LÁSTIMA DE
JUVENTUD
Por Armando
Rojas Arévalo
YUNUEN: ARISTÓTELES (384-322 a.C.) amaba a la juventud y la conocía muy bien. En
su Retórica, Libro II, capítulo XII),
predica que los jóvenes “son engañadizos…porque se esperanzan con facilidad, y
más valerosos, porque son impulsivos y llenos de esperanza: lo primero les
quita el miedo, lo segundo les da ánimos… Son vergonzosos… y magnánimos, pues
aún no se han visto humillados por la vida”. Seguía: Son inconstantes y
rápidamente se aburren de lo que desearon…Son coléricos, irritables y
generalmente se dejan arrastrar por sus impulsos.
“Su índole es antes buena que mala
por no haber presenciado antes malas acciones. También son crédulos porque aún
no fueron víctimas de muchos engaños; están llenos de esperanzas
prometedoras…La mayor parte del tiempo viven de esperanzas, porque éstas se
refieren al porvenir, y los recuerdos, al pasado, y para la juventud el
porvenir es duradero y el pasado, breve”.
El domingo primero de julio de 2012
miles de ciudadanos chiapanecos acudieron entusiasmados a votar por un nuevo
gobernador. MANUEL VELASCO COELLO, quien como senador anduvo en campaña durante
todo el período de SABINES GUERRERO, o sea seis años, despertó grandes
expectativas. Habló mucho, prometió mucho, visitó todos los municipios y pagó
mucho a los medios impresos para que sus fotos, acariciando a los niños,
abrazando a los ancianos y hablando con la gente, aparecieran casi todos los
días.
A diez meses de que fue elegido, la
ciudadanía se pregunta extrañada qué pasó. Del asombro –porque llegaba al poder
un joven que representaba un amanecer prístino y promisorio- la sociedad pasó a
la decepción. Ese joven se desinfló. Ese amanecer se convirtió en noche oscura.
No quiere –y tal vez aunque quiera no puede- enjuiciar a JUAN SABINES GUERRERO,
el ex gobernador atrabiliario y abusivo que cometió trapacerías a diestra y
siniestra y dejó al Estado en completa bancarrota; delega la excelsa majestad
de gobernar en un equipo que le dejó su antecesor, y los pocos suyos que ha
podido meter resultaron nefastos.
Muchos con ironía dicen que aún no
se ha dado cuenta que ya es gobernador. Otros, con mala leche, pregonan que
está muerto de miedo, porque una cosa es ver la faena desde la barrera y otra
es tener el toro de frente.
Ciertamente, a los 33 años de edad
es el gobernador más joven que tiene México, pero una cosa es ésa y otra que el
blasón que tratan de colgarle sus panegiristas con miras al futuro le ha
quedado bastante holgado y quién sabe si le pueda servir en sus afanes de ser
Presidente de la República.
Los chiapanecos están
desilusionados. No están, como se dice vulgarmente, “encabronados”, pero si
desencantados. Se preguntan ¿dónde está?
No se ve su mano en el bastón de
mando. Confía demasiado en la poca gente que ha podido incrustar en su equipo y
delega mucho la autoridad y el poder. Como consecuencia usan su voz, usan su
autoridad, usan discrecionalmente el sentirse de su primer círculo para hacer y
deshacer.
No ha podido someter a los maestros
que hasta hoy tienen desquiciadas todas la carreteras del Estado. Y nada menos
anteayer, los profesores disidentes en franco desafío e impunidad golpearon a
la reportera FÁTIMA MONTERROSA y a un camarógrafo, al que le cortaron el pelo y
le secuestraron su cámara. Hoy los
disque mentores secuestraron en sus oficinas a empleados de Hacienda del
Estado, sin dejarlos entrar o salir, y ninguna autoridad
local quiso intervenir.
Le acompaña desde su campaña para
senador un hombre por demás audaz y zalamero: el doctor RAMÓN GUZMÁN LEYVA,
quien despacha ahora como titular de la Oficina del Gobernador. Se dice también
“periodista”, sin serlo, porque edita desde 1995 un diario en Tapachula.
Quienes lo ayudaron en aquellos años
de hambre, recuerdan que llevaba su periodiquito quincenal “Zona Libre”,
impreso en rotativa plana, bajo las axilas, y a sus mecenas los nombraba
“padrinos”. Cuando sus “amigos” funcionarios del gobierno estatal llegaban a
Tapachula, no sólo les llevaba sus oficinas de la Unidad Administrativa, copas
gigantescas del coctel de mariscos “vuelve a la vida”, sino que los invitaba a
los burdeles de moda y preguntaba “¿A quién quieres que te lleve al cuarto?”
Hoy es el gran señor. Ordena a
quienes se les debe premiar y a quienes “castigar”. Qué medios deben recibir,
qué medios no deben recibir lo que piden o dicen costar. A quién o quiénes se
les quita un programa de radio, a qué estación de radio darle más, a cual dar
menos.
Consuegro -su hijo, al que acaba de hacer
subsecretario, está casado con la hija- de JULIÁN NAZAR, secretario del Campo,
se ha convertido en el censor de los medios y los periodistas. Le tienen miedo,
sí, pero los que gozan de sus favores. A los demás que no viven del erario, le
merecen rescoldos.
Frente a él, el director de Comunicación Social es un
títere, no es más que alguien que firma bajo su mando. El que maneja los
dineros, especialmente la “caja chica” del gobernador, es él.
Claro, pertenece al selecto grupo de
colaboradores del gobernador que acuerda directamente con su señora madre, doña
LETY COELLO DE VELASCO, porque hace el papel de “nano” del mandatario. Lo mismo ocurre con otro incondicional de
MANUEL VELASCO, ENOCH HERNÁNDEZ, presidente o director de una Fundación y
director del ICATECH, ex locutor, ex alcalde de San Cristóbal de las Casas, ex diputado local y
aspirante al gobierno estatal.
VELASCO COELLO ha nombrado a
personas de dudosa calidad moral, como titulares de organismos importantes,
como es el caso de CARLOS PENAGOS VARGAS, quien, sumamente conocido por ser
dueño de algunos antros en Tuxtla, como el “Piña s Charly”, es nada menos que secretario
de la Juventud, el Deporte y la Recreación.
Este señor se vanagloria de tener en
la secretaría una partida de un millón de pesos mensuales, para comida de los deportistas
que se hospedan en dicho Centro, ¿y quién crees que tiene la franquicia de los
alimentos? Nada menos que su suegra, la diputada federal ROSARIO PARIENTE,
mejor conocida como “La Chacha”. Es el mismo que en abril de 2012, durante un
evento político en Tapachula, en el que nombró a 300 defensores del voto,
comentó que el ave emblema del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), un
tucán musculoso que adornaba la mesa del presídium, había ingerido anfetaminas
para estar así de fuerte.
“Ustedes son las anfetaminas, el
ejercicio y la fuerza de nuestro futuro candidato (el actual gobernador Manuel
Velasco Coello), ustedes son los que el día de mañana van a poder decir, con la
frente en alto, ganamos porque yo estuve ahí”, fueron sus alentadoras palabras.
VALDEMAR ROJAS, quien fue el primer
alcalde panista que tuvo Tuxtla Gutiérrez, tiene una columna periodística
titulada “Sin ambages”, donde dice en su más reciente entrega: “El despilfarro
no para ahí porque el gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello destina
recursos millonarios para promover políticamente al Partido Verde y a las
fundaciones Chiapas Verde, Manuel Velasco Suárez y Tierra Verde, esta última
presidida por el Secretario de Gobierno Eduardo Ramírez Aguilar, pero donde se
raya en el cinismo es que mientras en más de 40 municipios del estado de
Chiapas la mayoría de los ciudadanos viven en la pobreza extrema y los recursos que deberían servir para
desayunos escolares, medicamentos para el buen funcionamiento de las clínicas, se
van a un costal sin fondo para promocionar a nivel internacional al partido y a
la fundación Chiapas Verde como se pudo observar en la pelea del pasado sábado
en el pantaloncillo del peleador mexicano Juan Manuel Márquez.
“…doña Leticia Coello y su cachorro
el gobernador dilapidan cientos de millones de pesos para apoyar proyectos de
telenovela, como la que actualmente se graba en Chiapas “Quiero Amarte” de la
empresa Televisa, y para ello se invertirán más de 300 millones de pesos bajo
el pretexto de promover turísticamente a Chiapas, las mismas transas que en
familia realizaron Juan Sabines Guerrero; Isabel Aguilera de Sabines; Ángeles
Guerrero, madre del bastardo ex gobernador, y la tía Angy Guerrero”.
DEJO ESTE TEMA, AUNQUE HAY muchos
que quedan en el tintero y que en alguna otra ocasión podré desmenuzar.
EN JALISCO NO CANTAN MAL LAS
RANCHERAS.-La Contraloría de Jalisco sigue con el arqueo de la administración de EMILIO GONZÁLEZ
MÁRQUEZ, y hasta hoy le ha detectado irregularidades por 7 mil 573 millones 258
mil 743 pesos, correspondientes a ejecución de obras y manejo administrativo.En
la anterior auditoría le encontraron posibles daños patrimoniales 5 mil 300 millones
de pesos.
POR HOY ES TODO, MÁS NO SUFICIENTE.