MÉXICO
LIBRE DE SARAMPIÓN
México libre de casos autóctonos de
sarampión, debido al programa de vacunación nacional: José Narro
Los 183 casos detectados desde 2000,
fueron importados, dice el funcionario.
El sarampión es una enfermedad altamente
contagiosa y mortal, principalmente entre la población vulnerable, por eso
cuando se dieron a conocer los cuatro casos detectados, tres en la ciudad de
México y uno en Baja California, de inmediato se prendieron los focos rojos en
la Secretaría de Salud; pero afortunadamente todo está controlado a decir del
organismo de salud.
Y cómo no preocuparse, pues uno de los
últimos brotes que sufrió México fue entre 1989-90 cuando se registraron más de
90 mil casos, con 8 mil defunciones, 4 mil fueron de menores de 5 años, lo cual
habla de lo devastadora que podría resultar una epidemia principalmente en las
zonas marginadas y con grado de pobreza, que a estas alturas es más de la mitad
de la población.
El Secretario de Salud José Narro
explicó que a “…los tres casos identificados en la Ciudad de México se suman a
otro identificado previamente en el estado de Baja California”, de esta
enfermedad altamente contagiosa que ha resurgido con intensidad, principalmente
en países del primer mundo como Estados Unidos y Europa.
El Sistema Nacional de Vigilancia
Epidemiológica (SINAVE) de la Secretaria de Salud identificó en la Ciudad de
México, tres casos, el primero corresponde a una mujer de 39 años de edad de
origen italiano, residente de la Delegación Benito Juárez; el segundo a un
menor de un año de edad, hijo de la mujer de 39, y el tercer caso corresponde a
una mujer de 48 años, quien cuida del menor, esta última es residente de la
Delegación Tlalpan. Los tres casos señalados fueron confirmados por el
Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológico (InDRE) y actualmente se
encuentran asintomáticos.
Pero esta enfermedad que se creía
erradicada resurgió con intensidad, principalmente en los países del primer
mundo; los especialistas achacan esto a la fuerza que están tomando grupos que
rechazan la vacuna y que están abiertamente en contra de las groseras ganancias
de los grandes laboratorios farmacéuticos.
Por ejemplo en 2017, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) registró 21 mil 315 casos de sarampión y 35
defunciones tan solo en Europa, 400 por ciento más que el año anterior (con 5
mil 273 casos). En 2017 los países más afectados en ese continente fueron
Italia (4 mil 803) y Rumania (4 mil 487).
Es todo lo contrario en el continente
americano, principalmente en los países en vías de desarrollo debido a que son
prácticamente obligados por los organismos internacionales de salud a aplicar
la vacunación masiva; es así que en lo que va de este 2018 se han notificado casos
importados en ocho países de las Américas: Antigua y Barbuda (1), Brasil (8),
Canadá (3), Estados Unidos de América (11), Guatemala (1), México (1) que
aumentó a cuatro, Perú (1) y Venezuela (159).
Entonces no hay de que alarmarse porque los
cuatro casos fueron importados no autóctonos, es decir, detectados en sujetos
que vienen del extranjero y en quienes se mantiene una vigilancia
epidemiológica para analizar contactos e identificar, en su caso, alguna otra
persona que pudiera haberse infectado, aseguró el Secretario de Salud, José
Narro Robles.
Recordó que los 183 casos detectados en
nuestro país desde el año 2000, han sido así, importados, porque desde 1996,
México está libre de casos autóctonos de sarampión, debido al programa de
vacunación nacional que protege a la población infantil desde el primer año de
edad, y con el refuerzo de una segunda dosis a los seis años, no hay
posibilidades de una epidemia.
Al encabezar el pasado 16 de marzo la
XIX Reunión Nacional Ordinaria del Consejo Nacional de Salud (CONASA), en
Acapulco, Guerrero, y ante los 32 representantes de la institución de salud en
la república y del representante de la Organización Panamericana de la Salud
(OPS), Gerry, Eijkemans, puntalizó: “…las campañas nacionales de vacunación en
México ha sido la manera más efectiva para controlar enfermedades… como el
sarampión”.
El sarampión puede prevenirse a través
de la vacunación, sobre todo teniendo coberturas altas entre la población. El
grupo más susceptible de adquirir esta enfermedad es el de los niños pequeños y
las mujeres embarazadas que no han sido vacunados.
¿Cómo
se transmite y cuál es su tratamiento?
Los síntomas del sarampión cambian
conforme se desarrolla la enfermedad. El primer signo es la fiebre alta que
dura entre 4 y 7 días, y se presenta después de 10 o 12 días de estar en
contacto con el virus. Durante la fase inicial del sarampión puede haber
congestión nasal, tos, ojos rojos y con secreciones y manchas blancas en la
parte interior de las mejillas.
Posteriormente se produce exantema, es
decir, una erupción rojiza en la piel que dura de 5 a 6 días e inicia en la
cara y parte superior del cuello, se extiende hasta cubrir el cuerpo en un
periodo aproximado de 3 días y luego desaparece.
Pero hay que tener cuidado porque el
sarampión puede tener complicaciones graves, incluso ser mortal. Algunas de las
complicaciones son neumonía, encefalitis, diarrea grave e infecciones del oído
y respiratorias.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en
una persona infectada con sarampión, el virus se encuentran en las secreciones
de la nariz y la faringe; cuando tose o estornuda, las gotitas de saliva que
expulsa pueden transmitir el virus y causar la enfermedad.
Y una vez presentado el cuadro, no
existe tratamiento antiviral específico para el sarampión; sin embargo, para
evitar complicaciones graves se recomienda una nutrición adecuada, la ingesta
de líquidos, el tratamiento de los cuadros de deshidratación, la prescripción
de antibióticos en caso de ser necesarios (por infecciones de ojos, oídos o
neumonía) y la suplementación de vitamina A. Este último, con un comprobado
efecto para reducir la mortalidad.
Afirma la institución de salud que la
vacunación y la vigilancia epidemiológica son dos de las principales
herramientas para prevenir el sarampión: la vacunación es segura, eficaz y
económica. El esquema para la vacuna triple viral (SRP) que protege contra
sarampión, rubeola y parotiditis, indica la aplicación dos dosis: la primera a
los 12 meses cumplidos y un refuerzo a los 6 años. En cuanto a los adolescentes
y adultos que no cuentan con las dos dosis de la vacuna SRP pueden recibir la
vacuna contra sarampión y rubeola (SR).
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Fernando Aguilar Juárez
Aguilareal9@hotmail.com
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