El abuso de
antiinflamatorios y analgésicos para calmar dolores como los de espalda y
articulaciones, es factor determinante para generar insuficiencia renal
crónica, advirtió Pablo Ovando Seymour, nefrólogo adscrito a la Unidad Médica
de Atención Ambulatoria (UMAA) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
en Tuxtla Gutiérrez.
Los antibióticos
también afectan la funcionalidad de los riñones, por lo que solo deben usarse
por prescripción médica. En el caso de la aspirina, en dosis bajas, es un
medicamento muy efectivo que protege de enfermedades cardiovasculares. Sin
embargo si su consumo es excesivo, es decir, entre 100 y mil veces más de lo
prescrito, puede causar alguna alteración renal.
Precisó que entre los
principales causas de la insuficiencia renal crónica está la diabetes mellitus
y la hipertensión arterial, y amplió que esta enfermedad representa una de las
principales causas de hospitalización y complicaciones médicas, que pueden
incluso requerir de terapia sustitutiva como diálisis y hemodiálisis.
El especialista de la
UMAA determinó que el uso prologando de analgésicos, de venta libre en
cualquier farmacia, es un factor para desarrollar insuficiencia renal crónica,
debido a su administración sin control médico.
Ovando Seymour
destacó que para evitar las complicaciones por el consumo inadecuado de estos
medicamentos, es importante no tomarlos en dosis elevadas o por tiempo
extendido, y acudir siempre a un médico para que determine la cantidad,
periodicidad y recomendaciones de uso, especialmente aquellos que combinan las
propiedades analgésicas y desinflamatorias.
Recomendó que si se
toman analgésicos y antiinflamatorios, se beba más líquidos de los habitual de seis
a ocho vasos de agua al día. Quien sufre de dolor o molestias debe acudir a su
Unidad Médica de adscripción para recibir atención médica profesional, informar
a su médico familiar sobre los medicamentos de venta libre y evitar la
automedicación, concluyó.

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