Por:
Gonzalo Egremy
FOTO DE: E-Consulta |
¿FUNCIONA MANDO ÚNICO?
+Los
robos, asaltos y homicidios de alto impacto se han incrementado día a día, sin
que las autoridades atiendan la problemática.
+En
otros lugares como la Ciudad de México, han surgido “justicieros” que vapulean
y en algunos casos hasta matan a golpes a los presuntos hampones.
.-Difícilmente quienes vivimos en esta
ciudad, o en localidades de la región, podríamos negar la gravísima realidad
sobre la inseguridad pública.
Por la presencia y el actuar de bandas o
pandillas organizadas, dedicadas al robo, asalto, violación y hasta homicidio,
nadie está ya seguro o a salvo en su casa; mucho menos en la vía pública e
inclusive ni en sus negocios o empresas.
Los delincuentes no respetan edad de sus
víctimas; lo mismo roban, asaltan, violan o asesinan a niños, a menores de
edad, que a damas o ancianos.
La aterrorizada ciudadanía se pregunta, y
con justa razón: ¿Por qué el aumento del delito?
¿Es falta de presupuesto para pagar
salarios de más policías, más patrullas, para la compra de combustible y
refacciones?; ¿Es carencia de medios económicos para profesionalizar a los
gendarmes y sepan brindar seguridad?
¿Alguien desvía el presupuesto para la
seguridad pública?; ¿El famoso proyecto Mando Único no funcionó y todo el
dinero se queda en Tuxtla?
¿O de plano, los policías y mandos están
en complicidad con la delincuencia, y por módicas cantidades de dinero, dejan
actuar a los bandidos que roban, asaltan, violan y hasta asesinan?
¿De qué han servido los dizques Consejos o
Comités de “participación ciudadana” para la seguridad pública?; ¿Sólo para que
la policía vigile sus casas, empresas, a sus familias, o solo para ser
proveedores del Municipio?
Porque hasta ahora no se sabe qué es lo
que han aportado para la prevención, o el diseño de una exitosa estrategia que
coadyuve a los responsables de la investigación y combate del delito.
Doloroso para cualquier sociedad que
aprecie la paz social, es estar sumergida en medio de la violencia e inseguridad
pública.
La historia nos enseña que pueblos enteros
desaparecieron por su pasividad ante los ataques de bandoleros, y terminaron
perdiendo su patrimonio y hasta la vidad.
En Huixtla, ayer, cansados del cúmulo de
robos y asaltos, una parte de la población salió a manifestarse a las calles y
culpó de la violencia e inseguridad al edil, Régulo Palomeque Sánchez, e
inclusive pidieron su renuncia.
La ciudadanía no desea más “show” de las
corporaciones policiales que cada vez que se protesta por la inseguridad,
envían a las cabeceras municipales a algún funcionario para que dé banderazo
del desfile de carros-patrullas, y pasado unas horas, las regresan, junto con
los policías, a Tuxtla Gutiérrez.
Todo lo anterior aderezado con una
declaración a los medios que “ahora sí se combate a las bandas de delincuentes”,
o de que “casi inmediatamente de ocurrido tal o cual crimen, actuamos y ya
están detenidos los responsables”; cuando muchas veces son solo chivos
expiatorios.
El horrendo homicidio del señor y señora
de la tercera edad, en el interior de su domicilio, en el Fraccionamiento
Galaxias de aquí de Tapachula, no solo atemorizó más a la ciudadanía, sino que
provocó repudio a criminales y a responsables de la seguridad pública que por
omisión y negligencia permiten que estemos en manos del hampa, ¿no cree usted?
BISBISEO
En un estudio sobre la inseguridad,
elaborado para una tesis de un universitario en Criminología, se aprecia que
observó durante tres semanas, en calles de un fraccionamiento al norte de la
ciudad, y en diversas horas, a tricicleros presuntos recolectores de basura, a
supuestos vendedores de toda clase de alimentos y presuntos prestadores de
servicios como “podar árboles”, limpiar tanques o cisternas y componer zapatos,
que mostraron más interés en ver quiénes
y cuántos vivían en ciertas casas, a qué horas salían y regresaban, que
en desempeñar el trabajo que ofrecían//Vigilaban las casas para después robar//La
mayoría de éstos resultaron ser de origen centroamericano//Salud.
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