Mario Caballero
EL DESPRECIO POR
LAS PLURINOMINALES
La propuesta que lanzó el PRI el 20 de
agosto de 2014 de eliminar 132 legisladores plurinominales, ha precipitado lo
que podría considerarse una avalancha de nieve. Los primeros en oponerse fueron
los del PRD, cuya defensa a la mano, la única, es el ataque. Pero quizá la
reacción menos compresible es la del diputado federal plurinominal Julio César
Godoy Toscano, el más combativo o, si se quiere, el más mañosamente a la
defensiva: “Suprimir las figuras plurinominales equivale a un retroceso en la
democracia y a propiciar un desequilibrio en el poder”.
¿De dónde saca el futuro presidiario que
eliminar las plurinominales es un retroceso democrático y que además rompe el equilibrio
en el poder? En primer lugar, el legislador por representación proporcional nunca
ha personificado un beneficio para la democracia porque más allá de robustecer la
oposición, el ideal partidista y ser un agente que vincule el régimen con los
intereses generales de competencia nacional, es defensor de las ambiciones de
grupos radicales, es la detentación de un cargo, es la conversión de la
soberanía como título de impunidad.
Y en segundo lugar, ¿con qué calidad
moral opina al respecto cuando hay serias acusaciones de lavado de dinero y de
nexos con el narcotráfico en su contra? A la sazón, ¿cuál es el sentido de su
lucha? Porque el único sentido a la vista es que su intervención en el asunto no
es dirigido en defensa del sistema democrático del país (dixit), sino para la
retención del fuero que hasta hoy lo mantiene prófugo de la justicia, y que
obtuvo gracias a la complicidad de sus compañeros de bancada que lo metieron al
recinto legislativo escondido en la cajuela de una camioneta para no ser aprehendido
antes de hacer la toma de protesta.
PORQUE SÍ
Después de la pequeña ilustración
anterior, ¿cómo se pueden defender las plurinominales? ¿Recurriendo a la
historia y demostrando que han servido para darle equidad al poder? ¿Destapando
los expedientes políticos para argumentar que una diputación o senaduría
plurinominal no significa abuso y protección, sino un avance democrático?
¿Abriendo un foro público para debatir que la eliminación vendría simbolizando
una regresión política para el Estado mexicano? Cosas poco –o nada– practicables.
De tal manera, que si no es bajo las
premisas de inmunidad, pago de favores o pactos políticos, no hay forma de explicar
cómo una hija y un nieto de Elba Esther Gordillo sean senadora y diputado
plurinominales. ¿O cómo entender que los líderes del sindicato petrolero sean
uno senador y otro diputado por la misma vía? Tampoco habría otra justificación
para los motivos indiscutibles que llevaron a un hijo de Martha Sahagún a ser
diputado plurinominal por el Partido Nueva Alianza.
Por lo tanto, ¿qué valor tiene la
propuesta del PRI? O mejor dicho, ¿cuáles serían los beneficios eliminando a
100 de los 200 diputados federales y los 32 senadores de representación
proporcional? Entre otras cosas, lo siguiente: Evitar atrasos en toma de decisiones
en los procesos legislativos que tanto le urgen a la patria y reducir el gasto.
Veámoslo, primeramente, por el lado del
costo económico: De aprobarse la reducción de los 100 diputados federales, el
ahorro en sueldos por los tres años de legislatura sería de 536 millones 400
mil pesos; además, habría una reserva extra por 601 millones de pesos por
concepto de apoyos ordinarios y extraordinarios, los cuales son pago de
asesores, servicio de alimentos, boletos de avión, primas vacacionales, seguros
médicos de gastos mayores, telefonía celular, pases de casetas carreteras,
vehículos, entre otros, es decir, la suma de 167 mil 666 pesos que cada
legislador recibe mensualmente por aprobación de la Secretaria General del
Congreso Federal para que puedan cumplir con sus obligaciones y compromisos que
marca la ley. En total sería un aproximado de 1137 millones de pesos por quitar
a esos 100 diputados.
Ahora, por los 32 senadores se
ahorrarían 45 millones 273 mil 600 pesos anuales en el pago de sueldos (nótese
que sólo estamos hablando de sueldos, sin contar las subvenciones (sinónimo de estafa),
ya que un senador gana alrededor de 117 mil 900 pesos por llegar a dormir a su
curul). Por consiguiente, son más de 234 millones de pesos anuales entre
sueldos de diputados y senadores que al ahorrarse podrían ser mejor
aprovechados en la construcción de hospitales, escuelas, seguridad social, etcétera.
Y esto nos lleva necesariamente a buscarle
una respuesta a la situación de ¿cómo en un país tercermundista, con un régimen
económico familiar que en su mayoría no permite siquiera una vida digna, con desigual
distribución de la riqueza, con pobreza y miseria alarmantes, sin empleos, sin
opciones para los miles de jóvenes que año con año egresan de las
universidades, con seres angustiados por la renta o los servicios médicos o el
hambre, se puede dar el lujo de pagar
sueldos tan elevados, sueldos cuyo incremento no va acorde con el aumento al
salario mínimo (para el 2014 el incremento al salario mínimo fue del 3.9% equivalente
a 2.46 pesos diarios, ni para medio kilo de tortilla)?
Al respecto, sólo me permito un
señalamiento: que lo más triste es para lo que ha servido el (involuntario)
derroche económico. Porque la imagen del legislador plurinominal, creada por
Jesús Reyes Heroles en el año de 1977 con la idea de darle mayor legitimidad a
la democracia y equilibrar el poder legislativo, teniendo las mismas funciones
que un diputado de mayoría relativa (representar al pueblo, fiscalizar los
recursos públicos, legislar y gestionar apoyos ante los distintos órdenes de
gobierno), nunca ha sido fundamental –insisto- para el desarrollo democrático,
pues ha servido nada más para cubrir cuotas políticas de los partidos y devenir
en un evidente desastre administrativo y político.
A PROPÓSITO EN
CHIAPAS
Hablemos de los acontecimientos en el Congreso
local. ¿Qué han hecho por Chiapas personajes como Amadeo Espinosa Ramos, Alejandra
Soriano Ruiz, Juan Carlos López Fernández, Abundio Peregrino García, Hugo
Roblero Gordillo, Sonia Catalina Álvarez, por citar algunos, bajo la
envestidura plurinominal?
Para ellos esta figura es la entrega de
cuotas de apoyo (así fue cómo Juan Carlos López Fernández asciende al escenario
político y de ahí alcanza el estrellato delictivo al usar el fuero para escapar
de la justica, ya que parte de su fortuna lo obtiene del crimen organizado de
Tabasco), el pago de lealtades políticas (Alejandra Soriano es premiada con una
diputación fast track por Juan
Sabines Guerrero, a quien le aprobó las deudas que contrajo el gobierno y que
hoy representan el atraco más monstruoso en la historia de Chiapas), el
servilismo a grupos mafiosos (Amadeo Espinosa Ramos, siendo diputado federal
plurinominal en la LXI legislatura del Congreso de la Unión, arma a un grupo de
choque en la ciudad de Villahermosa, Tabasco, para incendiar el ayuntamiento de
Palenque con tal de eliminar los registros que incriminaban a Alfredo Cruz
Guzmán de un millonario hurto al erario público), la defensa en cuerpo y alma de
las corrientes partidistas que contralan políticamente a la agrupación en
general (Sonia Catalina, Hugo Roblero y Abundio Peregrino no pueden ocultar su
participación en las maniobras que Amadeo Espinosa hace para controlar el
Partido del Trabajo en Chiapas, y es por eso que todos ellos has sido
beneficiarios de esta distinción).
LA CONSULTA
El reto que tiene el PRI de reunir un
millón 600 mil firmas en la consulta social que propone la eliminación de las
132 curules plurinominales, es fundamental porque, pese al complejo proceso de
aprobación, una plurinominal nunca favorecerá a la política, menos aun cuando
su único fin es la acumulación de poder y riqueza. La propuesta no es sólo
quitar del presupuesto a 132 gentes, sino también impedir que se siga
institucionalizando la impunidad.
Lo que hay que entender no es quién sale
ganando con esto, si el PRI o el pueblo. Porque la razón real del asunto es el
desalojo de Amadeos Espinosa, de Juanes López Fernández, de Julios Godoy
Toscano, a quienes hay que imposibilitarles el acceso al mando para que ya no se
reporten más crímenes a la nación; la razón es acabar, en términos claros, con
el narcopoder.
Cualquier comentario envíelo a yomariocaballero@gmail.com o al 9611154795.