El cambio climático está pegando duro al sector agrícola; en la región del Soconusco las sequías por un lado y las lluvias por el otro, tienen a los productores en una situación de emergencia. Los saldos en el café, la soya y el mango, solo por mencionar tres de los cultivos más importantes son negativos, porque durante toda la administración federal y estatal anterior no se les brindó ningún tipo de atención; el campo en general, ha sufrido de abandono institucional. 

Los cafetaleros en el periodo de la cosecha 2023-2024 sufrieron a causa de las altas temperaturas, tanto que en algunas zonas de entre los 300 a 600 metros sobre el nivel del mar, perdieron toda la cosecha. Los soyeros, el ciclo que acaba de terminar, dejaron de producir más de 7 mil 800 toneladas a causa de inundaciones en las parcelas y ahora, los mangueros con las lluvias atípicas de los primeros días de enero, están en un vilo porque la floración empieza a caer. 

Eso es una demostración clara de las afectaciones a causa del cambio climático y la falta de programas para la restauración de los recursos naturales; es más, los ríos ya casi están secos otra vez y desde hace años, en la zona del Soconusco, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha negado permisos para la apertura de pozos profundos para riego agrícola y con ello, los productores de plátano no han podido ampliar las áreas de cultivo. 

Esto es real y necesario de atender en forma integral, con la participación de las instituciones gubernamentales federales, estatales, municipales, productores y la propia sociedad, porque todos resultamos afectados por la falta de agua en los periodos de seca y el exceso de lluvias en las de ciclones y huracanes. A mediados del año pasado, según el Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua, todos los municipios de la entidad presentaron algún grado de sequía; es más, 44 estaban considerados con situación moderada y 74 severa. 

El propio Sistema Estatal de Protección Civil reconocía la necesidad de plantear y diseñar estrategias con la participación de los sectores social, privado y público, que permitan mitigar los impactos y reducir los riesgos ante los fenómenos de sequías y altas temperaturas. En los últimos días, los termómetros en Tapachula han marcado por arriba de los 35 grados y eso que todavía estamos iniciando el año, por tanto, todos debemos prepararnos para enfrentar las olas de calor que vendrán en los próximos meses e incluso, la falta de agua. 

Lo que está enfrentando el campo con los problemas generados por el cambio climático tiene que ponerse en la mesa de las instituciones en donde se toman las decisiones, aunque lo urgente es la instrumentación de programas de reforestación y quizá vayan a decir que el Sembrando Vida es una opción, este no ha tenido los resultados esperados, porque realmente son pocos los beneficiarios que aprovechan los recursos que les otorgan para atender sus parcelas; la gran mayoría de los “sembradores”, los fondos los utilizan en su subsistencia diaria. 

Un estudio del Consejo Consultivo del Cambio Climático en Chiapas del 2018, advertía los riesgos no solo de sequías, sino de procesos de desertificación, porque si bien nuestra entidad se caracteriza por la presencia de amplias zonas de bosques y selvas, una alta precipitación y numerosos cuerpos de agua, en décadas recientes ha perdido un poco más de la mitad de sus bosques, principalmente por deforestación y registra alrededor de 6,600 incendios al año, muchos de ellos causados por quemas agropecuarias. 

Es más, se ha documentado que Chiapas es uno de los estados donde se presentan casos de modificación climática y en Tapachula, por ejemplo, las precipitaciones anuales han disminuido en más de 300 milímetros y las temperaturas se han elevado en forma consistente. De tal manera, que las advertencias vienen ya de hace varios años y se están agudizando, afectando no solamente al sector productivo, sino también la salud, porque las altas temperaturas generan en las personas un impacto directo como la deshidratación, agotamiento, golpe calor y hasta quemaduras, incluso se pueden presentar enfermedades diarréicas, entre otros padecimientos.

Por ello, la urgencia del establecimiento de acciones no solamente de reforestación y de crear una cultura del cuidado de los recursos naturales, sino también en materia de prevención y atención a la población, cuando estamos entrando a la temporada de estiaje y con ello, la presencia de incendios y el incremento de las temperaturas. 

 Posdata

Los operativos instrumentados por las autoridades estatales y federales están permitiendo recobrar la tranquilidad en muchas regiones de Chiapas. Apenas ayer, se informó del desmantelamiento de una red de videovigilancia que tenían grupos delincuenciales en los municipios de Suchiate, Frontera Hidalgo y Metapa de Domínguez, los tres vecinos y pegados al río Suchiate, en donde pasa de todo… Por cierto, en Suchiate, el alcalde Elmer de Jesús Vázquez Gallardo se vio obligado a salir a respaldar las acciones emprendidas por el gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar, porque está siendo sindicado por el manejo presuntamente irregular de una agencia aduanal que operaría en la frontera sur y en el norte, así como en algunos puertos, por lo que hay una investigación en curso… Comentarios al correo vrrafael@hotmail.com.