· Los maestros de la cuchara acostumbran a
colocar en lo alto de la fachada de la obra en construcción una cruz como
protección y agradecimiento.
Laura
Ruiz Espinosa.
Tapachula,
Chis; MAY. 02 (interMEDIOS).- Es bien sabido que la labor que desempeñan
los albañiles es una profesión dura y laboriosa, tanto, que antes los que
aspiraban a dicho trabajo tenían que ser parte de un proceso, el cual consistía
en empezar como aprendiz de todas las técnica para llegar a ser un maestro de
la construcción.
Oficio
que por tradición ha perdurado desde la era prehispánica y aún es celebrada en
esta región, sin embargo, en todo el país hay infinidad de celebraciones que
reconocen la labor de cada oficio una de ellas es para los maestros de la
cuchara como también se les conoce, que hoy 3 de mayo cientos de los
profesionales de la construcción celebraran el Día de la Santa Cruz.
En un
sondeo realizado en algunas obras en construcción en esta ciudad, algunos de
los que se dedican a la construcción expresaron que se sienten satisfechos
cuando concluyen una edificio, barda, techo, rampa, calles o todas esas
edificaciones que solo ellos pueden realizar con mucha profesión, se pudo
constatar que esta labor es muy demandante como cualquier otro trabajo.
Para
Rigoberto Cruz Méndez, dedicado desde hace 30 años a esta noble labor mencionó
que el día de la fiesta tradicional de los trabajadores de la construcción, los
albañiles acostumbran colocar en lo alto de la fachada de la obra, una cruz de
madera adornada con flores y papel de china, previamente bendecida por un
sacerdote, que según representa una protección y agradecimiento por haber
culminado sin percance alguno.
“Para
nosotros es algo sagrado ese día, porque nos ayuda a seguir adelante y la cruz
nos protege de grandes peligros en la vida, la historia es muy bonita y para
nosotros ya es una tradición que se celebra cada año, cada tres de mayo,
nosotros celebramos con la tamaleada que le dicen, nos sentimos orgullosos
porque reconocen nuestra labor como albañiles”, expresó.
En
este sentido, Ricardo López De la Rosa señaló que esta tradición también
tiene su antecedente en los rituales practicados por las culturas precolombinas
para la petición de lluvias y la obtención de buenas cosechas, que se
efectuaban al inicio del ciclo agrícola, alrededor de los primeros días de
mayo, motivo por el cual fabrican una cruz de los mismos desechos de la
construcción, la colocan en la parte superior de la obra y la terminan de
adornar con papeles de colores.
“Nosotros
festejamos en la obra para estar más feliz, convivimos tranquilos con todos los
compañeros, los amigos, la familia; en este día siempre nos debemos sentir
felices porque le damos gracias a Dios que la obra avanza y nosotros estamos
bien, además que no nos paso nada mientras trabajamos”, añadió.
Ingenieros,
arquitectos, maestros de obra, peones, “chalanes” y todos los que intervienen
en esas obras están de fiesta en la ciudad, donde decenas de trabajadores
trabajan de manera apresurada para culminar el día laboral, para después dar
comienzo a la convivencia que por tradición se lleva durante años en el país,
que con cohetes, música, baile y platillos típicos comparten con familiares y
amigos de los “maestros” albañiles. (interMEDIOS rrc).