Tapachula,
Chiapas.- En el marco del Operativo Soconusco, en las últimas horas
elementos del grupo interinstitucional lograron el aseguramiento de 10.7
toneladas de precursores químicos, empleados para la elaboración de drogas
sintéticas, en 80 bidones que permanecían enterrados en un rancho del municipio
de Suchiate.
Durante el operativo
implementado en el rancho “La Sociedad”, ubicado en el Ejido General Manuel
Ávila Camacho, se localizó una bodega, presuntamente utilizada como
laboratorio, donde se incautaron mascarillas, thiner, manómetros y garrafas de
gasolina vacías.
En estas acciones
participaron efectivos de la Procuraduría General de Justicia del Estado
(PGJE), en coordinación con la Marina Armada de México, Ejército Mexicano,
Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), Secretaría de Seguridad
Pública Municipal (SSPM), Procuraduría General de la República (PGR) y Policía
Federal.
Con el apoyo de
retroexcavadoras fueron desenterrados los 80 bidones conteniendo Etil Fenil
Acetato, precursor químico que es empleado para fabricar drogas sintéticas.
Ante estos hechos, la PGJE
dio inicio a la averiguación previa 18/CO06/2014 por los delitos de Contra la
salud, Asociación delictuosa y Violación a las Leyes sobre inhumaciones y
exhumaciones.
De esta forma, las
autoridades continúan con las investigaciones para conocer el origen y destino
de lo incautado, así como ubicar a los responsables de almacenamiento y
transportación.
Al mismo tiempo, las
instancias que participan en el Operativo de Seguridad Soconusco implementan
recorridos de inspección y vigilancia con la finalidad de inhibir la comisión
de hechos delictivos en esta importante región de la entidad.
Cabe destacar que, de
acuerdo a la Dirección General de Servicios Periciales, con el material
incautado se podrían producir psicotrópicos como Anfetaminas y Metanfetaminas.
La droga se consume
habitualmente por vía oral, inyectada, por aspiración nasal o fumada, y puede
crear una intensa sensación de euforia, aún en dosis pequeñas puede provocar
aumento de la frecuencia respiratoria, irritabilidad, nerviosismo, insomnio,
náuseas, bochornos, sudoración, palpitaciones, hipertensión, colapso del
sistema cardiovascular, infarto y la muerte.
Incluso,
algunas personas presentan cuadros psicóticos tóxicos, ideas de tipo paranoide,
alucinaciones auditivas, cambios bruscos en el estado de ánimo, delirios, y
eventualmente, pensamientos homicidas o suicidas.