A LA CALLE A BUSCAR HISTORIAS
Por Armando Rojas Arévalo
GISELLE:
Atiendo con gusto la invitación de mi colega AMET SAMAYOA, editor del periódico
Ultimátum, de Tuxtla Gutiérrez, para estar mañana martes en los eventos con que
se celebrará el primer aniversario del diario. Aunque un poco cansado por
tantos viajes en las últimas semanas, será grato para mí saludar y felicitar al
personal de ese cotidiano al que vi nacer y desde el primer día de su aparición
publica mi columna.
Tiempos
difíciles el del periodismo en México. Por un lado, la persecución contra los
periodistas; por el otro, que a estas alturas no se sabe cuál será la relación
prensa-gobierno en la administración de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR; empero,
una cosa sí es segura, y aunque es dolorosa para muchos periódicos que viven de
la compra de espacios por parte del gobierno porque se acabará con el
despilfarro, esa nueva relación obligará a los medios a modernizarse y ser más
libres. A algunos periodistas que viven de la facturación onerosa por prestar
“servicios” a diversas instancias del gobierno, les ha parecido “increíble” que
AMLO vaya a centralizar su política de Comunicación Social, y hasta dicen que
eso limitará la libertad de expresión porque habrá censura. Ojalá no la haya, y
para eso todos los que nos dedicamos a esta profesión estaremos alerta.
Teóricamente
los medios a mejorarán sus contenidos explorando los asuntos que la prensa “de
antes” ocultaba o trataba de soslayo, y descubrir las verdades que se mantienen
inéditas. Ojalá AMLO comprenda que sus medidas, austeras y duras para
publicaciones y periodistas que vivían del erario, dará nacimiento a una nueva
etapa que beneficiará a los medios, los lectores y al gobierno. Vaya, cambiarán
las reglas. Que haya “piso parejo”.
Ahora
los medios tendrán que sobrevivir por sí, no porque el gobierno vaya a
resolverles sus problemas financieros como ha sucedido hasta el momento.
Tendrán que valerse de la circulación y la venta libre de sus espacios,
independientemente de actualizarse. Basta de boletines oficiales. Más
investigación sobre los temas que a la sociedad interesa o aqueja. Hacer
periodismo de calle. Se acabaron las oficinas de prensa.
Hoy
se les exige a los reporteros que lleven equis cantidad de notas, cuando deben
de exigirles calidad en su información.
CON
LÓPEZ OBRADOR se inaugurará una nueva etapa en la relación gobierno-medios.
Sabe la penetración de las redes, porque las ha usado y seguramente serán su
fuerte. Por algo aquello de “¡benditas redes sociales!”
El
10 de abril de este año -2018- se aprobó en el Congreso la conocida como “Ley
Chayote”, que le permitirá al Gobierno federal seguir gastando en medios de
comunicación a su antojo y sin control. Fueron los votos del PRI y sus partidos
asociados, los que se impusieron para aprobar la iniciativa. El actual Gobierno
ha gastado ya más 40 mil millones de pesos en medios, y cerrará en cerca de 60
mil millones. Ese dinero se utiliza, por supuesto, para comprar la
línea editorial de la prensa mexicana, vía “publicidad”.
En
cuatro años, la administración de Enrique Peña Nieto incrementó 31.21 por
ciento su gasto en anuncios de medios de comunicación: pasó de los 8 mil 154
millones de pesos en 2013 a los 10 mil 699 millones de pesos en 2016. El
informe "Libertad de expresión en venta", realizado anualmente por
Fundar y Artículo 19 señala que PEÑA NIETO gastó más de 14 mil millones de
pesos en propaganda en los primeros dos años de su sexenio.
Como
se manejan las cosas de la política de comunicación social, desde el Presidente
pasando por los gobernadores, alcaldes, diputados,
etcétera, reparten cientos de millones de pesos del dinero estatal
en publicidad cada año, dinero que distribuyen a los medios de comunicación
favoritos. Según los ejecutivos y editores involucrados en las negociaciones,
algunos secretarios de prensa del Gobierno exigen abiertamente una cobertura
positiva de las organizaciones de noticias antes de firmar un contrato
publicitario.
Lo
anterior lleva a un panorama mediático en el que los funcionarios federales y
estatales deciden las noticias, señalando lo que se debe o no publicar. Eso
todos lo sabemos.
Durante
2013, 27 estados del país gastaron 5 mil 639 millones de pesos en publicidad
oficial. Las organizaciones civiles advierten que, si se suman los gastos
federales, se documenta un total de 13 mil 640 millones de pesos. Dos casos que
destaca el informe de Fundar y Artículo 19, son los de MANUEL VELASCO COELLO y
RAFAEL MORENO VALLE, gobernador de Chiapas y ex gobernador de Puebla,
respectivamente. El primero fue protagonista de una campaña propagandística a
nivel nacional a través de la revista Cambio, misma que no ha podido ser
transparentada. Y el segundo, responsable de violar la ley al promocionar su
informe de labores fuera de su entidad.
A
los medios y periodistas que han vivido hasta hoy del erario les será difícil
ajustarse a las nuevas reglas, pero desembocarán en un periodismo más libre,
más crítico y de más calidad.
El
Internet y las redes rompieron las fronteras geográficas y hoy es posible tener
noticias casi en tiempo real. Los medios impresos no pueden competir con ellas
en la instantaneidad y la pluralidad. En consecuencia, deben optar por un nuevo
periodismo: El de la investigación. Salir a la calle, patear bote y conseguir
historias. No hay de otra. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ recomendaba a los noveles
periodistas: “Salgan de las redacciones y vayan a las calles a atrapar las
historias de los Fujimori, los Menem, los Collor de Melo”.
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