El nuevo obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez. Foto: Isaín Mandujano |
POR ISAÍN MANDUJANO , 7 JUNIO,
2018
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).-
Ante los próximos comicios locales y federales, los tres obispos de Chiapas,
Rodrigo Aguilar Martínez, Arnulfo Quintanar Monroy y Fabio Martínez Castilla,
obispos de San Cristóbal de Las Casas, Tapachula y Tuxtla Gutiérrez
respectivamente, denunciaron hoy la perversión del sistema político electoral
que ha causado divisiones y conflictos en las comunidades de Chiapas.
Señalaron que en la entidad
permea, en todos los ámbitos, la corrupción de autoridades locales, la compra
de votos, la coacción por los programas sociales, la propaganda engañosa, las
promesas falsas, la distribución de despensas y otras formas para condicionar
al votante.
Pero lo más grave, dijeron, es
que “se constata la intervención de la delincuencia organizada en la selección
o imposición de candidatos y la existencia de grupos armados ilegales al
servicio de intereses políticos, económicos o criminales”.
En un extenso análisis de la
situación actual, desde la mirada de comunidades y testimonios de la feligresía
católica, los tres obispos de Chiapas hicieron un llamado a los más de tres
millones 500 mil electores convocados a las urnas, a realizar un voto informado
y denunciar cualquier intento de pervertir más este proceso.
Pidieron a los electores y
feligreses a no moverse por el interés o la ganancia personal a la hora de
votar, sino ejercer la responsabilidad ciudadana procurar el bien común, la paz
que se fundamenta en la justicia y pensar en el bien de la gente, pero también
en el respeto a la naturaleza y en las generaciones futuras para que tengan una
sociedad sana y un contexto natural saludable.
Señalaron que se ha deteriorado
la dignidad de la actividad política al convertirla en ocasión de acceso a los
recursos públicos para el enriquecimiento personal, familiar o de grupo.
También que actualmente muchos
presidentes han endeudado a sus municipios, desviando el presupuesto,
sosteniendo las campañas de sus partidos e, incluso, distribuyendo en efectivo
los recursos del presupuesto, reforzando el ciclo de la pobreza y la
dependencia.
“Es evidente el enriquecimiento
ilegal y voraz de numerosos funcionarios, en contraste con los deficientes
servicios públicos que deberían beneficiar a la población. Existe una
corrupción presente en los diferentes sectores de la sociedad, pero que tiene
su principal raíz y manifestación en numerosas entidades gubernamentales”,
dijeron los obispo en su carta “Ante las elecciones 2018”.
Señalaron que el pueblo percibe
que las reformas estructurales y la política neoliberal han resultado en mayor
costo de la gasolina, el gas, la electricidad, la canasta básica; y en el
deterioro de los servicios de salud, educación y que existen caciques políticos
que se han centrado en el beneficio de su familia, o imponen sus propios
candidatos.
Agregan que es del dominio
público que hay funcionarios y candidatos con historial delictivo
(proliferación de la droga, las cantinas, trata de personas, etc.), que cuentan
con protección de funcionarios gubernamentales.
“El sistema de partidos
políticos ha sido causa de divisiones y conflictos en las comunidades y los
pueblos por la corrupción de autoridades locales, la compra de votos, la
coacción por los programas sociales, la propaganda engañosa, las promesas
falsas, la distribución de despensas y otros objetos para condicionar al
votante, etc.”, dice en la misiva enviada.
Precisan que la impunidad hace
que se sigan cometiendo delitos electorales para ganar a toda costa y que se
constata la intervención de la delincuencia organizada en la selección o
imposición de candidatos y la existencia de grupos armados ilegales al servicio
de intereses políticos, económicos o criminales.
“La población tiene miedo o
desconfianza de denunciar ante las autoridades, pues duda que actúen en defensa
de los intereses del pueblo. Ante esta realidad, nuestra responsabilidad como
pastores es estar siempre al servicio del pueblo, para acompañarlo desde la fe
en su búsqueda de bienestar y liberación de todo lo que daña su vida, sabiendo
que la Iglesia está convocada a ser “abogada de la justicia y defensora de los
pobres”, como lo expresan los Obispos de América Latina, y que “la política es
una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los
laicos cristianos deben trabajar en política”, dijeron los obispos.
Hicieron un llamado a la
concordia, invitando a todos los partidos y sus candidatos, así como a los
seguidores o simpatizantes, a no radicalizar las posturas ni violentar a la
población. Pues “una elección con violencia no es democracia, es una
dictadura”.
“Llamamos a conocer cómo ha sido
el comportamiento y el trabajo de los candidatos, para votar por personas que
no tengan antecedentes delictivos, o haya sido ya funcionario público y quiera
reelegirse, pero ha robado o ha dejado obras inconclusas”, dice la carta.
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