Son alta prioridad para el gobierno de
Chiapas, destaca Ricardo Aguilar Gordillo
SE
CELEBRA LA NIÑEZ GARANTIZANDO SU DERECHO A LA EDUCACIÓN
La Secretaría de Educación está convencida de que todos los días deben
ser Día del Niño y la Niña y por ello vigila celosamente el cumplimiento de las
políticas estatales en la materia, impulsadas decididamente por el gobernador
Juan Sabines Guerrero, señaló el secretario del ramo Ricardo Aguilar Gordillo.
“Esto resulta particularmente relevante en un estado donde viven 760 mil
700 infantes menores de 6 años y 884 mil 347 entre los 7 y 14 años, lo que
representa alrededor del 35% de la población total del estado”, precisó en
entrevista.
Dijo que la atención a la niñez es una alta prioridad en nuestro estado,
debido a que es uno de los que más población infantil concentra, junto con
Guerrero.
“El derecho a recibir educación forma parte de la Declaración Universal
de los Derechos del Niño signada por los países integrantes de la Asamblea
General de las Naciones Unidas desde 1959; este derecho ha sido refrendado por
la UNICEF y por los Objetivos de Desarrollo del Milenio desde el año 2000,
cuyos compromisos se han concretado de manera ejemplar en Chiapas, luego de
elevarlos a rango constitucional”, subrayó Aguilar Gordillo.
Por ello destacó que es muy importante que en el Día del Niño
demostremos el afecto que sentimos por nuestra niñez, festejándolos,
obsequiándolos y expresando lo valiosos que son para nosotros, pero más
importante es que, día con día, verifiquemos que sus necesidades en materia de
educación, salud, alimentación, cuidados y necesidades afectivas estén
cubiertas.
“Educad a la niñez y no será necesario castigar a los hombres” -así reza
la sabiduría popular- “la que también enseña que los primeros años de vida de
niños y niñas predicen lo que será el hombre y la mujer de mañana”, sostuvo y
agregó que en efecto, infancia es destino y es precisamente por ello que todos
–autoridades de gobierno y sociedad- debemos comprometernos a proteger y
asegurar el bienestar de los menores, a garantizar sus derechos y a brindarles
uno de los más preciados dones: la educación.
“Cuando un niño o niña nacen, nace también la esperanza de un mundo
mejor; pero esa esperanza se pierde cuando las familias y la sociedad no se dan
a la tarea de educar a esa niñez, de forjar en ellos la simiente de un hombre y
una mujer mejores. Es por ello que no debemos descansar en la labor educativa,
pues en la educación reside la posibilidad de un presente y un futuro mejor
para las niñas y niños de hoy y para las sociedades del mañana”, concluyó.
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