▪148
mil productores terminarán en la ruina
Comunicado.
Los productores de
leche urgimos al gobierno federal a poner orden en la comercialización del
producto, y que unifique la política de fomento lechero, porque está dispersa,
dijo el presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche,
Álvaro González Muñoz.
Por una parte, la Secretaría
de Agricultura realiza la función de apoyo a la producción y productividad y
por otra la Secretaría de Economía busca importaciones que aparentemente son baratas
que sustituyen a la producción nacional, derivado de que en el mercado nacional
se compite por precio y no por la calidad y salud de los consumidores, lo que
terminará por provocar la ruina de miles de empresas y 148 mil productores.
Por otra parte,
dijo en entrevista, la industria de derivados lácteos tiene la libertad de
pagar el precio que se le da la gana, mientras que tiene la opción de incrementar
importaciones de leche en polvo.
“Esto es
antieconómico para el país y va en demérito de la economía de los ganaderos
lecheros, de la política de empleo e ingreso en el medio rural, y de la
consolidación del sistema productivo nacional de la leche”.
El dirigente de
los ganaderos lecheros dijo que el titular de SEDESOL, José Antonio Meade, no ha
valorado la importancia que tienen para el país los más de 11 mil productores
que entregan leche a LICONSA. Por su contribución a la alimentación, así como
su participación en la eliminación de la pobreza, sobre todo en las regiones
rurales, por su generación de empleos directos e indirectos, los productores de
leche no estamos de acuerdo con la intención de LICONSA de reducir la compra de
265 millones de litros a los productores mexicanos en este año.
Al respecto, explicó
que LICONSA, que depende de la
Secretaría de Desarrollo Social, en el 2015 compró 797 millones de litros de
leche fluida y 68 millones de litros equivalentes en polvo a un precio promedio
de 5.80 pesos el litro; con la reducción anunciada se viene abajo lo informado públicamente
en el 2015 al presidente EPN de que ya
se adquiría por parte de LICONSA el 80% de la leche de los productores
mexicanos y hoy habrá que decirle que no es verdad, pues actualmente se
disminuyó el porcentaje al 54% lo que nos coloca en mínimos históricos de 2008,
tirando a la basura lo logrado durante los últimos 9 años.
La empresa LICONSA
compró 865 millones de litros en 2015, y hoy nos avisa que va a reducir sus
compras a 600 millones. Esto va a dañar económicamente a más de 3,500 familias
de todo el país, de las cuales casi 2,000 son del estado de Jalisco.
El daño ya es muy
visible, y si no se interviene urgentemente tendremos que enviar al rastro más
de 40 mil vacas, cerrar 12 mil empleos y por consiguiente la pérdida de 2 mil
millones de pesos, nos están arrancando el patrimonio, con el argumento de que
no tienen los recursos presupuestarios.
Aparentemente al
gobierno le parece fácil dar la orden de “importar, porque la leche está barata
en el mercado internacional”. Hay que recordar que “lo barato, cuesta caro”.
Efectivamente, el precio de leche en el mercado internacional es más o menos de
3.50 pesos el litro.
Pero el daño que
se está ocasionando a la actividad lechera y económica del país, supera
ampliamente lo que se está falsamente ahorrando. Es decir, por cada litro que
se importa a un valor de 3.50 pesos, México invierte 12.50 pesos, por la pérdida
del patrimonio en vacas, instalaciones, alimentación, sin considerar la cultura
ganadera tan reconocida principalmente en E.U. médicos veterinarios,
transporte, etc.
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