El decálogo de
Peña Nieto; ¡ya basta!, dice.
Víctor M. Cruz
Roque
Tal
y como se esperaba, el presidente de la República Enrique Peña Nieto dio a
conocer una serie de medidas y estrategias con el denominador común: Por un
México en Paz, con Justicia y Desarrollo.
Lo
dijo claramente y con ello confirmó la percepción generalizada de que el
decálogo emitido es producto de “Los actos inhumanos y de barbarie, ocurridos
el 26 y 27 de septiembre en Iguala, Guerrero, han conmovido a la Nación”. El
Jefe del Ejecutivo se refirió al asesinato de seis personas, 20 lesionadas y
los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural #Raúl Isidro Burgos” de
Ayotzinapa, que aún se encuentran en calidad de desaparecidos., que “nos han
indignado y agraviado profundamente”.
Mensaje a la
Nación.
Desde
Palacio Nacional y en presencia de todos los integrantes de la clase política
nacional, Peña Nieto hizo referencias a la obligación institucional que posee
para llegar al fondo de lo sucedido, procurar que no prevalezca impunidad,
castigar a los culpables y reparar integralmente a las víctimas.
Expresó
que comparte el dolor, la angustia y la incertidumbre de las familias de las
víctimas, y reconoció que se conjugaron “condiciones inaceptables de debilidad
institucional”, que, aseguró “siguen presentes en otras localidades y zonas del
país”. “Seamos claros: Sólo a través del
Estado de Derecho podremos superar, juntos, los retos de la inseguridad, la
corrupción y la impunidad”.
Reconoció
que hay un ¡ya basta! que recorre el país y muchas latitudes del mundo.
El decálogo
presidencial.
Al
reconocer que no hay soluciones simples ni caminos cortos, el presidente
refirió que de lo que se trata es de mejorar la seguridad, la justicia y el
Estado de Derecho en el país.
La primera medida, consiste en el
envío de una iniciativa de reforma Constitucional que permitirá al congreso
expedir la Ley Contra la Infiltración del Crimen Organizado en las Autoridades
Municipales.
Lo
novedoso de lo anterior, es que el planteamiento propone que sea la federación
la que asuma el control de los servicios municipales, en el caso que se
disuelva un ayuntamiento, “cuando existan indicios suficientes de que la
autoridad local está involucrada con la delincuencia organizada”.
Observación: Aquí las
preguntas obligadas son: ¿El crimen organizado solo infiltra a los
ayuntamientos? ¿No existen mecanismos jurídicos para disolverlos ante una
eventualidad como la planteada?. ¿Por qué la federación asumiría el control?
Segunda medida: Se definirán, con
absoluta precisión y claridad, las competencias de cada autoridad en el combate
al delito, toando en cuenta las fortalezas institucionales de los distintos
órdenes de gobierno. En este punto, anunció que también el lunes enviará una
iniciativa de reforma constitucional.
Observación: Lo que se
inquiere es: ¿De verdad no existe delimitación de competencias entre los
diferentes niveles de gobierno y de su ámbito de acción?
Tercera Medida: La creación
obligatoria de Policías Estatales Únicas. Del mismo modo, se enviará una
iniciativa de reforma legal.
Observación: ¿Y el Mando Único
Policial? ¿Por qué ha fracasado esta intención que ya posee rango
constitucional?
Se
dijo que los primeros estados donde se adoptarían estos modelos son: Guerrero,
Jalisco, Michoacán y Tamaulipas.
Cuarta Medida: En este apartado,
se propone que se instituya un teléfono único de emergencias a nivel nacional,
el 911.
Observación: Aquí debe
destacarse que el problema no radica en el marcaje, sino en la eficiencia de
las respuestas policiales. ¿Marcar un número determinado garantizará esas
respuestas?
Quinta Medida: Establecimiento
de la Clave Única de Identidad.
Observación: ¿Y la Clave
Única del Registro de Población? (CURP, ¿no ha servido hasta hoy? ¿Por qué? ¿Y
la propia credencial que expide el INE?
Sexta medida. Se plantea
realizar un “operativo especial en la región Tierra Caliente, en los estados de
Guerrero y Michoacán.
Observación: ¿Qué
no se realizan actualmente? ¿Por qué? ¿No acaso las Fuerzas Federales ya se
encuentran en estas entidades, que incluso en Michoacán ya existe la figura de
un “Comisionado”?
Séptima Medida: Se anunciaron
acciones y reformas adicionales para hacer efectivo el derecho humano a la
justicia.
Observación: ¿Cómo, qué y de
qué manera? ¿Se terminará con el manejo politizado de los temas inherentes a
los derechos humanos?
¿El
actual sistema judicial imperante, con todos sus elementos y mecanismos, son
inoperantes? ¿Por qué? ¿Son las leyes las insuficientes o quienes las
administran los incapaces e irresponsables? ¿Por qué no se ha avanzado en el
esquema de implementación del Código Penal Único para todo el país? ¿Por qué la
acción del Ministerio Público no es “oportuna, exhaustiva e imparcial?
¿Las
limitantes radican en las leyes o en quienes aplican los procedimientos?
Octava Medida: Facultar al
Congreso de la Unión para expedir leyes en materia de tortura y desaparición
forzada.
Observación: ¿No acaso el
Constituyente Permanente no posee ya estas facultades? ¿Qué ha hecho falta para
que cumplan con esta facultad?
Novena Medida: Creación de un
Sistema Nacional de Búsqueda de Personas no Localizadas, así como un Sistema
Nacional de Información Genética. Crear el Fondo de Ayuda, Asistencia,
Reparación Integral, así como el Registro Nacional de Víctimas. Se propone
también integrar el Consejo Consultivo para la Implementación de la reforma
Constitucional en Materia de Derechos Humanos.
Observación: En términos
generales este ´punto es positivo, pero ¿Y la Alerta Ámber, que ya funciona en
todo el país? ¿A qué obedece la falta de contundencia de la CNDH?
Décima Medida: Promover la
transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana; crear un portal
para revisar a proveedores y contratistas.
Observación: ¿Por qué son
disfuncionales las instancias de fiscalización, de contraloría y de Función
Pública? ¿Es asunto de leyes o de omisiones? ¿Por qué no avanza la creación del
Sistema Nacional Anticorrupción? ¿La simple creación de un portal informativo,
garantiza realmente el combate a la corrupción? ¿En verdad la carencia de
transparencia y corrupción es asunto de ausencia de leyes o, como lo hemos
dicho de falta de voluntad para aplicar los mecanismos jurídicos ya existentes?
EN CONCRETO.
En
el caso específico de las alusiones que hizo el presidente de la República
Enrique Peña Nieto a la pobreza, la marginación y la desigualdad, no son
fenómenos privativos de los estados del Sur-Sureste del país, sino del conjunto
nacional en general.
Y
sí, existen dos Méxicos como lo expresó:
1.-El
de país de los potentados, los que acumulan riqueza a partir de su injusta
distribución de los bienes, del abuso, de la corrupción imperante, de la
explotación y de las inequidades existentes a partir del modelo económico
neoliberal que nos rige. Es el grupo de los menos, de los que concentran los capitales
en base a las desigualdades y de la polarización social imperante, cobijado por
un régimen que finca su permanencia en las complicidades. A este puñado
pertenece el segundo hombre más rico del mundo, que gravita aquí, en el México
de las desigualdades.
2.-Y
el otro, donde sobreviven millones de mexicanos empobrecidos, marginados y
sometidos a esquemas de inequidades para su necesaria subsistencia. Esta es la
franja social mayoritaria a quien se le dedica la Cruzada Nacional contra el
Hambre, que de sí reconoce que es nacional y que por naturaleza atiende la
elemental necesidad de alimentarse. Son los millones de trabajadores que
subsisten con salarios mínimos, para no tocar ni alterar el crecimiento
permanente de los concentradores del máximo capital. Esta situación no se
resuelve con políticas económicas asistencialistas, y de migajas.
La
estrategia de fondo entonces es: cambiar la política económica de manera
integral, de fondo. Una verdadera revolución socioeconómica.
Y
sí, la paz, como lo dijo el presidente, se construye con desarrollo, no con
paliativos ni con el sometimiento.
Es
importante la infraestructura material, pero más lo es la que se genera a
partir de la justa distribución de la riqueza. Ahí está la clave.
No
hay que olvidar que no hay peor violencia que la miseria de un pueblo.
APUNTES.
Hizo
bien el presidente Peña Nieto en hacer suyo el grito de ¡Todos somos
Ayotzinapa!, ya que sí, como lo expresó, “es un llamado a seguir transformando
a México”.
Es
todo, gracias.
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