Epistolario
Seriedad, ¡por favor!
Por: Armando Rojas Arévalo
ANDREA: Entró en su tercer año con 500
“mañaneras” y sigue echando culpas a sus antecesores. Así no se puede.
Se le fueron ya dos años, me imagino que rápidamente, frente a un pueblo desesperado porque no hay trabajo, porque la condición económica va mal, por la pandemia y la falta de un programa de salud no similar a Dinamarca como prometió que habría, sino al menos que no te dejen morir en la calle, y porque el paso del tiempo, a diferencia de él y la gente de su gobierno, ha sido angustioso, como estar cinco minutos bajo el agua sin tanque de oxígeno.
Es evidente que ha priorizado sus programas “sociales” –regalar dinero-, a los que impulsan el desarrollo económico y otros como el de salud destinados a la prevención de enfermedades.Triunfó aquel primero de julio del 2018 y en
su primer discurso habló de reconciliación, y es lo menos que hay. El pueblo,
feliz, se volcó el primero de julio en las calles y el zócalo porque su voto
contra los males había triunfado. Votó a favor de la promesa de que acabaría
con la corrupción, establecería el estado de Derecho, acabaría con la violencia
y habría oportunidades económicas mejores para reducir la pobreza, mejor
educación y salud para todos.
HOY, NOS REBASA LA PANDEMIA, muchos
hospitales están saturados. Los contagiados superan un millón 105 mil casos y
las defunciones llegan casi a 106 mil.
La situación por la pandemia y el mal manejo
que se ha hecho de ella, alarman. MICHAEL RYAN, director ejecutivo de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), aseguró ayer que la situación de
México ante la pandemia sigue siendo muy preocupante.
“La situación en México es muy preocupante.
Los números muestran que el país está en mala situación. Cuando suben los casos
y también las muertes es un problema muy serio y pediríamos a México que sea
serio. Esperamos que todos los líderes den ejemplo” (en el uso de los cubre
bocas), agregó el doctor TEDROS ADHANOM GHEBREYESUS, director general de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
No se puede. Con un presidente que se niega a
dar el ejemplo de usar el cubre bocas, porque cree que lo están embozalando, y
que pregona, al felicitar implícitamente al siniestro FERNÁNDEZ NOROÑA por no
usar la mascarilla, de que “lo más importante es la libertad”, no se puede.
Frase desafortunada que ya forma parte del
archivo de expresiones malogradas que en su momento se le recordarán. “La
pandemia nos cayó como anillo al dedo”, por ejemplo. Me canso, ganso.
Tan desafortunada como cuando ofreció –el 16
de enero de este año- que a partir del primero de diciembre, los mexicanos
tendríamos un servicio de salud pública como el de Dinamarca. O la expresión
desafortunada, que la Feria Internacional del Libro de Guadalajara no merece el
respaldo del gobierno federal porque ha estado en sus últimas ediciones
“dedicadas contra nosotros”, en virtud de que MARIO VARGAS LLOSA, HECTOR
AGUILAR CAMÍN y ENRIQUE KRAUZE lo han denostado, sin considerar que la
naturaleza diversa de la cumbre literaria es ocasión para que los pensadores
externen sus opiniones. Libertad de expresión, pues.
Al presidente, y esto lo han dicho muchos y
lo he dicho yo en muchas ocasiones, no le gustan las críticas. Si no estás
conmigo, están en contra mía, piensa.
En su reciente visita a Baja California se
miró en un espejo cruel, donde el gobernante local aparece odioso. BONILLA, el
gobernador, se ha hecho despreciable por burlón, mamón –disculpa-, estar
alejado de su pueblo y por tener hambre voraz de poder. En esta ocasión, el
presidente debió haber considerado que un gobernante así, con esas
características termina siendo odiado.
Los videos y fotografías mostraron a un
presidente enojado. Una señora no pudo hablar con él al paso de su vehículo,
porque cerró su ventanilla para no dar oportunidad al diálogo, y en otro
momento un hombre cacheteó a un guardia presidencial en su desesperación de
pedirle medicinas para el cáncer de su hijo.
El presidente debe recapacitar. Las dos más
sentidas demandas del ser humano, en especial los mexicanos, son: salud y
seguridad. Ninguna de ellas se está cumpliendo. Por eso, a donde va lo reciben
ya con pancartas majaderas.
A ningún gobernante querido lo recibirían
así. Es la forma con que el pueblo reclama y responde.
La oposición va creciendo, el propósito de
ella es derrotar a su partido (MORENA) en las próximas elecciones para quitarle
mayoría en el Congreso y en los Estados. No sé si lo logren, porque de aquí a
ese día de los comicios todavía hay mucho trecho y muchas artimañas gestándose.
Un líder es seguido porque lo respetan y lo
aman. Si él quiere trascender así, que ya deje de atacar a fantasmas, no
polarice más y reconcilie como ofreció el día de su victoria.
No sé si él piense en ello, pero lo cierto es
que el día que no se hable mal de él se sentirá triste o malhumorado. Hay que
reconocerle su gran experiencia en la manipulación de los sentires y decires.
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