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▪Destacan
la Unicef y el Coneval que el "talón de Aquiles" es mejorar el
ingreso del gasto familiar para romper con ese círculo intergeneracional de la
pobreza
Ruth
Rodríguez/EL UNIVERSAL
ruth.rodriguez@eluniversal.com.mx
27/04/2016
Uno
de cada dos niños y adolescentes en nuestro país es pobre, de acuerdo al
estudio "Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en
México, 2014".
El
diagnóstico fue realizado por la Unicef y el Coneval y revela que en México hay
21.4 millones de infantes de 0 a 17 años, de un total de 40 millones, que viven
en pobreza. De estos, 4.6 millones viven en pobreza extrema.
De
acuerdo al estudio, explicó Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval),
esta tendencia se ha mantenido desde 2008, solamente con leves variaciones en
la disminución de la pobreza extrema.
Dijo
que el gran "talón de Aquiles" es mejorar el ingreso del gasto
familiar para romper con ese círculo intergeneracional de la pobreza.
"Lo
que no se invierta ahorita (en la niñez) no lo vamos a poder pagar
después", advirtió.
Este
es el tercer estudio que realizan ambas instituciones sobre el tema, el cual
presenta un diagnóstico de la magnitud, características y tendencias de las
situaciones de pobreza y vulnerabilidad a las que se enfrenta la infancia y la
adolescencia en el país.
Para
Isabel Crowley, representante de la Unicef en México, la pobreza en la infancia
es preocupante debido a que se puede volver permanente y existe la posibilidad
de que se reproduzca en la siguiente generación. Además de las consecuencias
negativas que ocasiona son irreversibles en la mayoría de los casos, lo que
compromete el desarrollo presente y futuro de los niños y adolescentes que
viven en situación de pobreza.
El
informe, que se presenta en vísperas de la celebración del Día del Niño,
explica que 53.9% de la población de 0 a 17 años de edad carecía de las
condiciones mínimas para garantizar el ejercicio de uno o más de sus derechos
sociales (educación, acceso a la salud, acceso a la seguridad social, a una
vivienda de calidad y con servicios básicos y a la alimentación). Además, el
ingreso de su hogar era insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas.
Asimismo,
11.5% de la población infantil y adolescente en el país (4.6 millones) se
encontraban en pobreza extrema en el 2014, al tener carencias en el ejercicio
de tres o más de sus derechos sociales y ser parte de un hogar con ingreso
insuficiente para adquirir los alimentos necesarios a fin de disponer los
nutrientes esenciales.
Asimismo,
señala que de los 40 millones de personas de los 0 a los 17 años en el país,
solo 6.8 millones (17%) no era pobre ni vulnerable en 2014.
El
derecho social en que la población infantil y adolescente presentaba mayor
porcentaje de carencia era el acceso a la seguridad social, ya que 62.6% tenía
esta carencia en el 2014.
Estas
brechas se agudizan más en la población indígena infantil, en el 2014, de
acuerdo a este reporte, 78.6% de niños y adolescentes en hogares indígenas y
90.8% de quienes hablan lengua indígena se encontraban en situación de pobreza.
La
diferencia respecto de la población infantil y adolescente no indígena (27.9 y
40.1 puntos porcentuales, respectivamente) es un claro indicador de las enormes
desventajas que enfrentaba y enfrenta aún la población indígena desde las
primeras etapas de la vida.
La
población de dos a cinco años de edad es el grupo que presenta mayor incidencia
de pobreza y pobreza extrema, en gran medida asociada a las diferencias en la
carencia por rezago educativo.
Por
su parte, Ricardo Bucio, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de
Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes de la Secretaría de
Gobernación, dijo que es un daño irreparable lo que se le puede hacer a los
niños en su primera etapa de vida.
También
aseguró que se requiere tener un nuevo mecanismo de medición de pobreza, que no
esté ligado a los ingresos de los hogares, ya que, en estos sectores, no hay
ingresos propios, "y se está midiendo (en este reporte) particularmente a
los niños que no tienen ingresos".
No
obstante, reconoció que a la velocidad con que va la reducción de la pobreza,
México no alcanzará los Objetivos de Desarrollo Sustentable acordados en el
tema.
Mientras
que Vanessa Rubio, subsecretaria de Planeación, Evaluación y Desarrollo
Regional de la Sedesol, aseguró que la política social va en el camino
correcto, pero "no debe haber en el país un sólo niño viviendo en pobreza
o pobreza extrema".
tcm
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