
negocios que hasta ahora traen al amparo del poder, ha llevado al gobierno a
incurrir en prácticas de persecución, amenazas, detenciones e incluso de
ataques directos.
Y no es la primera vez que el
gobernador Manuel Velasco recurre a la detención ilegal para tratar de parar a
los candidatos del PRI.
En San Fernando encerró una
semana en El Amate a Juan Antonio Castillejos para que se bajara de la
candidatura del PRI y se registrara como candidato del PVEM.
En La Concordia mandó a detener
al candidato del PRI, Eduardo Melchor Coutiño, pero no contaba con que el
secretario de la Defensa Nacional, general Cienfuegos, le hablaría para pedirle
que lo dejara en libertad y a las dos horas de su detención fue puesto en
libertad.
Y así cómo estas detenciones
ilegales, Manuel Velasco ha cometido muchas en todo el estado a fin de parar el
crecimiento del PRI que se apresta a ganar la gubernatura y la mayoría de las
alcaldías y diputaciones locales, lo que significa el fin de una etapa oscura,
de saqueos y corrupción en Chiapas.
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