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Armando Hinojosa Cantú, Alfonso de Angoitia, Ramiro García
Cantú,
Omar Yunes Márquez, Rafael Caro Quintero, Edith González y Ricardo
Salinas Pliego. Fotos: Procesofoto
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CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Prominentes
empresarios, contratistas, políticos, narcotraficantes, celebridades
relacionadas con la política y prestanombres mexicanos han creado complejas
estructuras en paraísos fiscales para esconder millones de dólares fuera del
alcance del fisco y otras autoridades de México.
De la mano de prestigiados despachos y discretas
firmas de servicios financieros nacionales hicieron tratos en Panamá con el
Grupo Mossack Fonseca, uno de los principales proveedores en el mundo de
compañías offshore.
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Abogados y especialistas en finanzas mexicanos y
extranjeros les han ayudado a crear compañías de papel, fideicomisos,
sociedades, fundaciones y otras entidades en un laberinto de estructuras
internacionales en las que se perdía la pista del dinero y la identidad de los
dueños. Hasta ahora.
Una filtración de los archivos internos de Mossack Fonseca puso al descubierto quiénes y cómo han refugiado sus riquezas en paraísos fiscales. La revelación es la más grande de la que se haya tenido cuenta. Es 46 veces mayor que la de Wikileaks.
Una filtración de los archivos internos de Mossack Fonseca puso al descubierto quiénes y cómo han refugiado sus riquezas en paraísos fiscales. La revelación es la más grande de la que se haya tenido cuenta. Es 46 veces mayor que la de Wikileaks.
La información fue obtenida por el periódico
alemán Süddeutsche Zeitung y
compartida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en
inglés), con Proceso y más de cien medios
asociados en el mundo.
Proceso fue el único
medio impreso de México convocado por el ICIJ en la investigación global de
11.5 millones de archivos internos de Mossack Fonseca que duró casi un año. Se
realizó bajo estrictas medidas de seguridad del ICIJ por 376 reporteros
alrededor del mundo, en el proyecto de colaboración periodística más grande del
que se haya tenido registro.
En septiembre pasado, Proceso participó
en la reunión internacional en la que se definieron pautas de trabajo. El
encuentro tuvo lugar en las instalaciones del Süddeutsche Zeitung, en Münich.
Entre los mexicanos que sacan dinero del país, los
empresarios son los más activos en la firma panameña. En especial uno, el
favorecido contratista del presidente Enrique Peña Nieto, Juan Armando Hinojosa
Cantú. La estrecha relación del contratista con Peña Nieto fue revelada en
noviembre pasado por Aristegui Noticias,
el otro medio mexicano convocado por el ICIJ a la investigación.
El dueño del Grupo Higa aparece hasta ahora como uno
de los clientes más importantes de México para la firma, de acuerdo con los
archivos.
El proveedor de la llamada Casa Blanca de Peña Nieto, en las Lomas de Chapultepec, y
de la residencia en Malinalco, Estado de México del secretario
de Hacienda, Luis Videgaray –el responsable de la recaudación fiscal en el
país–, ha tenido prisa por mandar dinero fuera de México.
En plena tormenta por la revelación de su estrecha
relación con Peña Nieto, Hinojosa Cantú buscó en julio del año pasado movilizar
más de cien millones de dólares en una compleja red financiera que pasó por
varios países.
Esa cifra, que Hinojosa Cantú manifestó como “parte de
sus ahorros”, era una muestra de la riqueza que ofreció gestionar a través del
despacho panameño que en casi 40 años de existencia está considerado entre los
cinco más grandes vendedores en el mundo del secreto de los paraísos fiscales.
Proceso buscó al
departamento de Comunicación del Grupo Higa para esta investigación para saber
sobre sus ingresos y lo que ha reportado al fisco, sin obtener respuesta. La
presidencia de la República también se negó a comentar sobre el tema. Aseguró
que se trataba de “un asunto un poco añejo” y remitió a la investigación de la
Secretaría de la Función Pública que negó la existencia de conflicto de interés, en agosto pasado, justo cuando
Hinojosa ya tenía un esquema financiero para mover su dinero.
El dueño del Grupo Higa destaca junto con otro
empresario que la propia firma panameña describe como “una de las personas más
poderosas de México gracias a sus empresas”: Ramiro García Cantú, quien ha
hecho su fortuna como contratista por más de 30 años al amparo de Pemex.
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El empresario Ramiro García Cantú. Foto: El Diario de Victoria |
Tamaulipeco como Hinojosa, Garza Cantú tiene una
relación más antigua con Mossack Fonseca, que le ha ayudado a crear una
compleja estructura de dispersión de recursos con ramificaciones que van desde
Panamá hasta Holanda, Nueva Zelanda y la República de Seychelles, ubicada en
las islas del Oceánico Índico, al noreste de Madagascar. La oficina de Garza
Cantú tampoco se reportó a la llamada de Proceso.
Algunas de sus principales operaciones de offshore se
concentran en el principado de Andorra, un pequeño país al suroeste de Europa,
con la ayuda de la empresa IGMASA Managment, implicada en evasión de impuestos
en el futbol europeo.
Garza Cantú on Linkurious.
Otros de los relacionados con Pemex que figuran en el
entramado internacional de ocultamiento de dinero son los socios de
Oceanografía, empresa que fue favorecida en el gobierno de Felipe Calderón con
millonarios contratos con la empresa petrolera paraestatal.
Amado Yáñez Osuna, Martín Díaz Álvarez y los hermanos
Oscar y Francisco Javier Rodríguez Borgio le compraron a Mossak Fonseca tres
empresas offshore en las Islas Vírgenes Británicas, territorio al este de
Puerto Rico, en el Caribe; aunque Amado Yañez aseguró a Proceso que desconoce
la existencia de una de ellas, Ceresia, en cuya creación aparece su firma.
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Un buque de Oceanografía hallado en Veracruz. Foto: Yahir Ceballos |
Las tres empresas fueron dadas de alta con dirección
en Miami, donde vive Martín Díaz, sobrino del exsecretario de Hacienda,
Francisco Gil. Mossack Fonseca, además, abrió otra compañía en el mismo paraíso
fiscal para la empresa encargada de pagar los impuestos de Oceanografía a
nombre de Fabián Narváez Tovar, quien le brindaba servicios de outsourcing a la
contratista.
La suerte de los socios de Oceanografía cambió con la
llegada de Peña Nieto a Los Pinos. Amado Yáñez ahora está en prisión acusado de
delitos financieros, mientras que a Martín Díaz y a los hermanos Rodríguez
Borgio se les abrió a fines de 2014 un expediente por lavado de dinero en
Suiza, según la información obtenida a través de Süddeutsche Zeitung y del
ICIJ. En México, ese mismo año se libró una orden de aprehensión al sobrino de
Gil Díaz por uso de recursos de procedencia ilícita según los registros
judiciales verificados por Proceso en la Procuraduría General de la República (PGR).
Su verdugo, Emilio Lozoya Austin, el primer director
de Pemex del gobierno de Peña Nieto, buscó también establecer relación con
Mossack Fonseca. Antes de integrarse al equipo de Peña, Lozoya fue miembro del
Consejo de Administración del Grupo español OHL, en México, otra firma de
infraestructura cercana al presidente de la República. En marzo de 2011, Lozoya
Austin pretendió crear una sociedad con la firma panameña a través de Dubai.
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El pasaporte de Emilio Lozoya. Foto: Especial |
La información disponible no refiere si se concretó la
operación, pero una copia del pasaporte del exdirector general de Pemex está en
los archivos de Mossack Fonseca como prueba del acercamiento, ocurrido poco
antes de que se integrara como consejero de Infoglobal, una compañía de
sistemas de telecomunicaciones en la que participaba el yerno de Juan Miguel
Villarmir, dueño de OHL (Proceso 2056).
El Süddeustche Zeitung recibió la información interna
de Mossack Fonseca de manera anónima y la compartió con el ICIJ, la red
internacional de periodistas con sede en Washington que organizó la
colaboración global.
El historial del ocultamiento del dinero a través de
la firma panameña es largo, como lo indican los 2.6 terabytes de información
contenida en correos electrónicos, documentos e imágenes, que abarcan
prácticamente toda la historia del despacho panameño, desde su creación en 1977
hasta diciembre de 2015.
En la revisión de los documentos participaron
reporteros de 76 países y 109 organizaciones periodísticas. Mossack Fonseca se
encuentra entre los rascacielos corporativos de la zona bancaria de la ciudad
de Panamá. Pero el despacho apenas ocupa una parte de un edificio de tamaño
modesto de vidrios polarizados, que comparte con la clínica odontológica Arango
Orillac, en la pequeña calle 54 del barrio Obarrio, a una cuadra y media de la
torre de BBVA Bancomer conocida como “el tornillo”, como constató Proceso en una visita al lugar en marzo pasado.
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La sede del despacho Mossack Fonseca en Panamá. Foto: Mathieu Tourliere / Procesofoto |
A diferencia de otros despachos y firmas de abogados
panameños, los cuales suelen anunciarse de manera ostentosa en la avenida 50
–una de las vías más importantes de la ciudad–, Mossack Fonseca adoptó un
perfil muy discreto, de tal forma que nadie creería, al pasar frente al
edificio, que ahí se abrieron 214 mil 488 entidades offshore a través de las
cuales circulan millones de dólares cada día.
En respuesta a cuestionamientos durante la
investigación periodística, Mossack Fonseca aseguró que sus servicios son
legales. Sin embargo, la práctica de la firma ha permitido esconder dinero cuyo
origen se desconoce, incluidos lavadores de dinero del narcotráfico y
vendedores de armas.
Los estándares de revisión y supervisión comprendidos
en lo que se conoce como debida diligencia son prácticamente inexistentes
cuando se trata de grandes negocios. Fue el caso de Hinojosa Cantú y de una
empresa que gestionó para el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Con el primero, desestimó las evidencias sobre su
relación con el presidente Peña Nieto, a pesar de que sus propias reglas lo
ubican en la categoría de Persona Políticamente Expuesta (PEP, por sus siglas
en inglés). Con tal de quedarse con Hinojosa, que entra en la categoría de
Individuo de Fortuna Neta Elevada (UHNWI, por sus siglas en inglés) por tener
activos que rebasan los 30 millones de dólares, los agentes de la firma
panameña atribuyeron la información contraria al dueño de Grupo Higa a
versiones periodísticas promovidas “por su principal competidor”, el empresario
Carlos Slim, por medio del diario The New York Times.
La misma falta de rigor mostró el despacho panameño en
el caso del colombiano Juan Pablo Londoño cuando en 2007 le creó la compañía
Monedeux International Services Inc. Sólo después de cinco años Mossack Fonseca
decidió retirarse como agente registrador cuando ya era pública la información
de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos en el
sentido de que la compañía estaba relacionada con Jorge Milton Cifuentes Villa,
socio de Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa.
Cronología de las designaciones de la OFAC
contra el Cártel de Sinaloa. (Clic para agrandar)
En la creación de Monedeux, Mossack Fonseca se había
conformado con una carta de un certificador desde Medellín, Colombia, en la que
le dijo, en octubre de 2006, que Londoño movía 500 millones de pesos
colombianos al mes.
Entre los familiares de políticos a los que Mossack
les abrió la puerta sin mayor cuestionamiento se encuentra el empresario Omar
Yunes Márquez, hijo del diputado federal del PAN y candidato de ese partido al
gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares.
El empresario avanzó en la creación de un fideicomiso
en Nueva Zelanda en el que estarían como beneficiarios él y su esposa. La
operación no llegó a llevarse a cabo porque el hijo de Yunes desistió, pero el
departamento de debida diligencia de Mossack Fonseca nunca alertó que la ley en
México considera como PEP expuesto a familiares hasta cuarto grado y Yunes
Márquez es hijo de un político y hermano de otros dos, el actual senador del
PAN Fernando Yunes Márquez y el exalcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunez
Márquez.
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Omar Yunes Márquez y su esposa Ángela Ruíz. Foto: Heraldo de Veracruz |
Carlos Sousa, director de Relaciones Públicas de
Mossak Fonseca, asegura que sus clientes llegan a través de despachos de
abogados e instituciones financieras, incluidas sucursales de grandes bancos.
Consultado por Proceso, Sousa
aseguró que Mossack Fonseca trabaja “con muy pocos” PEP debido a que la regulación
internacional la considera de “alto riesgo”. Para la firma panameña, no es el
caso de Hinojosa Cantú: “Hice la búsqueda referente a la persona que usted
refiere y según World Check y World Compliance no está calificado como PEP.
Además, los PEPs no deben ser rechazadas simplemente por serlo; sencillamente
es una cuestión de un análisis y administración apropiados de riesgo”.
Respecto al caso de las dos personas señaladas por
Estados Unidos como integrantes del CJNG, dijo que si después de vender una compañía
es listada por la OFAC, “se hacen los respectivos reportes y se comienza el
proceso de renuncia, a menos que los reguladores (autoridades) den una
instrucción”, respondió por escrito.
Aseguró que las personas utilizan las estructuras
financieras de Mossack Fonseca “para temas totalmente válidos y legales, siendo
probable que en algún momento alguna haya sido utilizada para asuntos
incorrectos, y en caso que ocurra, cooperamos totalmente con las autoridades”.
De acuerdo con la documentación interna de la firma,
sólo hay un caso mexicano en el que dijo que no: el de Carlos Hank Rhon,
accionista mayoritario del Grupo Financiero Interacciones. En febrero de 2015,
en otra investigación internacional conocida como Swiss Leaks,
el ICIJ dio a conocer que Hank Rhon tenía depositados 150 millones de dólares
en Suiza en operaciones que tenían el propósito de evadir impuestos o esconder
el dinero.
La negativa de Mossack Fonseca a Hank se debió al
tamaño del desprestigio de su familia luego del escándalo internacional en el
que estuvo involucrada cuando el gobierno de Estados Unidos emprendió a
mediados de los años noventa la llamada Operación Tigre Blanco.
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El empresario Carlos Hank Rhon. Foto: Miguel Dimayuga |
Sin embargo, Interacciones Casa de Bolsa, propiedad de
Hank Rhon, aparece en los archivos de Mossak Fonseca como un “prospecto de
cliente” en 1996, cuando estaba en marcha la investigación estadunidense contra
la familia de Carlos Hank González, fundador del grupo político Atlacomulco,
Estado de México, del que surgió el presidente Peña Nieto.
En la práctica, un “cliente” de Mossack Fonseca es un
intermediario entre la firma panameña y el beneficiario final, verdadero dueño
de las compañías creadas para esconder el dinero. En esa misma condición de
prospectos de clientes de México aparecieron, en 1986, la firma Pricewaterhouse
Coopers y, sin fecha, el Dresdner Bank Latinamerika, un banco que tiene su sede
en Fráncfort, Alemania.
Los documentos muestran a un peculiar prospecto de
cliente mexicano: Óscar Fernando Trujano Sandoval, empleado del Servicio de
Administración Tributaria (SAT), el ente de la secretaría de Hacienda
directamente encargado del pago de impuestos. Trujano trabaja en la
Administración General de Grandes Contribuyentes, en la Administración Central
de Fiscalización de Precios de Transferencia.
Con su correo electrónico oficial del SAT y una
dirección particular en Iztapalapa, los registros de Mossack Fonseca lo tenían
como “prospecto” de intermediario en enero de 2013. En conversación con Proceso, Trujano aseguró desconocer porque su nombre
estaba en los registros de la firma panameña, de la que también dijo no saber a
qué se dedica.
El ocultamiento del dinero no sería posible sin la
participación de los bancos, empezando por los más grandes a nivel mundial, que
fungen en muchos casos como accionistas en las empresas creadas en los
offshore. Para el caso de México, los archivos muestran la presencia de
Santander Private Banking, HSBC Private Banking, Credit Suisse First Boston y
la calificadora Merril Lynch.
Los despachos mexicanos han sido un gran activo para
la firma panameña. Son quienes la ponen en contacto con los dueños del dinero.
Tan sólo en 2010, envió regalos de Navidad a 310 despachos mexicanos. De
acuerdo con la información, una de las firmas mexicanas que más ha recurrido a
sus servicios es Doporto & Asociados, encabezado por el abogado Luis
Doporto Alexandre. A través de una empresa de servicios financieros de Holanda,
Infintax, Doporto y Asociados ha creado complejas estructuras de sociedades,
fideicomisos y fundaciones en distintas jurisdicciones internacionales que han
tenido repercusión en la reorganización del sector farmacéutico en México.
Una muestra de ello: en junio pasado, el despacho tuvo
un papel central en la venta de Grupo Marzam por parte de Genomma Lab. El fondo
holandés Moench Coöperatief compró el 50 por ciento más una de las acciones del
segundo mayor grupo dedicado a la distribución de medicinas en el territorio
nacional, por lo cual desembolsó mil 350 millones de pesos.
Detrás del fondo holandés se encontraban el propio
Luis Doporto, junto con el financiero venezolano Carlos Rafael Dorado, y los
también financieros de origen suizo Karl Frei y Patrick Wyss. La Comisión
Federal de Competencia (Cofece) aprobó la compra, al aseverar que ésta no
afectaría las reglas del libre mercado en el sector farmacéutico.
Sin embargo, la compra de Grupo Marzam se realizó con
recursos de Marina Matarazzo, esposa de Pablo Escandón Cusi, el dueño de Grupo
Nadro, líder en el sector de la distribución de medicinas. En declaraciones a
Proceso, Doporto reconoció la participación de Matarazzo, pero aseveró que la
mujer solamente le prestó a él recursos para la operación de compra y negó que
con ello su esposo se haya apoderado de su rival directo.
El abogado Luis Doporto Alexandre, de 41 años, es
esposo de Melissa Flores Alcántara, hija de Aurora Alcántara Rojas, actual
pareja del exgobernador de Oaxaca, José Murat Casab. Aurora Alcántara es
hermana de Roberto, el dueño de Grupo Toluca, que congrega a empresas de
transporte terrestre, y VivaAerobus México. Al inicio de su gobierno, Peña
Nieto le dio un contrato a Roberto Alcántara por cuatro mil millones de pesos
para el cobro de peaje en la red carretera de Caminos y Puentes Federales
(Capufe) (Proceso 1974).
Los Alcántara Rojas son originarios de Acambay, un
poblado de 56 mil habitantes en el Estado de México, vecino de Atlacomulco y de
donde también proviene la familia de Peña Nieto, cuyo abuelo fue alcalde en
cuatro ocasiones.
En las estructuras de Doporto & Asociados creadas
con Infintax, también tiene una participación destacada Guillermo Vogel
Hinojosa, excuñado de José Murat, padre del actual candidato al gobierno de
Oaxaca, Alejandro Murat, quien este domingo inicia su campaña a gobernador del
mismo estado.
Además de intermediario, Luis Doporto Alexandre es uno
de los beneficiarios finales de fideicomisos abiertos por Mossack Fonseca, en
los que Aurora Alcántara aparece como protectora sustituta.
El espectáculo vinculado a la política mexicana
tampoco ha sido ajeno para Mossack Fonseca. La actriz Edith González Fuentes
aparece como beneficiaria final de una empresa radicada en Bahamas. González
está casada con Lorenzo Lazo Margain, director jurídico del despacho Alemán
Velasco y Asociados. Este bufete pertenece a Miguel Alemán Velasco, hijo del
expresidente de la República, Miguel Alemán Valdes. Alemán Velasco ha sido
socio de Televisa, gobernador de Veracruz y es dueño, entre otras empresas, de
la aerolínea Interjet. Lazo Margain no respondió a las llamadas de Proceso. González fue además pareja del exsecretario de
Gobernación del PAN, Santiago Creel Miranda. Durante gran parte de su carrera
ha sido actriz de Televisa, aunque desde 2010 trabaja para TV Azteca.
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La actriz Edith González Fuentes. Foto: Proyecto 40 |
Del sector empresarial, Mossack Fonseca facilitó a la
empresa Altos Hornos de México (AHMSA) la creación en Panamá de una compañía
llamada Carlyle Techonologies Corporation que ha servido para la triangulación
de recursos de la empresa mexicana desde 2006, cuando AHMSA ya estaba en quiebra.
Empresa pública que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores, AHMSA todavía
movilizó recursos en diciembre de 2015, de acuerdo con los archivos filtrados.
La relación del despacho panameño con clientes
mexicanos en busca de paraísos fiscales data por lo menos de hace 30 años,
cuando le abrió la puerta a narcotraficantes para crear empresas offshore, en
momentos en que salían del país millones de dólares por la crisis económica en
el gobierno de Miguel de la Madrid.
En la primera mitad de los años 80, en pleno auge del
cartel de Guadalajara, Mossack Fonseca creó dos empresas para uno de los
principales líderes de esa organización, Rafael Caro Quintero.
Uno de los socios del despacho panameño, Ramón
Fonseca, fue el agente residente y presidente de la sociedad Compañía Monte
Carlo S.A., propiedad del narcotraficante sinaloense. Caro Quintero pasó 28
años en prisión y fue liberado sin cargos en 2013. Tras unos meses de breve
libertad, está de nueva cuenta en condición de prófugo luego de que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación revirtiera la orden de liberación. En los
ochenta Mossack Fonseca también creó la compañía Financiera Monte Carlo S.A.
para Caro Quintero.
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Rafael Caro Quintero, narcotraficante. Foto: Archivo |
La relación del despacho panameño con narcotraficantes
mexicanos no termina ahí. En 2012 abrió una empresa en Uruguay para Wendy
Amaral Arévalo y Gerardo González Valencia, boletinados por la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en
inglés), como integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación. Según las
autoridades de México y Estados Unidos, esa organización delictiva es una de
las más poderosas en la actualidad.
Otro poder fáctico de México tampoco ha sido ajeno
para Mossack Fonseca: las televisoras. En 2005, entró en contacto con el despacho
Mijares, Angoitia, Cortes y Fuentes, del que fue fundador el actual
vicepresidente de Finanzas de Televisa Alfonso de Angoitia. El despacho le
ofreció a Mossack Fonseca integrar a su cartera a importantes empresarios de
México, como Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa. Uno de los
productos de Mossack Fonseca que más le interesó al despacho del ahora
ejecutivo de la televisora fue la creación de fundaciones.
Angoitia admitió haber adquirido esta empresa en
Bahamas “con el propósito de comprar un departamento y una membresía en un club
de buceo náutico ubicado precisamente en Bahamas, deporte que practica desde
hace muchos años”. Pero aseguró que se trató de una “adquisición pública y
transparente”, por lo que le negó relevancia al tema, según respondió el
ejecutivo de Televisa a Aristegui Noticias a través del vocero de la empresa,
Alejandro Olmos.
Alfonso de Angoitia Noriega on Linkurious.
El presidente de TV Azteca, Banco Azteca y Fundación
Azteca Ricardo Benjamín Salinas Pliego también usó una compañía offshore creada
en Islas Vírgenes con la firma panameña para la compra de un yate.
Entre los prominentes hombres de negocios que han
entrado al secreto mundo de la movilización de capitales está Guillermo Cañedo
White, exejecutivo de Televisa y vicepresidente de la Confederación Norte,
Centroamérica y del Caribe de Futbol (Concacaf), entre 2007 y 2012. Ese periodo
está bajo investigación de la justicia de estados Unidos como parte de la
corrupción de la Federación Internacional de Futbol (FIFA).
Guillermo Cañedo White on Linkurious.
Uno de los socios de Cañedo White es otro de los
mexicanos con una amplia relación con Mossack Fonseca, Ángel Remigio González
González. Dueño de medios de comunicación en Centro y Sudamérica, el empresario
conocido como El Fantasma, por su reiterada negativa a aparecer en público, es
socio de Cañedo White en una firma offshore creada en las Islas Vírgenes
Británicas. Ninguno se reportó a los llamados del semanario.
También del sector de las telecomunicaciones aparece
el empresario y coleccionista de arte José Antonio Pérez Simón, quien creó
empresas junto con su hija. Formó parte del Grupo Carso de Carlos Slim, uno de
los hombres más ricos del mundo.
Aunque miembros prominentes de la actual clase
política mexicana no aparecen en el historial reciente de Mossack Fonseca, el
contratista Hinojosa Cantú es considerado en la investigación periodística
internacional como uno de los latinoamericanos poseedores de offshore con más
relevancia política. Su nombre está al lado del presidente argentino, Mauricio
Macri, quien está en la lista de doce líderes mundiales que crearon compañías
offshore a través de la firma especializada de Panamá.
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El pasaporte del empresario Juan Armando Hinojosa Cantú. Foto: Especial |
Consultada por Proceso y el grupo periodístico
McClatchy Newspapers de Estados Unidos, la presidencia de la República se negó
a dar comentarios sobre la relación personal de Peña Nieto con Hinojosa Cantú.
Sólo remitió a lo dicho por el secretario de la Función Pública (SFP), Virgilio
Andrade. Paulo Carreño King, de la oficina Marca País y Medios Internacionales
de la Presidencia de la República, le respondió a la cadena estadunidense, el
pasado miércoles 30, que se trataba de un asunto pasado y remitió a los
informes de la SFP sobre “el presunto conflicto de interés”.
La mayoría de los líderes mundiales que han escondido
dinero en los paraísos fiscales son árabes. Entre ellos, el rey de Arabia
Saudita, H.R.H Prince Salma; el presidente de Emiratos Árabes Unidos, Sheikh
Khalifa Bin Zayed Bin Sultan Al Nahyan, y el exprimer ministro de Iraq, Ayad H.
Allawi.
Además del Primer Ministro de Islandia, Sigmund David
Gunnlaugsson y el presidente de Ucrania, el empresario Petro Poroshenko,
figuran empresarios cercanos al presidente ruso, Vladimir Putin. La
investigación de este caso en particular realizada por el ICIJ, medios europeos
y rusos arrojó que los cercanos a Putin ocultaron dos mil millones de dólares
por medio de Mossack Fonseca. También está la familia del poderoso presidente de
China Xi Jinping.
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Sigmundur David Gunnlaugsson, primer ministro de Islandia. Foto: AP / Seth Wenig |
En total, fueron identificados 12 líderes, 128
políticos y altos funcionarios públicos de todo el mundo, así como 58
familiares y socios de presidentes, primeros ministros o reyes.
En el caso de México, uno de los políticos mencionados
como beneficiario de una de las empresas offshore es el exdiputado local de
Chiapas y expresidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Tuxtla
Gutiérrez, Noé Fernando Castañón Ramírez, hijo del exministro de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación y exsecretario general de Gobierno de Chiapas,
Noé Castañón León.
La ausencia de nombres de políticos mexicanos no
significa que no sean beneficiarios de sociedades a través de familiares o
prestanombres. El extitular de la Procuraduría Fiscal de la Federación Gabriel
Reyes Orona asegura que los políticos mexicanos tienen mucha experiencia en
esconder su dinero en paraísos fiscales ante la falta de control gubernamental.
Dice que con las triangulaciones y las complejas
estructuras financieras lo que se busca es perder la identidad de los dueños
del dinero a través de números y en las que las partes involucradas no se
conocen unas a otras. Subraya que en esas operaciones en las que la información
está en compartimientos, ya no hay movimiento de dinero, sino generación de
derechos. Ahora todo se hace en la nube, pero en este caso se trata de una
“black cloud”, ironiza.
Tampoco extrañó que Mossack Fonseca no tenga oficinas
en México, como en otros países de América Latina. No las necesita. Cuenta con
numerosos despachos de abogados que operan como intermediarios entre los
beneficiarios finales de las empresas offshore y la firma panameña.
A partir ahí, se empieza a construir un laberinto de
compañías, sociedades, directorios, asamblea de accionistas o fundaciones que
operan en diferentes jurisdicciones internacionales en las que es difícil dar
con el principal beneficiario de la operación de ocultamiento.
De acuerdo con la información obtenida, en el caso de
México se contabilizaron inicialmente 65 compañías, 47 beneficiarios finales o
dueños, 29 clientes y 208 accionistas de empresas vinculadas con mexicanos o
extranjeros radicados en México. A nivel global, el despacho panameño tenía
hasta fines del año pasado 214 mil 448 entidades registradas en su historia y
14 mil 153 intermediarios.
Pocos son los casos en que una sola persona es
beneficiario final, cliente y accionista. En relación con México es el caso de
Manlio Arellanos Gutiérrez, un asesor financiero veracruzano radicado en
Aguascalientes y que en 1996 fue acusado de incumplimiento de pago de
ahorradores que participaban en Unión de Crédito Impulsora del Desarrollo
Empresarial SA de CV (UCIDE). Arellanos dijo a Proceso que sus empresas con
Mossack Fonseca ya estaban disueltas y se negó a dar más información.
Sobrino de Octavio Arellanos Zenil, quien en 1997 fue
representante del PAN ante el entonces IFE, hoy Instituto Nacional Electoral
(INE), en el Consejo Distrital 3 de Tabasco, Arellano Gutiérrez aparece en
compañías abiertas por Mossack Fonseca en la República de Seychelles, y las
Islas Vírgenes Británicas. Su nombre también aparece en los registros públicos
de compañías abiertas en Nueva Zelanda, otro paraíso fiscal, aunque no queda
claro si estas últimas se tramitaron también por medio del despacho panameño. (Con la colaboración de Mathieu Tourliere).
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