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martes, 22 de mayo de 2018

¡MEADE ES EL MEJOR!


Manuel Zepeda Ramos
A mi Elenita, que acaba de llegar.
Quizá a muchos no interese, pero hoy nuestro país exporta más de lo que importa y eso incluye cereales, verduras, carne, frutales, entre otros cientos de productos en donde los aguacates, las autopartes automovilísticas y aeronáuticas nos han vuelto famosos en el Planeta. México sigue siendo del interés del capital global, dado que las inversiones hacia nuestro territorio siguen aumentando día a día, al grado de estar a punto de tocar los 200 mil millones de dólares. Nuestra nación ocupa el octavo lugar entre los países más visitados del Mundo y lo que eso significa en cuanto a derrama económica en divisas. México ya es la Catorce economía del Planeta: su participación en el grupo de los 20 es de una gran dignidad y el Senado de la República fue el primero en autorizar la participación de nuestro país en el Tratado de Asociación Transpacífico -TPP11, porque lo integran Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, -, once naciones de la Cuenca del Pacífico cuyo Producto Interno Bruto -PIB- rebasa el 40% del PIB del Planeta. México es el país que más tratados de libre comercio ha firmado en el Mundo. El de la Unión Europea empieza ya a dar frutos en la correlación económica entre los países del viejo continente y nuestra República. Son solo algunos datos, entre muchos otros optimistas.
¿Usted cree que son buenas noticias?
Déjeme adelantarme:
¡Por supuesto que son extraordinarias noticias!
Además de asumir el absoluto liderazgo en todos los sentidos en las naciones de América Latina, nuestra nación habrá de ver con un gran optimismo el desarrollo integral de nuestro país, sus entidades federativas y sus habitantes que lo acompañan, porque vamos a tener de donde echar mano de recursos que permitirán, como dicen ahora, poner piso parejo al desarrollo nacional y el beneficio para todos los mexicanos, sobre todo a los de pequeña edad que habrán de ser quienes afronten el desarrollo del futuro.
Nuestro país requiere de un liderazgo interno y externo, evidente, que lleve con dignidad y conocimientos la imagen de México hacia todos los rincones de la Tierra.
Estamos en periodo electoral y yo ya me he pronunciado varías veces, aquí mismo.
El Segundo debate desarrollado en Tijuana  corrobora mi pensamiento reflejado.
Más allá de los pastelazos, cubetas de confeti arrojados al público y serpentinas que algún candidato utilizó con evidente prepotencia y sobre actuación, que fue respondido con las carcajadas del respetable por el ingenio del ofendido en su contestación al respecto, hubieron excelentes respuestas del candidato de la coalición Todos Por México, José Antonio a Meade Kuribreña, haciendo gala de su conocimiento de política exterior y comercio por su gran experiencia acumulada.
La relación con la Casa Blanca y con su presidente en particular, el trato a los inmigrantes y su defensa y el trato a los cientos de Dreamers que ya están en México con su revalidación de estudios funcionando, el combate multi factorial al crimen organizado al atacar directamente a la importación de armas y a la confiscación de sus dineros a pregunta expresa de uno de los invitados, la lucha frontal e inminente a la desigualdad que se da principalmente en la región sur-sureste de México, así como el trabajo propuesto para desarrollarlo con las naciones centroamericanas para que el bienestar llegue hasta esa parte del continente y poder armar una zona fuerte del desarrollo y empleo necesario. A todas las preguntas, Pepe Meade siempre tuvo una respuesta inmediata, clara y apegada al tiempo reglamentario.
Me apena decirlo, pero los otros contendientes tuvieron respuestas que solo buscaban la simpatía de sus electores, sin profundizar en la solución de sus problemas y sí en el chiste manido y puesto en práctica muchas veces en el transcurso de las campañas.
Mientras que Anaya no perdía el tiempo para refritearse los conceptos de Pepe Meade sin ningún pudor o alterar la portada de una revista para acomodársela a su modo o gritarle a AMLO hasta el cansancio como viejito regañado por su nieto que no quiere entender, López Obrador habrá de resolver todos los males de México combatiendo a la corrupción -nunca dijo cómo- o sembrando maíz para que ya no se preocupen de la amapola los de Guerrero que hoy son los principales introductores de goma de opio a los Estados Unidos o poniendo otra vez en práctica aquella Alianza para El Progreso que iniciara el presidente Kennedy a principio de los sesentas del siglo pasado para ayudar a los países de América Latina que se truncó por su asesinato, como si Trump estuviera dispuesto a derramar los dineros en estas épocas ya demostradas humillantemente en Puerto Rico cuando la destrucción total de la isla por la fuerza del huracán María, que les aventó papel higiénico a los damnificados, mismos que ahora sobreviven de milagro sin que Trump mueva un dedo. El Bronco, eso sí, se sintió Papa, al pedirle a los candidatos que se abrazaran y nada más.
Pepe Meade fue el triunfador indiscutible del debate y habrá de reflejarse muy pronto en la opinión pública.
Un periódico de la Capital no sacó su encuesta de triunfo de Anaya, porque sencillamente no ganó, otro dijo que fueron Meade y Anaya los ganadores para proteger a AMLO, no obstante que la propuesta de el joven maravilla se basó en insultos, denotaciones  y mentiras y algunos comentaristas de la televisión de estrellas se resistieron a decir con todas sus letras que el que ganó fue Meade ¡porque por qué!
Pepe Meade avanza con paso firme hacia el triunfo del domingo primero de julio. Hoy dio un paso muy importante en donde definió su relación con el país más poderoso de la tierra.
Los seguidores de los otros adversarios se resisten a aceptar su derrota indiscutible, no hubieron ideas, todas agotadas, secos de la masa encefálica, pero uno de los candidatos tiene una investigación seria en España y la Gran Bretaña por lavado de dinero que puede jugarle una mala pasada y otro que no hace declaraciones de impuestos desde hace muchos años, regentea un partido que recibe tres mil millones de pesos con dinero de quienes pagamos impuestos y hace venir a los especialistas del mundo, desde el extranjero, a inyectarlo para que pueda caminar y el corazón no falle en lugar de usar la medicina pública nacional.
Pepe Meade será el próximo Presidente de México.
Es el Presidente que nuestro país necesita:
Inteligente y honrado, a carta cabal.

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