MARY
JOSE DIAZ FLORES
La entrega del PRI municipal al
diputado Noé Castañón Ramírez, abrió una guerra entre los grupos de poder del
Partido Revolucionario Institucional a quienes no les importa ventilar su
rechazo al liderazgo de Roberto Albores Gleasón a quien acusan de haber permanecido
arrodillado al servicio del exgobernador Juan Sabines Guerrero. Lo interesante
de esta acusación es que los acusadores como el diputado federal Willy Ochoa,
también estuvieron como alfombra y vale la pena decir, que obtuvieron
posiciones políticas gracias a la amistad con Sabines, su padre; Oscar Ochoa
Zepeda fue colaborador de Sabines y su hermano del mismo nombre; Oscar Ochoa
fue regidor por el partido Movimiento Ciudadano en la administración de Yassir
Vázquez Hernández, es decir, nadie estuvo fuera de la repartición del pastel,
pero hoy, se pretenden asumir como los dignos del PRI.
Finalmente es tan malo el pinto como
el colorado pues ni Willy Ochoa ni Roberto Albores Gleasón tienen calidad moral
para estar en el tricolor, donde se requiere un verdadero líder. Sin embargo,
en ese partido político viven intensamente sus disputas internas no solo por el
control del partido, sino porque desde ahora buscan el posicionamiento de
personajes que pueden convertirse en candidatos a cargos de elección popular en
el 2015, empezando por la de gobernador ya que al tener en la Presidencia de la
República a un priísta, se considera la posibilidad de recuperar el poder en
Chiapas, el cual se tiene a medias pues el gobernador actual obtuvo el triunfo
en una alianza, pero su origen está en el Partido Verde Ecologista de México.
Uno de los grandes conflictos que ha
detonado el enfrentamiento entre los priístas, es la responsabilidad que le han
conferido a Noé Castañón Ramírez, en una dirigencia municipal que desde hace 12
años no tiene un Consejo Político, para elegir a la dirigencia de manera
democrática. Aunque se dice que legalmente este procedimiento fue realizado a
escondidas de los inconformes que llegaron tarde a pretender romper el acto en
el que intentaron legitimar a Castañón Ramírez, legislador local por el PRI,
gracias al trabajo que su padre Noé Castañón Ramírez realizó al exmandatario
Juan Sabines, de quien fue Secretario de Gobierno.
Su nombramiento desató un gran
conflicto político que ahora trasciende
el estado a las esferas de política nacional con una carta enviada al
líder nacional del PRI; César Camacho Quiroz. La misiva firmada por el diputado
federal Willy Ochoa, llama la atención pues el legislador un día anterior
habría declarado que trabajaría por fortalecer la unidad del partido, pero hace
lo contrario al exigir la cabeza de Roberto Albores Gleasón y un escrutinio
público de los resultados políticos del líder estatal del Revolucionario que no
ha hecho nada por el partido y no solo eso, sino que fue impuesto en el cargo,
pese a que en el 2006 habría renunciado públicamente a su militancia.
Los trapitos de los priístas salen a
relucir en esta carta en la que Ochoa,
destaca que la realidad del PRI chiapaneco no está acorde a lo que se hace a
nivel nacional, pero además señala que
la llegada del actual presidente del comité estatal representó desde un
inicio la extensión del poder e intromisión grotesca del exgobernador Juan
Sabines Guerrero al partido. Lo que llama la atención es que precisamente Ochoa
fue beneficiado con todo el amor de Sabines y ahora es otro de los que
pretenden deslindarse de una relación que como le decíamos al principio está
bien documentada con las posiciones políticas de su papá y hermano.
En la carta el legislador asegura
que quien dirige el PRI en Chiapas no solo ha denostado el honor partidista
sino lo ha rechazado “permítame recordar que durante el proceso electoral del
2006 renuncio públicamente a la candidatura suplente priista a Senador de
Mayoría Relativa y se declaró en contra de nuestro instituto político y tiempo
después de apoyar a una coalición opositora al PRI se le nombró Secretario de
Economía”. Esta acusación no es falsa, la renuncia de Albores se dio luego de
que su padre Roberto Albores, fue expulsado del tricolor, pero esta renuncia no
procedió porque su nombre ya estaba inscrito en las boletas electorales y
después de apoyar al PRD en campaña, su premio fue precisamente ser funcionario
de Sabines.
El documento enviado al PRI nacional
evidencia la sumisión del Senador
Roberto Albores a los intereses del exgobernador del estado pero Willy
Ochoa, no es el más indicado para reprochar este arrodillamiento en el que fue
beneficiado con una diputación local desde la cual aprobó junto con el resto de
legisladores locales, todos los préstamos que hipotecaron Chiapas y de lo cual
se asume como una voz crítica cuando en las listas de votaciones aparece su
voto en todas las iniciativas propuestas por el Ejecutivo del Estado de la
administración anterior.
“En el proceso electoral local del
2012 el dirigente priista en la entidad provoco la salida de reconocidos
militantes y competitivos aspirantes a puestos de elección popular al
negárseles la oportunidad de participar no dándoles el respaldo respectivo y aun
peor en algunos casos fueron obligados a renunciar mediante presiones políticas
y procesales hasta llegar el grado de negarles el registro con el acuerdo del
IEE”, señala la carta. No menciona mentiras pero insisto en que no se puede dar
golpes de pecho cuando tiene embarrada la cara y no precisamente de miel.
En lo único en lo que estoy de
acuerdo con Ochoa es que el PRI requiere de verdaderos líderes, no de inventos
y el líder nacional del tricolor debe valorar que en Chiapas el Revolucionario
se encuentra a la deriva, sin liderazgo ni operación política, pero si se trata
de revisar la conducta de todos sus miembros, se van a quedar sin seguidores
pues todos los que ostentaron cargos de poder en el sexenio pasado fueron
aliados del exgobernador Juan Sabines y aplicar los estatutos sería expulsar a
todos.
CON
FILO
El Presidente de la República,
Enrique Peña Nieto, afirmó que “La infraestructura promueve la integración de
personas, regiones y mercados; impulsa la competitividad y genera empleos. La
infraestructura también es indispensable para elevar y democratizar la
productividad, así como para disminuir la desigualdad, a partir de un
desarrollo regional equilibrado.” Lo anterior lo señaló al anunciar una inversión de cuatro billones
de pesos durante su sexenio para: “tener una red carretera más eficaz para que
los agricultores mexicanos puedan transportar sus productos a más mercados y a
menor costo; se traducirán en caminos rurales que acerquen las escuelas y los
hospitales a las familias que viven en comunidades alejadas; estos recursos se
verán reflejados también en mejores ferrocarriles y puertos más eficientes para
que los productos mexicanos tengan presencia y sean adquiridos en los mercados
internacionales”. Esta iniciativa, aplaudida por los representantes de las
diversas fuerzas políticas, los organismos empresariales y la sociedad en
general, beneficia a los chiapanecos con obras como el tramo Tuxtla
Gutiérrez-Villaflores, de la autopista cuyo destino final será el municipio
costero de Pijijiapan. El Gobernador Manuel Velasco Coello expresó su
beneplácito por esta obra, que proporcionará a la Frailesca una vía rápida y
segura hacia el Centro del estado.