NADA
QUÉ CELEBRAR EL DÍA DEL NIÑO; COMO NUNCA ANTES LOS PEQUES ENFRENTAN UNA BRUTAL VIOLENCIA POR TODOS LOS FRENTES
•Entre 2006 y 2014, se registraron cerca de 2 mil
asesinatos de niños y niñas adolescentes.
•Hay mil 498 casos de desaparecidos de niñas, niños y adolescentes en el Estado
de México, le sigue el estado de Puebla con 647 casos, Tamaulipas 572, Nuevo León 424 casos
Como nunca antes nuestra niñez enfrenta
una brutal violencia por todos los frentes, y no hay espacios que los pongan a
salvo: por un lado bombardeos con spots publicitarios de una voraz industria de
comida chatarra y bebidas azucaradas, borrando de su dieta su alimentación
tradicional que los lleva a una enfermiza gordura ydesnutrición, a su vez a una
talla baja, principalmente en el sureste del país; por otro lado la violencia
intrafamiliar y para acabar con el cuadro, la violencia del crimen organizado.
Entonces ¿qué celebrar en este día del niño?
Un negro panorama cómplice de los tres
niveles de gobiernos en turno quienes ignoran a los casi 40 millones de niños,
niñas y adolescentes menores de 18 años (35% de la población del país, datos de
la UNICEF) y donde la desnutrición crónica en menores de 5 años es alta (13.6%),
el doble (27.5%) en las áreas rurales del sur; y se agrava con una prevalencia
de sobrepeso y obesidad altas, cercanas a 35% entre los menores de 5 años y los
adolescentes.
Por ello, especialistas endocrinólogos
lamentan que en 15 años, México pasó de tener un 37 por ciento de niños
desnutridos que entraron a primero de primaria a tener un 35 por ciento de
niños obesos; y ahora tibiamente se está tratando de iniciar campañas para
resolver esta sobrenutrición, que es en su mayoría, exceso de calorías, pero
déficit en proteínas.
Un problema de contrastes en el país,
pues mientras en el norte se tiene un estilo de vida diferente, con mayores
atenciones en todos sentidos, comenzando por la alimentación y vigilancia
médica; en el sur, la mayoría compuesta por campesinos e indígenas, los
problemas se agravan por la falta de empleo, atención médica, enfermedades,
características de las zonas pobres y en consecuencia desnutrición aguda.
Para el doctor Raúl Calzada, Jefe del
Servicio de Endocrinología en el Instituto Nacional de Pediatría y titular de la
Academia Mexicana de Pediatría, la desigualdad la podemos ver de la siguiente
manera: mientras que en el norte del país, un nueve por ciento de la población
tiene talla baja, en el sur es peor, “estamos hablando del 37 por ciento en el
sureste, y estamos hablando hasta del 60 por ciento en la costa sur del
pacifico.”
Arturo Ayala, médico del Centro
Pediátrico del Crecimiento, también coincidió al abundar que por lo menos tres
de cada 10 niños presentan algún problema de talla baja, que en algunos casos
se solucionan con corregir estilos de vida como alimentación, sueño y actividad
física, pero otros requieren de atención especializada.
Armando Blanco es otro endocrinólogo
quien también coincide al explicar que un niño de la sierra de Oaxaca, con promedio
de estatura apenas de 1.50 metros, así se queda (cuando deberían llegar a 1.76mts),
esto debido a que han perdido 26 centímetros por generaciones; pero si de niños
migran a una ciudad o Estados Unidos como tradicionalmente lo hacen, donde se
desarrollan en otras condiciones, logran ocho centímetros más de estatura, y
los hijos de éstos suman otros ocho más,con lo que restituyen los 1.76 en dos
generaciones.
En este sentido, puntualizó el
endocrinólogo, “la herencia es de 1.76, lo que sucede es que no se ha podido
expresar lo que deben de crecer porque la nutrición se los impide, entonces
muchas poblaciones de estatura baja, son bajos porque el medio ambiente no les
permite alcanzar la estatura”.
Están convencidos que el crecimiento o
desarrollo físico de los habitantes de una población es indudablemente un signo
de salud, que va íntimamente ligado con las condiciones económicas y en
consecuencia con una buena nutrición, que sin ellas detonan las enfermedades de
pobreza, desnutriciones agudas y bajo desarrollo.
En consecuencia si en nuestro país mejoraran
las condiciones sociales, las condiciones económicas, las condiciones de salud
y de nutrición, subiría la media del desarrollo físico de los habitantes.
Lamentablemente nuestros políticos y gobernantes velan única y exclusivamente
por sus intereses y los del grupo en el poder.
De la violencia, sálvese quien pueda
Otro rubro que acecha a la niñez es el
de la violencia, las estadísticas ponen los pelos de punta pues de acuerdo con
la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), cada día en algún
lugar son asesinados 3 niños y 4 desaparecidos; según datos de la sociedad
civil presentados a la CIDH, entre 2006 y 2014, se registraron cerca de 2 mil
asesinatos de niños y niñas adolescentes, de los cuales la mitad se dio en el
curso de enfrentamientos que involucraron la participación de las fuerzas de
seguridad.
A este tenebroso escenario se suma la
violencia de género que afecta a niñas y adolescentes ya que, según datos
oficiales (que hay que tomarlos muy conservadoramente) en lo que respecta a
delitos sexuales 4 de cada 10 víctimas tenían entre 0 y 19 años; por cada 10 víctimas
en este rango de edad 8 eran mujeres y dos hombres.
Pero eso no es todo, también hay que agregar
las desapariciones de pequeños, que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto
ocurrieron el 72. 3 por ciento de este tipo de secuestros no esclarecidos, en
contra de niños y adolescentes, de las cuales 872 se registraron solamente en
2017.
Curiosamente, es el Estado de México, de
donde es Enrique Peña, la entidad que registra el mayor número de
desapariciones en el país, el organismo dice que uno de cada 4 desapariciones
ocurren en esa entidad: tenemos entonces que a julio de 2017 se registraron mil
498 casos de desaparecidos de niñas,
niños y adolescentes en el Estado de México, le sigue el estado de Puebla con
647 casos (10.6 por ciento), Tamaulipas 572 (9.4 por ciento), Nuevo León 424
casos (7.0 por ciento).
Por lo arriba detallado, y según cifras
oficiales, niños y adolescentes corren más riesgos de ser desaparecidos si se
encuentran entre los 13 y 17 años de edad; esto es debido a que 8 de cada 10
niñas y jóvenes desaparecidos se encuentran en ese rango de edad. En varones
esta proporción es de 7 de cada 10.
En conclusión, el telón de fondo es un pacto
de impunidad entre gobernantes y la delincuencia llámese de cuello blanco,
común u organizada, que se ve claramente en casos como el de Sonora, en el cual
se evidenció la venta de niños y adolescentes; el caso de Veracruz, en el que
administraron falsos tratamientos a niños con cáncer; el caso de Puebla, el
cual sigue sin hacerse justicia por el homicidio del niño indígena José Luis
Chalchihuapan; el caso de Chiapas, en el que más de dos mil niños de Chenaló
fueron desplazados por grupos paramilitares; Ciudad de México donde no se ha
responsabilizado a ningún funcionario capitalino por la muerte de 19 niños en
el Colegio Rebsamen; y la separación familiar de niños y niñas que viven en la
calle a causa de la pobreza…
Son los invisibles de los últimos cinco
sexenios dominados por escándalos de corrupción, componendas y sistemática
violación a los derechos humanos e impunidad, que tiene paralizada a la
población.
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Fernando Aguilar Juárez
044 55 31 90 12 16
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