∙ La industria de
alimentos y bebidas violenta a la infancia al encubrir publicidad de bebidas y comida
chatarra que fomenta obesidad
∙ Los productos más
promocionados son botanas dulces (34.4%) y bebidas azucaradas (21.3%).
Ciudad de México 3 de septiembre del
2014.- Durante la presentación del documento "Publicidad de
Alimentos y Bebidas dirigida a la Infancia: Estrategias de la Industria",
expertos en nutrición, comunicación y defensores de los derechos de la niñez y
la adolescencia, consideraron la necesidad de regular efectivamente la
publicidad que evite un efecto multiplicador en el consumo de alimentos
"chatarra" y bebidas perjudiciales de la salud humana.
El marco jurídico y legislativo en
materia de protección a la niñez y adolescencia para reducir los índices de
obesidad y sobrepeso, está incompleto y no se cumple, mientras que la
publicidad de productos chatarra en medios electrónicos va en aumento y con
nuevas artimañas para atrapar a este segmento de la población, que es el más
vulnerable.
Katia García, investigadora en salud
alimentaria y una de la principales autoras del documento, resumió las
estrategias de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia,
mostrando que ésta utiliza diversos medios como la televisión, el internet, los
espacios abiertos, las promociones, los patrocinios, el diseño de los empaques;
así como herramientas muy efectivas para enganchar a los niños como lo son
juguetes y el uso de personajes populares.
El documento expuesto, muestra cómo la
acción de la industria de alimentos y bebidas, obstruye los esfuerzos para la
regulación de la publicidad dirigida a la infancia. Sus tácticas consisten en
promesas de auto-regulación y argumentos que ponen la responsabilidad del daño
en los individuos y no en los productos que promocionan. Así, el culpable del
consumo es únicamente la persona y no la industria y sus tácticas
publicitarias.
México sufre una de las mayores
prevalencias de sobrepeso, obesidad y destacándose en los primeros lugares en
el mundo. Las proyecciones señalan que esta situación se agravará provocando
que las enfermedades crónicas no transmisibles se presenten a edades más
tempranas. La publicidad engañosa dirigida a la infancia está violando el
derecho a la salud y el derecho a la información de niñas, niños y adolescentes
en su vida presente, por lo que se debe establecer que la regulación se amplíe
para protegerlos hasta los 18 años y debe comprender a todos los medios y
herramientas utilizadas por la industria.
En este contexto, la doctora Mónica
González Contró, Secretaria Académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM, apuntó como 'debilidad institucional' que muestran las autoridades
ante los intereses de la industria alimentaria y comentó la inexistencia de un
marco jurídico robusto que proteja el derecho de los niños a la salud. El
actual, aprovecha su vulnerabilidad y los pone en riesgo ante la epidemia de
obesidad.
Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), expresó su preocupación ante la iniciativa de Ley General para la Protección
de Niñas, niños y Adolescentes, presentada por el Presidente Enrique Peña
Nieto, ya que para su elaboración, el Ejecutivo no estableció mecanismos
públicos de diálogo con las organizaciones sociales, ciudadanas y ciudadanos,
ni tampoco se tomó en cuenta la participación de niñas, niños y adolescentes,
por lo que dicha ley no resolverá los grandes problemas que enfrenta la
infancia, entre los que están el sobrepeso y la obesidad.
Fernando Quintero, especialista en
comunicación de Berkeley Media Studies Group, consideró que las tácticas
publicitarias de la industria productora de alimentos chatarra, son las mismas
que se aplican en Norteamérica a la población latina y afroamericana, las
cuales destinan más de dos mil millones de dólares para promocionar sus
productos dirigidos a la niñez y adolescencia. Expresó que los precios de las
bebidas azucaradas son más altos que los del agua y que uno de cada dos niños
latinos y afroamericanos nacidos a partir del año 2000, desarrollarán diabetes.
Finalmente
Alejandro Calvillo Unna, fundador de "El Poder del Consumidor", se
refirió a la publicidad especialmente por televisión, y mostró una serie de
productos con muy altos contenidos de azúcar, grasas y sal que están siendo
publicitados en los horarios restringidos.
Al respecto, señaló que los criterios
nutricionales para establecer la regulación de esta publicidad fueron
elaborados por la industria en contubernio con la Comisión Federal para la
Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), como lo demuestran documentos
oficiales.