Nemesio también
“desgració” al CONECULTA.
Víctor M. Cruz Roque
La institución rectora de las
políticas públicas estatales en materia de cultura en Chiapas, está en el
abandono. Así lo consigna el director general del Consejo Estatal para la
Cultura y las Artes de Chiapas Mario Uvence Rojas. Una y otra vez, el funcionario
alza la voz para solicitar un mejor tratamiento a esa institución, que se le
considera el “rostro amable” de la administración gubernamental.
Reitera Mario Uvence, que en el
pasado inmediato, se desatendió en grado extremo a esa dependencia, por lo que
hoy permanece en el ostracismo y el abandono,
lo que hace necesario se le redimensione y se le revalore, porque
efectivamente fue sometida a un insultante manoseo, reducto de la promiscuidad
de inoficiosos que nada tenían que hacer ahí, mas que servir de escaparate de
paso para satisfacer ambiciones y protagonismos.
Aunque por institucionalidad, Mario
Uvence no le pone nombre y apellidos, pero todos sabemos que fue el repudiado
Dr. Nemesio Ponce Sánchez quien no solo al CONECULTA “desgració”, sino a la mayoría
de las dependencias oficiales que por el
excesivo poder que acumuló era quien decidía quien llegaba y quien se iba,
siempre amparado por su padrino sexenal, Juan Sabines Guerrero, que le permitió
todas las atrocidades posibles.
El episodio más nefasto fue el paso
de la señora Marvin Lorena Arriaga Córdova, una jovenzuela que en la
desorientación total nunca asimiló que la dirección del Consejo no era un coto
de promiscuidad de poder, sino una responsabilidad para ser ejercida con
seriedad y profesionalismo. Fue la señora Córdova quien con una serie de
artimañas se dedicó a ver moros con tranchetes por doquier, relegando a la
comunidad de creadores, artistas e intelectuales, para dar paso a sus
caprichosas decisiones, siempre en detrimento de esa instancia.
Protegida por el Dr. Nemesio Ponce,
desaparecía presupuestos, cancelaba proyectos, negaba sistemáticamente con sus
acciones que el Consejo cumpliera con los objetivos para los cuales fue creado.
Mantuvo a las casas de la cultura en el abandono; desoyó peticiones de
mantenimiento de la infraestructura existente, como los museos, Teatro de la
Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, San Cristóbal de las Casas y Comitàn;
limitó la realización de festivales regionales, utilizó para su promoción
personal los bienes y servicios que poseía el CONECULTA; hizo todo lo posible
por cerrarle el paso a destacados creadores que se acercaban a solicitar apoyos
mínimos, llegando el caso de mantener herméticamente cerrado los accesos para
quienes no se sometieran a sus caprichos y banalidades.
Por eso ahora que nuevamente llega
un profesional de la promoción y administración eficiente de la cultura y sus
acciones derivadas, como Mario Uvence, el Consejo Estatal para las Culturas y
las Artes de Chiapas se encuentran como lo dejaron la trilogía integrada por
Sabines-Nemesio y Lorena Arriaga.
La última jugarreta que hizo la
dama, fue intentar ser candidata a ¡gobernadora! del estado precisamente por el
partido-aborto “Orgullo Chiapas”, para cuyas componendas alentadas por Ponce
Sánchez les era motivo de negociación, toda vez que al fracasar sus
aspiraciones, fue premiada con una beca en España, donde según se sabe continua
sus “estudios”.
CONECULTA, en el
abandono.
Mario Uvence Rojas, actual director
general de la institución, no oculta su sorpresa y su decepción por haber
encontrado al Consejo en las condiciones actuales en que se encuentra. En
reiteradas ocasiones ha solicitado incluso a la iniciativa privada para que
participe y patrocine proyectos culturales que son necesarios por valiosos. Al
llamado que hace el funcionario es necesario atenderlo con urgencia, no sin
antes llamar a cuentas y sentar en el banquillo de los acusados a quienes
provocaron ese daño descomunal en el área encargada de promover, preservar y
difundir el acervo cultural en Chiapas.
EN CONCRETO.
Colosio:
Discurso Memorable.
En la agenda especulativa del pueblo
mexicano, se da como un hecho que a Luis Donaldo Colosio Murrieta lo acallaron
por el vigoroso discurso que pronunció el 6 de marzo de 1994 frente al
Monumento a la Revolución, en la ciudad de México, con motivo de los actos
conmemorativos por el LXV Aniversario del PRI. Ayer 23, se cumplieron 19 años
de ese artero crimen.
A estas horas de hace casi dos
décadas, la zozobra nacional invadía todas las esferas, sociales,
institucionales, políticas y económicas del paìs. El asesinato del candidato
presidencial priista Luis Donaldo Colosio Murrieta, abonaba al enrarecido clima
que prevalecía en todos los ámbitos de la vida nacional. Eran días de
turbulencia, de desasosiego e incredulidad: el México bronco, había despertado.
El 1 de enero de 1994, con los
primeros minutos del día, México y el mundo conocieron que en Chiapas, un grupo
de indígenas insurrectos le habían declarado la guerra al Estado Mexicano con
un sonoro ¡Ya basta! que cimbró la conciencia nacional. A partir de ese
momento, una serie de acontecimientos se suscitaron, debido al desborde de la
energía social que avasalló la incipiente tranquilidad que pendía de alfileres.
Pero fue el artero crimen de Colosio el que puso a México de cabeza; el
aspirante presidencial del partido en el poder, había sido asesinado. Lo que
vino después, es constituye uno de los pasajes más dolorosos del México
contemporáneo, solo comparado con los movimientos sociales más significativos
de la historia nacional.
A diecinueve años, la retórica
colosista, especialmente la de ese memorable discurso sigue vigente. Se le
compara con los similares que han pronunciado otros personajes de talla
mundial, entre ellos: El Juramento del Monte Sacro, de Simón Bolívar en 1805; el
“Discurso Antiesclavista de Peoria y Casa Dividida”, de Abraham Lincoln en
1854; con el célebre “Nuestro Programa” de Vladimir Ilich Uliànov, mejor
conocido como Lenin en 1899; con el de Dolores Ibárruri Gómez, La pasionaria,
autora del inmortal discurso “¡No Pasaran!” en 1936; el de Winston Churchill
“Sangre, Sudor y Lágrimas” pronunciado el 13 de mayo de 1940; también con el
“Llamamiento a la Resistencia” de José Stalin que pronuncio en 1941; o aquella
pieza con que el entonces presidente de los EEUU Harry S. Truman dió por concluida la Segunda Guerra
Mundial titulado “La Guerra ha Terminado”.
Y Así, el discurso de Colosio se le
compara por su intensidad y contenido, con los de Gandhi, Mao Tse Tung, Juan
Domingo Perón, Salvador Allende, Richard Nixon, Nelson Mandela, Ricardo
Alfonsín, por citar los más relevantes. El parámetro aquí utilizado no es la
expresión oral sino la trascendencia del discurso por sí mismos: El punto
coincidente entre los personajes que se enumeran, es que luego de haber pronunciado
los discursos en referencia, ocurrieron sucesos que cambiaron el curso de la
historia.
Extractos del
famoso discurso colosista:
"Veo un México de comunidades
indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad
y de progreso; de comunidades indígenas que tienen la gran fortaleza de su
cohesión, de su cultura y que están dispuestos a creer, a participar, a construir
nuevos horizontes”
"Veo un México con hambre y con
sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen
a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso
de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales”.
Dada su importancia, En Concreto
decidimos recordarlo precisamente al cumplirse los primeros 19 años de su
fallecimiento.
APUNTES.
**Los pronunciamientos que hizo el
Gobernador Manuel Velasco Coello durante el evento conmemorativo al Día Mundial
del Agua, corresponden estrictamente a las definiciones que ha hecho sobre la
importancia que tiene para su administración el cuidado y la preservación de
los recursos naturales que posee Chiapas.
“Sin duda alguna del agua depende el desarrollo de nuestro estado, el
desarrollo del campo, del agua depende nuestra vida diaria y si no la cuidamos,
no estamos cuidando el futuro ni el presente”, sostuvo Manuel Velasco y esa
expresión corresponde se apega a la realidad, dado que efectivamente no
imaginamos al Chiapas de hoy sin la riqueza acuífera que posee. Así de
sencillo.
Es todo, gracias.
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