Por:
Gonzalo Egremy
FOTO DE: Notimex |
SISMOS Y LLUVIAS
+Ningún aparato inventado, hasta hoy, y
nadie, puede pronosticar hora, fecha, lugar y magnitud de sismos; los anuncios
solo causan más temor.
+La coincidencia es que en el
presente mes de septiembre, al menos en los últimos años, se han registrado
muchos más movimientos telúricos.
.-Ayer de nuevo, temprano, la naturaleza
“columpió” esta región con un sismo de 4.7 grados, con epicentro a 57 kilómetros
al suroeste de Huixtla.
Horas después, el vecino estado de Oaxaca,
también fue “hamaqueado” por fuerte temblor de 5 grados en la escala de
Richter.
Según
el medio digital Forbes, “México es un amplio laboratorio sismológico.
Tan sólo en los últimos 12 años (hasta el
2015), el Servicio Sismológico Nacional reportó 16,540 sismos en la República
Mexicana con magnitud igual o superior a 3.5 grados en escala de Richter.
Es decir que en este país se registran
casi cuatro sismos por día dentro de ese rango de magnitud.
Así lo revela Víctor Manuel Cruz Atienza,
investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), en su libro “Los Sismos. Una amenaza cotidiana”.
De acuerdo con datos publicados por el
especialista, en México los sismos no se distribuyen de manera homogénea, pues
hay regiones en que las características del suelo no permiten que ocurran
fenómenos naturales, en comparación con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, en donde
ocurren aproximadamente 80 por ciento de los terremotos.
Nuestra entidad, concretamente esta región
de la Costa-Soconusco, ha sido escenario de los epicentros de temblores de gran
magnitud.
Recordemos el de la mañana del 7 de julio
del 2014 que dejó un saldo de al menos tres personas muertas y miles de
viviendas, escuelas y demás infraestructura dañada parcial o totalmente.
Igual ocurrió con el del 7 de septiembre
del año pasado 2017, que devastó muchísimas más casas-habitación y escuelas,
que aún hoy no están reparadas ni los damnificados atendidos.
Y
es que los sismos de diversas magnitudes y duración, así como las lluvias se
siguen registrando en esta región, causando afectaciones.
Los avances tecnológicos, en los teléfonos
celulares que todo mundo trae, hacen que la información sobre los fenómenos
naturales y sociales “corran a la velocidad de la luz”.
Tecleamos que “Ni bien ha terminado un
sismo, cuando los teléfonos celulares empiezan a “sonar” con los mensajes de
whatsapp, reportando el fenómeno y hasta la información del Servicios
Sismológico Nacional y fotografías.
La comunicación masiva a través de ese
medio, al menos para los casos de sismos y lluvias, es aplaudible y beneficioso
porque tranquiliza a los familiares de qué nada malo le ha ocurrido a sus
parientes.
Afortunadamente la mayoría de temblores
(miles) en esta región, aun cuando se han registrado seguidos, no han causado
desgracias personales ni materiales; a excepción del 7 de julio 2014 y del 7 de
septiembre 2017.
Casi no existe una zona en el mundo en donde no se haya registrado un
sismo con fatales y funestas consecuencias para la vida y en lo material.
Los últimos terremotos más devastadores,
es Nepal, Japón, Haití, Turquía, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Filipinas,
Indonesia, India.
Y la capital de nuestro país, México, en
1985 y con menor magnitud, en la misma fecha, 19 de septiembre del año pasado
2017.
El de 1985 devastó la Ciudad de México con
la destrucción de sinnúmeros de edificios y viviendas y miles de muertos.
De acuerdo con autoridades de México y
Guatemala, en la zona de epicentros de los últimos temblores, convergen dos
placas geológicas.
Instituciones de estudios sismológicos, Universidades
y Protección Civil, han instalado aparatos, en Ciudad Hidalgo y en Unión
Juárez, para el análisis de los epicentros e intensidades de los temblores.
Como todo fenómeno natural que afecta y
daña la vida y el patrimonio, los sismos provocan temor entre la colectividad.
Es difícil para el hombre no sentir miedo
a la “furia” de la naturaleza, sin embargo, siempre surge la solidaridad y
fraternidad en momentos críticos.
Y a la par de los sismos, la temporada de
lluvias se desarrolla en toda la zona de la Costa-Soconusco, e inclusive en
otras regiones del estado como ocurrió en Tuxtla en donde ocasionó daños
materiales.
Y es que en Tapachula y en gran parte de
la región, así como en otros lugares de Chiapas, ha llovido fuerte y con mucho
viento.
Todas las oficinas relacionadas con los
servicios meteorológicos, del agua, de salud, de seguridad, de rescate y
emergencias, se encuentran en estado de alerta por la presente temporada de
lluvias y ciclones.
Entre los constantes sismos, lluvias, el
“Mar de Fondo” y las cenizas de volcanes en actividad, como los de Guatemala,
es lógico que el temor se generalice, porque el miedo a las consecuencias de lo
desconocido está en nuestra naturaleza humana, ¿no cree usted?//Salud.
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