“TAPIZAN” DE COLORES Y FIGURAS DE ASERRÍN LAS CALLES DE TUXTLA CHICO.

· En honor a la Virgen María de Candelaria, patrona del pueblo.

            Laura Ruiz Espinosa.

            Tuxtla Chico, Chis; FEB. 02 (interMEDIOS).- Año con año, pobladores de este municipio fronterizo se unen para adornar las calles con alfombras hechas con aserrín y pétalos de flores, donde cada dos de febrero celebran a Santa María de Candelaria y se reúnen para rendir culto con estas obras artesanales en honor a la santa patrona, considerado como el único municipio del Soconusco que realiza estas actividades.

            Una de las Fundadoras de esta tradición, Doña Gloria Morales De Guzmán explicó que todo inició desde hace 40 años aproximadamente, se trata precisamente de alfombras hechas con aserrín coloreado, que le dan vida al camino por donde pasearan a la Virgen en peregrinación; eventualidad que cada 365 días se repite y llegan un aproximado de 5 mil a 6 mil personas para admirar esta increíble tradición en la región.

            “Primero empezamos haciendo unas alfombras de puras hojas y flores, mandábamos a recoger las flores que sacaban de la iglesia y las desmenuzábamos, con eso hacíamos las alfombras, pero después me nació la armonía de hacer con aserrín, fui de las primeras en irme a Guatemala para aprender cómo se elaboraban, la primera vez que lo hicimos entre tres personas acá y así fue como nació ésta tradición en Tuxtla Chico”, detalló.

            Comentó que en el catolicismo representa el pasaje bíblico de la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén, que en diferentes partes de México y el mundo es motivo de fiesta, en particular en este rincón de Chiapas; precisó que estos tapetes multicolores los trabajan desde niños, mujeres, adultos mayores, hombres en sí toda la comunidad.

            Gloria Morales expresó que desde muy temprana hora de cada dos de febrero, decenas de familias salen a las calles para hacer tapetes multicolores a base de aserrín y elementos como hojas, pétalos de flores o semillas, con figuras de motivos religiosos o de la naturaleza de la región, algunos mandan a realizar plantillas para facilitar la elaboración y a pesar de gastar hasta cuatro a cinco mil pesos por tapete, continúan con su fabricación.

Falta Apoyo e Interés de las Autoridades.

            Tuxtla Chico, es un pueblo mágico y místico, no sólo como parte de la fiesta católica, sino también guarda ceremonias sagradas mayas que se realizan en los terrenos de lo que hoy es la zona arqueológica de Izapa, parte medular de otras religiones, como es el caso de la Estela 5 y el Árbol de la Vida, relacionada con el sueño descrita en el Libro de Mormón.

            Sin embargo, son temas poco explotados por las autoridades municipales, donde existe una apatía por invertir en la promoción turística del lugar, así lo resaltó una de las habitantes de este municipio, Cleotilde Morales Ruiz; señaló que durante la administración del Edil, Mario Humberto Solís Hernández las fiestas en honor a la santa patrona del pueblo, han sido un total fraude al iniciar con inversiones supuestamente exageradas pero no han visto a donde se destina tanto dinero.

            “Por parte de las autoridades es cierto que no hay apoyo, por ejemplo, con el presidente que tenemos ahorita ha sido una persona que no le interesa el pueblo, porque si le interesara hubiera formalizado mejor la feria, al grado de dar tristeza que hasta al frente del palacio puso juegos cuando esos lugares quedan limpios, tanto es el hambre del dinero que no se vale lo que hizo con nuestra feria porque nos duele mucho, como es posible que el parque esté sin luz en los meros días de feria”, subrayó.

            Cabe resaltar que miles de personas llegan a Tuxtla Chico para rezar y encomendar a sus familiares ante la imagen bendecida, hecho que ha llevado a que el pueblo se llene de regocijo por la llegada de peregrinos y personas de distintas partes.

            Según los datos proporcionados por los mismos habitantes, ésta tradición  ha tomado fuerza a pesar de tantas calamidades que atentan por la falta de apoyo de las autoridades municipales en los últimos dos años, sin embargo, afirman que es una costumbre que permanecerá por varias décadas más. (iM rrc).