•En México producir de un litro de leche cuesta 35
centavos de dólar, mientras que en Nueva Zelanda es de 28 y 30 centavos de
dólar.
Comunicado
México firmó un nuevo tratado de libre
comercio que involucra a10 naciones más –denominado Tratado Integral y
Progresista de Asociación Transpacífico (TPP 11)—sin que, para los productores
de leche del sector social, represente esperanzas de participar.
“Al contrario, dijo Álvaro González
Muñoz, presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche,
será la ‘puntilla’ para que 150 mil pequeños ganaderos lecheros desaparezcamos
del mapa como aportadores de un alimento indispensable para los mexicanos, por
dos razones: competencia desleal e incosteabilidad”.
Los negociadores mexicanos de los
tratados de libre comercio –al parecer son los mismos que negocian el
TLCAN—encabezados por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, ‘pasaron
sin ver’ la agenda de negociación del producto leche y sus derivados; “firmaron
y dieron por bueno el documento, sin precisar cupos ni condiciones sanitarias”.
“Esto es una suposición, dijo Álvaro
González, porque ni siquiera consultaron al segmento de productores pequeños y
medianos de leche mexicanos –ellos aportan el 80 por ciento del producto a
nivel nacional, equivalente a 11 mil 500 millones de litros anuales—ni tomaron
en cuenta a la opinión pública”, expresó.
Entre los países que integran esa nueva
‘sociedad de naciones para el comercio’, apuntó, se encuentran dos que tienen
un alto potencial de exportación de leche. Primero, Nueva Zelanda, cuyo sistema
productivo y económico, está orientado a la producción y exportación de leche y
derivados. El otro país es Australia, también con excedentes lácteos, pero
menores que Nueva Zelanda.
Para empezar, México adquirió más de 27
mil toneladas de leche en polvo, proveniente de Nueva Zelanda, que pueden
crecer a 45 mil toneladas anuales en los próximos once años.
Como es sabido, Nueva Zelanda produce
anualmente 11 mil millones de litros que, dada su reducida población comparada
con la mexicana, arroja excedentes lácteos por alrededor del 90 por ciento.
Álvaro González evaluó la importancia de
la competencia que representa ese país sólo en cuanto a leche. Dijo que en
México el costo de producción de un litro de leche se ubica en 35 centavos de
dólar, mientras que en Nueva Zelanda es de 28 y 30 centavos de dólar.
La diferencia, añadió, es la
alimentación del ganado lechero. En México prácticamente se alimenta a las
vacas especializadas en leche –regularmente de las razas Holstein, Suiza y Hershey—con
alimentos balanceados, a base de maíz molido, pasta de soya, pasta de trigo,
sorgo y semilla de algodón. La mayor parte de estas materias primas, añadió,
son de importación y las transacciones se realizan en dólares.
Mientras tanto, en Nueva Zelanda el
pastoreo libre es lo que predomina. Han mejorado genéticamente variedades de
pastos y con eso alimentan a unos tres millones de vacas lecheras. “Obviamente
que sus costos son reducidos y con los productores lecheros neozelandeses no
podemos competir, salvo que cuenten con aliados mexicanos, ejem Guajardo y su
equipo, a costa de entregar a manos extranjeras un alimento que hace falta a
los mexicanos”, expresó.
Otra desventaja que ha prevalecido a lo
largo de casi 24 años con el TLCAN, consiste en que México compra a Estados
Unidos leche en polvo, ya descremada. Explicó al respecto que la crema que se
retira por medios químicos a la leche, equivale a 4 y 5 pesos por litro. Si en
México pagan LICONSA y la industria alrededor de 7.20 pesos por litro, indica
que la leche de importación llega a nuestro país entre dos y tres pesos de
costo. “En estas condiciones, no podemos competir”, afirmó Álvaro González.
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