RUMOROLOGÍA, UN MAL ARRAIGADO
De inicio
Todo lo que se haga para
dar a las familias seguridad en la posesión de su patrimonio es muy importante,
sobre todo si se trata del predio donde habitan. Por eso son loables los
esfuerzos institucionales coordinador por los tres niveles de gobierno para
dotar de escrituras públicas mediante las cuales se regulariza la tierra.
En Cintalapa, el
gobernador Manuel Velasco y el director general de la Comisión para la
Regularización de la Tenencia de la Tierra (CORETT) Sergio Alcántara Núñez,
entregaron 600 escrituras a igual número de beneficiarios de éste municipio y
de Jiquipilas.
De acuerdo a lo proyectado
por el mandatario estatal, en este 2014 se prevén regularizar propiedades de 22
mil personas de toda la entidad, lo cual es un precedente alentador.
Durante la gira de trabajo
efectuada por el Ejecutivo estatal en este municipio, también puso en
funcionamiento el boulevard “Rodulfo Figueroa”, el principal de la cabecera
municipal y el cual tuvo una inversión superior a los cinco millones de pesos.
De igual manera, El Güero
procedió a entregar subsidios económicos a pequeños y medianos empresarios que
resultaron afectados por los huracanes del año pasado. Estos fondos
corresponden a las gestiones efectuadas por la Secretaria de Economía y el
Fondo de Fomento Económico ante el Instituto Nacional del Emprendedor.
Otra medida plausible, sin
duda es lo que aseguró el Gobernador: que no habrá obras de relumbrón ni obras
que con el tiempo, queden como elefantes blancos, sin servicio para nadie.
Es lo que Manuel Velasco
pidió a los alcaldes en la última reunión de trabajo. Más todavía: el
mandatario se sentó personalmente con cada alcalde para analizar qué obras son
necesarias, urgentes y prioritarias y de ahí, empezar la construcción de éstas.
Es decir, no habrá gastos innecesarios. Eso es bueno porque muchas veces se
realizan obras que la gente no necesita. Este sexenio apunta hacia una
planeación adecuada, responsable y seria.
Chisme y caos
La desinformación y la
rumorología están afectando a la sociedad chiapaneca. Las personas con sus
estilos de vida agitada, con poco tiempo para todo, se cree cualquier cosa que
le llega a su celular o a sus cuentas de redes sociales.
En el último trimestre de
2013 y este principio de 2014 ha existido, desgraciadamente, una serie de
desapariciones de jóvenes por fortuna la gran mayoría aparece sana y salva por
la participación activa de la población.
Desafortunadamente el
resto tiene un desenlace fatal y varios chicos han sido encontrados sin vida.
Estos sucesos son
utilizados por personas perversas, ávidas de que exista caos y miedo en la
comunidad, que se dedican a esparcir rumores con el solo fin de divertirse a
expensas del dolor ajeno.
El más reciente chisme fue
que habían encontrado una camioneta, tipo Van, color blanca y que traía placas
de Tabasco, en la cual pretendían sustraer a 19 niños de la colonia Zapata, que
se encuentra en el lado norte oriente de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
Para los profesionales del
rumor, este vehículo fue interceptado por ciudadanos pero no habían podido
detener a los tripulantes y lo que encontraron fue una escena dantesca con los
cuerpos mutilados de los infantes.
Esta historia fue regada
por la internet y servicios de mensajería instantánea, pero todo eso fue un
gran rumor que llenó de pánico las colonias Las Águilas, La Flores, El Paraíso
I y II, la 24 de Junio y la Infonavit Grijalva y Rosario.
Pero la irresponsabilidad
es extensiva y muchas personas aseguraban, con la señal de la cruz en la boca,
que esto era cierto, tanto así que decían que habían participado en la
detención de la camioneta y que habían visto los cuerpos de los infantes.
Claro está que su dicho es
puro “chipo”, ya que no exhibieron ninguna prueba y hasta el momento no se sabe
si exista denuncia por estos hechos.
Se imaginan que un suceso
de esa envergadura pasara en una ciudad como lo es Tuxtla Gutiérrez, ¿será qué
se podrá ocultar dicho suceso? Sí ocurriera un hecho, como el anterior
descrito, en cualquier ciudad de la República Mexicana se alertaría a todos los
sistemas de seguridad y de procuración de justicia, hubiera un reclamo
generalizado de la sociedad porque se esclarecieran los hechos y se llevará
ante la justicia a los responsables y seguramente hubiera una condena mundial
ante ese acto barbárico.
La rumorología continuará,
no se va a poder parar, lo que sí debería existir es que la sociedad
desarrollara su sentido común y buscará estar verdaderamente informado.
Ahora, en este momento, en
redes sociales y en mensajería instantánea de la telefonía celular seguramente
recibirás una foto o un texto donde explica un hecho trágico en tono alarmista,
la recomendación es que busquen una tercera opinión que les confirme el hecho
y, también muy importante, no difundan los rumores, el caos y el miedo no le
conviene a nadie que busca una comunidad exitosa.
Terminé
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Twitter: @VinicioPortela