•El
gobernador acompañó a la titular de la Segob en el acto de reconocimiento de la
responsabilidad del Estado mexicano por el agravio cometido contra Ana,
Beatriz, Celia y Delia, por elementos de la Sedena en 1994
•El
caso se mantuvo en total impunidad, ignorando por 18 años las recomendaciones
de la CIDH
El gobernador Rutilio Escandón Cadenas
acompañó a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y al
subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas
Rodríguez, quienes a nombre del Estado Mexicano ofrecieron una disculpa pública
y reconocimiento de responsabilidad a las hermanas Ana, Beatriz y Celia
González Pérez y su madre Delia Pérez, quienes fueron violentadas y agraviadas
por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en el año 1994,
caso que se mantuvo en total impunidad, ignorando por 18 años las
recomendaciones de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
En el municipio de Ocosingo, la titular
de la Secretaría de Gobernación (Segob) expresó en su mensaje traducido en
maya-tseltal: “A Ana, Beatriz y Celia González Pérez les ofrezco una disculpa
por haber sido detenidas, violadas y torturadas sexualmente; y a su madre Celia
Pérez por la detención ilegal y el agravio sufrido por haber atestiguado en
contra de sus hijas; ofrezco una disculpa por la falta de investigación, la
búsqueda de justicia, reparación del daño y la violación del artículo 8º de la
Convención Interamericana relacionado a condenar la tortura sexual, como una de
las formas más aberrantes de un sistema patriarcal que debe ser desterrado”.
Tras mencionar que este hecho atravesó
una triple violencia estructural: ser mujeres, ser indígenas y ser pobres,
Sánchez Cordero asumió el compromiso de restaurar, en la medida de lo posible,
este hecho lamentable para que no quede impune y se haga justicia, lo cual se
les debe a ellas y a todas las mujeres indígenas del país. Del mismo modo,
reconoció la valentía con que han afrontado este suceso, que fue parte del
abandono institucional y la marginación social de los pueblos y comunidades
indígenas, colocados en una situación de extrema vulnerabilidad.
“Quiero expresar mi admiración por su
incansable lucha, por el reconocimiento de su dignidad e integridad como
mujeres, a través de procesos de verdad, justicia y no repetición; han tomado
la voz de muchas mujeres indígenas que han vivido situaciones similares en
contexto de conflictos armados a costa de la estigmatización, la pérdida de
identidad y la expulsión de sus comunidades. ¡Ni una más, niña o mujer indígena
violentada en sus derechos humanos!”, acotó.
Al hacer uso de la palabra, Delia Pérez
enfatizó que lo sucedido a sus hijas no es mentira, por lo que exigió a las
autoridades lleven correctamente este caso; asimismo, Ana manifestó el gran
coraje que aún siente porque no se ha resuelto: “No quiero que sea el único que
resuelvan, hay muchas mujeres que lo han sufrido. Desde que me violaron no soy
la misma, tengo mucho dolor en el corazón”.
En tanto, Celia y Beatriz también
reclamaron justicia. Pidieron a quienes sufren de algún tipo de violencia que
no guarden silencio y alcen la voz. “Venimos de buena fe pero muy enojadas.
Esto que se lleva a cabo hoy es como si viniera un carro a recolectar la
basura, y por lo tanto le pido a las autoridades que vengan y se lleven toda
esta basura que nos está matando”.
Cabe mencionar que el subsecretario de
Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, relató el
“Caso Hermanas González Pérez”, ocurrido el 4 de junio de 1994, cuando a Ana,
Beatriz, Celia y su madre, Delia, las detuvieron en un retén del municipio de
Altamirano, donde, ilegalmente, fueron privadas de su libertad, separadas,
golpeadas y violadas por elementos del Ejército Mexicano.
“No se puede ignorar el contexto de
estos agravios, pues parten de una ofensiva del Estado mexicano y se dio en una
coyuntura de persecución y represión a toda persona que se considerase
participante del movimiento armado, no se trató de un hecho aislado. El
Gobierno de la República reconoce las deudas pendientes con las víctimas, asume
su responsabilidad y los compromisos derivados para cumplir las obligaciones de
investigar, castigar a los responsables y pagar los agravios ocasionados a
ellas”, apuntó.
Al respecto, el gobernador Rutilio
Escandón Cadenas subrayó el valor de las hermanas González Pérez y su madre en
esta lucha, y destacó que este acto implica reconocer el histórico abandono y
atropellos que las comunidades indígenas han padecido, principalmente hacia las
mujeres. “Por ello, desde el Gobierno del Estado refrendamos el compromiso de
acercar la justicia y garantizar sus derechos, para que ninguna niña o mujer
indígena vuelva a sufrir este tipo de agravios, y que tengan la garantía de que
las instituciones están de su lado”.
Estuvieron presentes: la titular de la
Unidad de Igualdad de Género de la Fiscalía General de la República, Marisol
Nashiely Ruiz Ruvalcaba; la especialista de la Secretaría Ejecutiva de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Beatriz Affonso, así como
representantes de organizaciones civiles y sociales, y medios locales,
nacionales e internacionales de comunicación.
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