Por: Pascacio Taboada Cortina/Jorge Martínez Cedillo
LOS
ACTUALES DIPUTADOS FEDERALES DESDEÑAN NORMAS DEL INE PARA PODER REELEGIRSE
‣Legisladores
de las cámaras alta y baja dispuestos a “mamar y dar de topes”
‣Hay más de todo, más pobres, más enfermedades, más importaciones de alimentos, más muertes, más manifestaciones públicas, más inundaciones, más decisiones equivocadas
En México será la primera ocasión que diputados y senadores en funciones en el Congreso, tengan el respaldo de la Ley para aprovechar la oportunidad de mantenerse en el puesto de legisladores para el periodo de 2021 – 2024, en el caso de los diputados, por supuesto con la condición de recibir los votos a su favor de parte de los electores.No habrá necesidad de que se interponga
un periodo de tres años para volver a ocupar un escaño en la Cámara de
Diputados, o esperar seis años para lograrlo de nuevo en el caso de los
aspirantes al Senado de la República, aclarando que, en las próximas elecciones
de 2021, sólo se renovarán los 500 diputados federales uninominales y
plurinominales, y los 32 Congresos estatales.
Como es conocido por los mexicanos, para
el periodo de 2018 – 2021, el partido surgido del Movimiento de Regeneración
Nacional (Morena) ganó la mayoría en la Cámara de Diputados con 250
legisladores, más 46 del Partido del Trabajo y 24 de Encuentro Social –que formaron
parte de la alianza triunfadora—lo que les dio la facultad para reformar la
Constitución en la materia, a su antojo y a su libre albedrío.
Estos resultados dieron la pauta para que,
el 18 de marzo de 2020, la Junta de Coordinación Política acordara la Reforma a
la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, y de la Ley General
de Partidos Políticos en materia de Elección Consecutiva de Legisladores
Federales.
Este mecanismo legislativo incluyó la
modificación de muchos otros artículos constitucionales, entre ellos el
Artículo 59, para establecer que los senadores podrán ser electos hasta por dos
periodos consecutivos, y los diputados al Congreso hasta por cuatro periodos
consecutivos. Este acuerdo concertado entre partidos representados en el
Congreso, hizo extensivos los beneficios de la reelección para diputados de los
Congresos Estatales, Presidentes Municipales y Regidores y Síndicos, para el
caso de los ayuntamientos.
Así, con todos los elementos que
conforman un pastel totalmente adornado con “velitas y amarrado” desde la
perspectiva legislativa, “cumplieron con todas las de la Ley”, los legisladores
ahora se disponen a partirlo y repartirlo “entre toda su República Mexicana”,
sin importar si su desempeño, en este caso vigente hasta septiembre del 2021,
haya sido bueno, regular o malo. Borrón y cuenta nueva, según el dicho popular.
Una vez impuesta su “ley”, algo les
falló a los legisladores en cuanto a la normatividad que deberá aplicar el
Instituto Nacional Electoral (INE) para igualar circunstancias respecto de la
competencia con los aspirantes a candidatos que no son actualmente
legisladores; es decir, lo que se denomina “cancha pareja” para todos los
aspirantes.
Obviamente que los actuales legisladores
quieren “mamar y dar de topes”, como le hacen los becerros cuando la ubre de la
vaca ya no tiene leche; le dan de topes para exprimir la teta y chupar la
última gota. Esta maña la conocen perfectamente los ganaderos lecheros y, “con
todo respeto” –como se estila decir ahora ‘por ya sabes quién’—sobre todo para
las excepciones que, invariablemente, hay entre la minoría de legisladores.
Entre las normas que plantea el INE,
destacan que los actuales diputados no utilicen recursos públicos para realizar
campañas políticas y que, quienes estén interesados en participar como
candidatos, soliciten permiso al Poder Legislativo por un periodo de 60 días
antes de las elecciones de 2021, sin goce de suelo, por supuesto.
A esta disposición se oponen los
legisladores, sin importar que su desempeño haya sido calificado por el pueblo
como regular, malo o mediocre en los tres años que han ocupado un escaño tanto
en la Cámara de Diputados como en el Senado.
Sí, porque hay la impresión en más de 80
por ciento de la población mexicana, que las modificaciones y disposiciones
legislativas a la Constitución, “obedecieron a papá” en cuanto a decenas de
artículos que cambiaron el rumbo del desarrollo económico, político y social
del México contemporáneo, pero no para avanzar sino para retroceder. Ahora hay
más pobres que clase media, y “algunos ricos también lloran”.
Las políticas públicas que emprende cada
nuevo gobierno de cualquier país, pero lo que nos interesa es describir lo que
ha pasado en México, invariablemente llevan la intención de desarrollo y
progreso en todos los rubros económicos y sociales. En el presente ha ocurrido
lo contrario: Menos inversión, menos crecimiento, menos empleo, menos gasto
público para sectores desprotegidos, menos infraestructura para actividades
primarias.
También hay más de todo, como más
pobres, más enfermedades, más importaciones de alimentos, más muertes, más
manifestaciones públicas por inconformidad social, más inundaciones en
temporada de huracanes, más decisiones equivocadas por ordenar apertura de
compuertas de presas que afectaron más a comunidades empobrecidas, más
manifestaciones en contra de cómo es gobernado este país… más inversiones para
revivir al decadente petróleo, para obras superfluas aeroportuarias en ciudad
de México y el sureste, Tren Maya y Dos Bocas… en fin, más de todo más, más y
más.
En todo el desastre señalado, los
diputados y senadores no están limpios. Son cómplices. Si no por seguir al
pastor, sí por quedarse callados.
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