JUDAS EN BUSCA DE IMPUNIDAD
Por Armando Rojas Arévalo
KARLA:
Ojalá –con suspiros anhelantes- siempre fuera tiempo de campaña electoral. No
precisamente porque me guste o quiera escuchar las sandeces, las promesas y el
fastidioso bla bla de los candidatos, sino porque el gobierno, tal vez pensando
que eso acarreará votos al candidato del sistema, se esmera por aprehender a
los líderes del crimen organizado y a dar curso expedito a expedientes que han
permanecido sumidos en el polvo.
Después
de esta breve reflexión, la victoria de AMLO es irreversible. Mala noticia a
los que temen que revivan FIDEL y CHÁVEZ. Los cálculos de
encuestadoras pronostican que ganaría en 28 estados y tendrá mayoría
en el Congreso.
En
alguna ocasión me pregunté: ¿Qué, de veras LÓPEZ OBRADOR es “el más trinchón” y
encarna al líder que México requiere a gritos? Y la respuesta es la que ya
muchos han anotado desde hace tiempo: No es él, es el hartazgo de la gente por
la ofensiva corrupción la que ha llevado a la sociedad a estar con él. Nomás,
como dicen los españoles, por joder. Sabe la ciudadanía que a AMLO lo han
considerado el “enemigo de México” y que toda la campaña de sus adversarios ha
girado en las descalificaciones en torno a su persona, y por ello se ha
solidarizado con él.
Claro,
no hay que perder de vista que al verlo crecer tanto, muchos políticos que han
vivido y enriquecido en el poder se arrimen y se aferren a él como si fuera una
tabla de sobrevivencia. De todo hay en la viña del Señor. Ojalá no sea el
regreso de los viejos tiempos, porque la sociedad que lo llevaría al triunfo
será su más encarnizada juez.
Hay
cosas que en lo personal no me agradan de LÓPEZ OBRADOR. Una, quizá la
principal, es que en su afán de llegar al poder haya pactado con personajes que
no son leales ni a sí mismos y busquen impunidad. Cosa del clientelismo
político, o mejor dicho de la praxis política.
Uno
de esos personajes –hay otros que tienen nombre y apellidos- es el gobernador
de Chiapas, MANUEL VELASCO COELLO, quien traicionó a quien lo hizo y lo
protegió, traicionó al pueblo que creyó en él y será el Judas que lo venda. De
eso no hay duda, como tampoco hay duda que este personaje, mal gobernador, le
dio la espalda a JOSÉ ANTONIO MEADE horas más tarde que le juró fidelidad y
solidaridad y asestó una puñalada trapera al candidato priista al gobierno
local ROBERTO ALBORES GLEASON, so pretexto que no es el hombre idóneo para
sucederlo.
VELASCO
COELLO quería que el PRI postulara a su incondicional EDUARDO RAMIREZ AGUILAR,
presidente del PVEM chiapaneco, miembro distinguido de su nefasta cofradía, y
en las posteriores “negociaciones” dijo si no era él que fuera FERNANDO
CASTELLANOS, ex alcalde de la ciudad capital. El PRI –PEÑA NIETO- le respondió
que ya era tarde para cambiar de estafeta, por lo que, furibundo por el
despecho, dio instrucciones a sus testaferros para que el Verde y los dos
partidos –Chiapas Unido y Chiapas Morado- creados por él y su mamá nominaran a
FERNANDO CASTELLANOS, quien hoy penosamente ya anda en campaña.
¿A
qué le tira VELASCO COELLO? En su edición de hoy el diario Contrapoder que se
edita en Tuxtla Gutiérrez, se pregunta si es miedo a la justicia o
el sueño de ser el poder tras el trono. La respuesta es
que ambas. El pueblo lo quiere juzgar porque su mal gobierno lo merece, y sabe
que teniendo a un gobernador de utilería que puede manejar a su antojo tiene
protección política.
El
periodista local y escritor reconocido allá y aquí, OSCAR PALACIOS, comenta en
su columna: “El maquiavelito que ha dejado en la ruina en la entidad
realizó una buena jugada—porque es un juego, aunque sucio, la política del
verdelincuente—al distraer la atención pública con el “Zanja negra”,
alias Eduardo Ramírez Aguilar como el paladín de la democracia, mientras
cuidaba que no tocaran ni con el pétalo de una rosa a su intimísimo amigo de íntimas
intimidades, el guapo Fer, quien como impuesto alcalde tuxtleco dejó más
negativos que positivos”
Las
“lealtades” de estos especímenes se pusieron de manifiesto hace unos días, al
inicio de la campaña de FERNANDO CASTELLANOS, cuando éste pidió votar por el
PVEM para la gubernatura y por ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR por la Presidencia,
cuando entre el PVM y el MORENA no hay ninguna alianza, más que los pactos en
lo oscurito entre El Peje y el Gobernador y su abuelo.
La
actitud de VELASCO COELLO sumió al PRI chiapaneco en una severa crisis;
incluso, en las redes y amigos columnistas de la ciudad de México que tienen
acercamiento y vínculos con él, esparcieron la versión de que ALBORES GLEASON
estaba dispuesto a renunciar. De cierto no lo sé, pero lo que es indudable es
que la estrategia del gobernador le dio mal resultado. ALBORES GLEASON recibió
el contundente espaldarazo de la dirigencia nacional del PRI y salió
fortalecido. El priismo se solidarizó con el candidato y con el grito “ni se
raja ni renuncia”, la gente lo está siguiendo. Los chiapanecos quieren en la
cárcel a VELASCO COELLO, por sus ofensas y su ambición desmedida.
DE
OTRAS COSAS, PERO a propósito de “lealtades”, otro que encarna la infidelidad
política es VICENTE FOX. El ex presidente afirmó que su apoyo no es solo al
candidato del PRI, JOSÉ ANTONIO MEADE, sino también a RICARDO ANAYA. “Yo estoy
apoyando a dos candidatos, Anaya y Meade; estoy francamente en contra del
populismo, del demagogo, quien engaña a los mexicanos, quien nos está recetando
el mismo tipo de campaña que hace Hugo Chávez y que hacen los populistas de
América Latina”, aseguró a JORGE RAMOS en Univisión.
P.D.
Un periodista chiapaneco respondió al leer otra de mis columnas sobre la
entidad: “Usted no vive aquí, por eso no teme”. Le digo: Aquí, a mil 200
kilómetros de distancia, o allá, a tres cuadras del Palacio de Gobierno, soy el
mismo. No me tiemblan las corvas.
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