Por: Juan Manuel Matali
Tapachula Chiapas 21 de diciembre.- Ante el deterioro que presentan los sistemas lagunarios de la costa
chiapaneca, sociedades cooperativas de pescadores buscan la integración de una
red de pesca responsable, que incluye la defensa de los recursos naturales y de
los manglares, la realización de estudios que permitan establecer los niveles
de contaminación de las aguas.
Las
pampas en donde se reproduce el camarón y otras especies que luego salen al mar
para su crecimiento enfrentan un severo azolvamiento derivado de los
escurrimientos que se registran desde la sierra durante las temporadas de
lluvias y que se recrudeció durante el paso del huracán “Stan”, sin que hasta
ahora los programas de desazolve hayan concluido.
Lo que se quiere es la
realización de un diagnóstico de la pesca y la certificación de buenas
prácticas mediante la reglamentación para respetar las vedas, los tamaños de
las capturas y evitar la extracción de la fauna de acompañamiento, caso
contrario se corren altos riesgos de que en poco tiempo ya no haya que pescar.
Las
sociedades cooperativas pesqueras Los Cerritos, La Chiapaneca, La Palma,
Barrita de Pajón, Zacapulco, Luchadores del Castaño, Río Arriba y Unión Santa
Isabel, todas ubicadas en la reserva de la biósfera La Encrucijada, han
decidido emprender esas acciones en sus sistemas lagunarios y pampas, pero
demandaron también el respaldo de las instituciones gubernamentales.
Ellos
anualmente capturan unas 600 toneladas de diversas especies, entre ellas
camarón, robalo, pargo, guachinango, mojarra, lizeta, bagre, liza, tiburón y
escama, pero “cada año viene en descenso y ello es preocupante”, sostiene el
presidente del Centro de Agroecología San Francisco de Asís (Casfa), Jorge
Aguilar Reyna, cuyo organismo asesora a los pescadores en esas prácticas.
Lamentó
que en Chiapas no se impulsen los proyectos para el desarrollo tecnológico
pesquero que ayuden al sector de las comunidades ubicadas dentro de las
reservas naturales protegidas, porque “ellos son los que cuidan los recursos y
es necesario que haya reciprocidad institucional”.
Al
proyecto de pesca responsable se han sumado la Comisión Nacional de Areas
Naturales Protegidas (Conanp), Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la
Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), tomando en cuenta que en Chiapas unas
30 mil familias viven de la pesca y lamentablemente es uno de los sectores más
marginados, pero son ellos los protectores de los ecosistemas, como los
manglares.
“La
urgencia es revertir la disminución de las especies marinas que afectan a toda
la franja costera”, insistió al tiempo de señalar que el azolvamiento, la
sobreexplotación, la contaminación, el deterioro del hábitat y el cambio
climático, son las causas que conllevan a un detrimento en la calidad de vida
de los pescadores y sus familias.
Por
ello, Aguilar Reyna, insiste en la necesidad de trabajar en programas de
rescate, caso contrario se pone en riesgo tanto a la pesca como el equilibrio
de los ecosistemas y por ende, a las poblaciones que viven de esa actividad.
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