‣La Península de Yucatán es la principal productora de miel
‣En 2019 los
precios de la miel de exportación se desplomaron 50%
Los
apicultores de México dejan de captar un sobreprecio por su miel de entre 35 y
40% en mercados internacionales --donde su calidad es reconocida--, porque la
venden a granel, sin clasificar, ni etiquetas o sellos.
Esto se vuelve especialmente relevante en años como el anterior, cuando los precios de la miel de exportación se desplomaron 50% para el productor, por la volatilidad de los mercados y, sobre todo por la competencia desleal de “mieles” adulteradas hechas con productos como el arroz, que presuntamente entran de países asiáticos.
Así lo explica la investigadora del Campo Experimental Mocochá del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Yolanda Moguel Ordóñez, quien desde hace 20 años trabaja en el desarrollo de alternativas y tecnologías para que el apicultor brinde valor agregado a la miel y aproveche otros productos derivados de la colmena, como polen, propóleo, cera o jalea real, los cuales tienen propiedades nutracéuticas o benéficas para la salud, ayudan a la cicatrización de heridas, infecciones, son antioxidantes, tienen efectos expectorantes o ayudan a desinflamar vías respiratorias.En entrevista, la
especialista refiere que al clasificar la miel por tipo de floración el mercado
otorga un sobreprecio de 35% a 40%, por lo que, si consideramos que en México
la producción solo en 2017 fue de 50 mil 955 toneladas, con un
valor de exportación de 105 millones de dólares por venta de miel a granel, si
sumáramos ese porcentaje, los ingresos para los apicultores serían más altos.
La investigadora del
Campo Experimental Mocochá, ubicado en territorio yucateco, explica que cuando
45% del polen en las mieles corresponden a una sola especie se considera monofloral.
Un análisis reveló que en la Península de Yucatán entre 50% y 55% son
monoflorales.
Detalla que la Península
de Yucatán es la principal exportadora de miel de México, ya que aporta entre
85% y 90% de su producción, la cual el año pasado fue de 20,585 toneladas (t),
de las cuales 9,810 t corresponden a Yucatán, 7,520 t a Campeche y 3,255 t a
Quintana Roo). La Península aportó 33.2% del total de la producción nacional,
que en 2019 fue de 61,986 t.
Yolanda Moguel resalta el
hecho de que los apicultores mexicanos exportan a granel sin dar valor agregado
a su miel, el problema es que el año pasado el precio internacional bajo a 20 o
18 pesos por kilo, cuando en buenas épocas llega a 40 pesos.
“El ingreso –subraya--
cayó a la mitad, al final del período de cosecha se desplomaron los precios. A
muchos exportadores les cancelaron los contratos y otros se quedaron con miel
en bodega y esto fue en mucho debido a mieles adulteradas, hubo una sobreoferta
de miel. Aunque no vemos un impacto muy grande en volumen exportado, si lo hubo
en ingresos de los apicultores”.
El precio de la miel
–anota-- sube y baja de acuerdo con la demanda de oferta internacional y eso
genera mucha incertidumbre a la actividad, por lo que la investigadora sugiere
que se trabaje en comercializar mieles clasificadas por origen floral, que
daría un valor adicional al producto y el apicultor tendría un ingreso directo.
Al referirse a la
adulteración, expone que ésta no la hacen los apicultores. Cuando se usan
jarabes de azúcar o alta fructosa es fácil de detectar, pero hoy se habla de
miel asiática hecha de jarabe de arroz, pero no sabemos cuáles son las vías
exactamente por donde entran, la cual se mezcla con la nacional y solo se
detecta cuando llega a países de la Unión Europea.
La investigadora expone
que aun cuando en el país hay restricciones de ingreso de mieles, aun no
tenemos herramientas para detectar la adulteración con jarabe de arroz. Una
propuesta es que se realicen análisis de resonancia Magnética Nuclear (RMN)
para hacer estas evaluaciones, pero aún está en proceso de implementarse en
laboratorios oficiales.
En tanto, refiere los
compradores cada vez ponen más trabas, antes hablaban de antibióticos,
acariciadas, granos de polen de organismos genéticamente modificados. Ellos tienen
laboratorios mejor equipados que los nuestros y lamentablemente cuando sucede
algún incidente, no tenemos con que soportarlo.
Aprovechar más productos
que aporta la colmena
En México tenemos dos
millones de colmenas, que producen miel, pero no estamos aprovechando que se
puede obtener polen, jalea real, ceras o propóleos, lo cual se refleja en que
de los 19 mil apicultores que hay en la Península de Yucatán, ni 2%
comercializa estos productos, puntualiza Yolanda Moguel.
Por ejemplo, añade, en el
polen que tiene un buen precio en el mercado nacional y hay demanda en el
ámbito internacional, tenemos la capacidad de producir más y no lo estamos
haciendo y lo que se hace es muy artesanal.
Hoy todo lo que es
saludable para el ser humano tiene mayor valor. “Si consumimos polen
tendremos el beneficio no sólo de las proteínas, vitaminas o minerales que
contiene, sino que todos los fitoquímicos ayudarán al organismo a evitar cierto
crecimiento de microorganismos o envejecimiento celular o eliminar radicales libres
en las células; no estoy hablando de que combaten cáncer, sino que eliminan
esos radicales y así mantenemos sano al cuerpo”.
La jalea real es otro
ejemplo de productos benéficos para la salud, ya que puede mantener la presión
arterial; no disminuirla. Igual en cera en greña tenemos gran potencial de
producción.
La investigadora del
INIFAP asevera que también sabemos que hay muchas plantas medicinales en campo
con alguna propiedad farmacológica, donde las abejas pecorean, por lo que
trabajamos en analizar estas mieles, que pueden contener algún compuesto
químico que ayude a nuestra salud.
Moguel Ordóñez recalca
que todos estos descubrimientos sirven de base para crear nuevos productos,
tratamos de impulsar que el apicultor no se quede con uno solo y pueda tener un
mayor ingreso mediante esta diversificación.
Por otra parte, la
investigadora refiere que otros grandes problemas en la Península de Yucatán
para las abejas han sido las variaciones de clima, que mueven las épocas de
floración; y la aplicación de agroquímicos en cultivos cercanos a las colonias
de abejas, ya que hemos encontrado gran mortandad de éstas.
Hace énfasis en que el
apicultor requiere capacitación y las instituciones, como el INIFAP, tenemos
que apoyarlos con buenas herramientas para que hagan ciertos cambios en sus
prácticas productivas y desarrollen de la mejor manera su actividad productiva.
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Producción de
miel de abeja
-En 2019 México produjo
61.9 mil t; de las cuales Yucatán aportó 9,810 t; Campeche 7,520; Jalisco 5,948
y Chiapas 5,500 (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera)
-Los principales
compradores de la miel de la P. de Yucatán son Alemania, Bélgica e Italia
Ernesto
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