EL
GRAN PERDEDOR DEL DEBATE Y LA ALIANZA PRI-PAN
•La sugerencia de Castañeda ha empezado a cimbrar a
la estructura priista
Bastante claro quedó que el gran
perdedor del primer debate presidencial, y quizás de las elecciones del primero
de julio próximo, fue José Antonio Meade Kuribreña, el abanderado del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), hecho que ha metido al longevo instituto
político en un verdadero problema si se toma en cuenta la cada vez más fuerte
versión de que sólo le queda declinar por Ricardo Anaya, que va por el Partido
Acción Nacional (PAN). Uno de los primeros que habló de esa posibilidad es
Jorge Castañeda, el coordinador estratégico de la campaña del candidato
queretano, pues sólo así, considera, se podría vencer al enemigo común que es
Andrés Manuel López Obrador.
Lo cierto es que la sugerencia de
Castañeda ha empezado a cimbrar más a la
estructura priista y a la coalición Todos por México, ya que Ricardo Anaya,
también representa al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y al
Movimiento Ciudadano (MC). En principio, de llegarse a un acuerdo el que pinta
para más humillado es el mismísimo jefe máximo del priismo, el presidente
Enrique Peña Nieto, a quien se culpa de la persecución que padeció en los
recientes días el panista acusado de supuesto lavado de dinero, lo que calentó
el ambiente político al grado de que en el debate del domingo Anaya volvió a
arremeter contra el mandatario cuando le dijo a Meade “Responde sí o no: ¿Tu
jefe, Enrique Peña Nieto, ha gobernado con honestidad?. La pregunta quedó sin
respuesta, pero evidenció la gran enemistad entre quien tiene todo el poder y el
que se esfuerza, desde la oposición, en sucederlo.
La segunda cuestión va al mero corazón
del PRI y trata de la molestia que ha causado el asalto al partido cuya
dirigencia prácticamente se encuentra en manos de los tecnócratas seguidores
del candidato Ciudadano, malestar que se agravó con el trato dado al ex
secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al que a cambio de la
candidatura de Meade sólo se le premió con una posible senaduría plurinominal.
En este caso, no hay que olvidar que el PEJE salió del priismo y que no es
aventurado preguntar si los priistas tradicionales votarían por él o por
Ricardo Anaya si es que se concreta la sugerencia de Castañeda.
En este contexto hay que tomar en cuenta
que la idea de quien fuera titular de Relaciones Exteriores con Vicente Fox no
tiene nada de novedad. La alianza del PRI con el PAN existe por lo menos desde
1990 cuando –según Arnoldo Córdoba—la implementó Carlos Salinas de Gortari al
ver el avance impresionante de la izquierda en las elecciones de 1988, lo que
hizo que se cayera el sistema y se hablara de fraude contra Cuauhtémoc Cárdenas
Solórzano. Eran tiempos del siempre protagonista Diego Fernández de Ceballos.
Desde entonces –con altibajos—ha funcionado la relación entre los dos partidos.
Huellas de esa alianza se encuentran en
documentos de Wikeleaks analizados por Arnoldo Córdoba –historiador e ideólogo
de la Revolución Mexicana -- para concluir que muestran un “carácter perverso y
sucio” y el modo especial en que funciona. “Ahí no hubo acuerdos para siempre,
excepto uno: no dejar, jamás, que la izquierda llegara al poder. Todo lo demás
era negociable y nada se daría por garantizado.
Esa alianza, dicho en otros términos,
tiene un solo fin: impedir el triunfo de la izquierda en las elecciones
nacionales. Los relatos que pueden hacerse a partir de esos documentos nos
indican que los aliados eran, de verdad, enemigos en el campo de la lucha
política y que cada uno hacía por sus intereses y lo hacía despiadadamente, sin
importar si al aliado se lo llevaba entre las patas. Sólo se juntaban y la
alianza operaba cuando ambos sentían que el enemigo los amenazaba a los dos”.
Arnoldo Córdoba – padre de Lorenzo
Córdoba, el hoy presidente del Instituto Nacional Electoral (INE)-- escribió también
hace años que el momento llegaba cuando uno de los aliados se rezagaba a ojos
vistas y ya no podía aspirar a nada más. Sucedió con Madrazo y el PRI y todo
indica que otra vez con el PRI y Meade. “Es difícil no pensar en esta alianza
como una que se da entre rufianes, entre auténticos mafiosos para los que la
ley vale un comino y las instituciones del Estado no son más que viles
instrumentos de sus sucios enjuagues y trapacerías…”, asentó en su momento el
investigador de la UNAM.
Hoy estamos a casi dos meses de la
elección. Vuelve a mencionarse la alianza canibalesca. Sólo que, como indican
las encuestas, en esta ocasión ni con los votos del PRI sumados a los del PAN
estaría garantizada, como han asentado algunos medios, la derrota de Andrés
Manuel López Obrador.
DESDE
EL CENTRO
Entusiasmado por su buen desempeño en el
primer debate presidencial, el candidato del PAN, Ricardo Anaya, acudió ayer al
Tercer Foro Nacional de Lechería, que organizó en el Campo Marte su asesor para
cuestiones del agro Vicente Gómez Cobo. Ahí, el aspirante mandó el mensaje que
de ganar gobernará a favor del campo, aunque de seguro se refirió a los
agroempresarios pues no hay que olvidar que durante la docena trágica, cuando
el poder lo tuvo Acción Nacional fue este sector el más olvidado durante el
período 2000—2012. José Antonio Meade Kuribreña (PRI) no asistió y Andrés
Manuel López Obrador, de MORENA, envió a Víctor Villalobos, el ex responsable
de las Relaciones Internacionales de la SAGARPA y posible titular de la misma
en caso de que gane el PEJE en los comicios del primero de julio. Fue quien
atrasó con sus propuestas de políticas públicas en beneficio de los más pobres
del país, los productores agrícolas minifundistas; precios de garantía a los
granos básicos que desaparecieron con el neoliberalismo y, entre otros
planteamientos más, prioridad al consumo de leche mexicana ya que en la
actualidad miles de millones de litros se tiran diariamente a causa de que se da
preferencia al lácteo en polvo
importado, lo que ha dado al traste con la ganadería del sector social.
044 55 31 90 09 82
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