Raúl Bonifaz.
Como consecuencia de la Reforma Política de México,
se publicó en el Diario Oficial, la Ley General de Partidos
Políticos, este ordenamiento legal regula las disposiciones
constitucionales aplicables a los partidos políticos nacionales y locales, y
define las competencias entre la Federación y las entidades. Sin lugar a
duda, las y los legisladores atendieron una demanda ciudadana permanente,
era urgente modificar los principales elementos de la contienda electoral, se
requería fortalecer la equidad, transparencia y fiscalización entre partidos
políticos, no podía pasar más tiempo y hoy es una realidad en el sistema
democrático nacional.
Entre las instituciones públicas, son los partidos
políticos los que generan menos confianza entre los ciudadanos, se presente
ahora la oportunidad de demostrar su utilidad.
El próximo año de 2015, habrá elecciones federales
y 17 elecciones locales concurrentes (en nueve de estas se elegirán
gobernadores), serán comicios trascendentes en
muchos sentidos, definirán el perfil del nuevo sistema de partidos, mediaciones
fundamentales para la representación política y la lucha civilizada por el poder.
Los partidos políticos, surgen en los años
30, en América Latina la mitad de los países
tienen Ley de Partidos Políticos, la otra mitad no; por razones de espacio,
tocaremos brevemente una parte de la Ley General de Partidos Políticos
aprobada el pasado 23 de Mayo, veamos lo referente al porcentaje de votación
que tendrán que lograr en la siguiente elección para permanecer en
la vida pública.
Con la nueva Ley, los partidos para
no perder su registro tienen que alcanzar ahora el 3% de los votos
válidos, esto nos lleva a recordar que en el porcentaje de votos obtenidos en
las tres elecciones intermedias pasadas, algunos partidos tuvieron dificultad
para no perder el registro y para alcanzar tal meta: en 1997, además de los
tres partidos mayores, solo el Partido Verde Ecologista de México (PVEM)
alcanzó superar dicho porcentaje: el Partido del Trabajo (PT) obtuvo 2.6%,
entonces suficiente para mantener registro, lo perdieron Partido Comunista,
Partido Demócrata Mexicano y Partido Popular Socialista. En 2003, nuevamente
solo el PVEM superó 3%. Por debajo, pero más de 2% estuvieron PT y
Convergencia; perdieron su registro cinco agrupaciones: PSN, PAS, México
Posible, PLM y Fuerza Ciudadana. En la pasada elección intermedia el PVEM, el
PT y Nueva Alianza estuvieron por arriba de 3% y el Partido Social Demócrata
perdió su registro.
Para seguir participando
electoralmente, los llamados partidos alternativos se preparan para que en el
2015, logren el objetivo obligado de 3% de los votos, aproximadamente un millón
400 mil sufragios. Sin olvidar que el IFE está validando la información de tres
futuras organizaciones políticas: Movimiento de Regeneración Nacional (Morena),
Partido Encuentro Social (PES) y Partido Humanista. Esto significa que en 2015
participarán diez organizaciones políticas.
Sí tomamos en cuenta sus antecedentes
electorales, es difícil que todos los partidos alternativos mantengan su
registro y de seguir con su tendencia en los resultados, los que tienen mejores
condiciones de sobrevivencia son el PVEM y Morena. Se sumaría el Panal, siempre
y cuando mantenga sus relaciones y vínculos estratégicos.
Las reglas sobre los partidos
políticos, para bien, han cambiado significativamente y tendrán que trabajar más en su organización interna para obtener
el mayor número de sufragios, la nueva Ley establece que dos o más partidos
podrán fusionarse para construir un nuevo Partido, o para incorporarse a uno de
ellos, pero los partidos de nuevo ingreso no
podrán convenir frentes, coaliciones o fusiones con otro Partido antes de la
conclusión de la primera elección federal o local posterior a su registro.
En sus artículos transitorios, la Ley General de
Partidos Políticos establece que tanto el Congreso de la Unión, los congresos
locales y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, deberán adecuar el
marco jurídico-electoral, a más tardar éste 30 de junio. Lo mismo ocurre con el
Instituto Nacional Electoral, el cual deberá ajustarse a lo dispuesto por la Ley a más tardar el 30 de junio de 2014. Los partidos
políticos deberán adecuar sus documentos básicos y reglamentación interna, a
más tardar el 30 de septiembre de 2014.
Finalmente, considero que la Ley General de
Partidos Políticos, es una Ley que contribuye a elevar la calidad de la
democracia.