De Ksheratto lunes, junio 08, 2020
De manera imprevista, el senador golpea con fuerza el lujoso e
impecable escritorio; suelta imprecaciones, enreda sus dedos en el cabello y,
con los puños cerrados, vuelve a castigar al mueble en el que no hay un solo
papel.
—¡Es un malagradecido!, —explota y se queja—: ahora, ni la llamada me
toma… Ni él ni sus funcionarios, ¡carajo!
La urgencia de hablar con su sucesor —y no obtener respuesta—, tiene fundados motivos para enfurecerlo: seis de sus ex colaboradores, están siendo seriamente investigados y de al menos cuatro, se tienen evidencias claras de desvíos de recursos y uno, ya tiene orden de aprehensión, misma que, inexplicablemente, no se ha ejecutado.
Aunque por lo pronto, las indagaciones de millones de pesos desviados
no lo alcanzan a él, sí a sus funcionarios, lo que mediáticamente podría
afectarle en sus aspiraciones para saltar del Senado al Gabinete del presidente
Andrés Manuel López Obrador, desde donde pretende construir una carrera
política con miras al 2024.
Manuel Velasco Coello, exgobernador y actual senador, ha movido todas
sus influencias a nivel estatal y federal, para detener el posible
encarcelamiento de quienes gobernaron a su lado; las pruebas en contra de
éstos, sin embargo, son irrefutables, contundentes, insalvables.
De acuerdo a los resultados de las investigaciones, solo en la
secretaría de Salud, a cargo de Francisco Ortega Farrera, se desviaron 301 mil
666 pesos, mediante facturas falsas, atribuidas a empresas inexistentes y que,
se presume, se depositaron en distintas cuentas del titular de la dependencia y
de funcionarios de menor rango.
Otros 846 mil 173 pesos, corrieron la misma suerte, utilizando el
mismo método, para, según ellos, no dejar huella; entre aviadores, facturación
ficticia, pagos no contemplados ni autorizados y gastos “de emergencia”, entre
2016, 2017 y 2018, esa secretaría erogó, injustificadamente, un millón 838 mil
294 pesos. Peccata minuta, si lo comparamos con los multimillonarios desvíos
detectados en la construcción de centros de salud, hospitales y adquisiciones,
principalmente, medicamentos.
En ese contexto, la deuda en el rubro de salud que dejó la
administración de Velasco Coello, es de 4 mil 348 millones de pesos, cifra que,
tras haberse comprobado como desvío y malversación, ha dado elementos para que
las instancias obligadas, interpongan las querellas necesarias y procesen penalmente
a los responsables. Cabe mencionar que la cifra del presunto desvío, es casi
similar al presupuesto de esa institución en el año 2017, que fue de 4 mil 611
millones, 752 mil 735 pesos.
A tal grado llegó la corrupción en esa secretaría, que muchos “proveedores”,
mantienen firme su exigencia de pago, pese a que, según las averiguaciones de
las instancias correspondientes, se ha comprobado que son empresas fantasmas,
creadas por Ortega Farrera y sus más cercanos colaboradores y amigos.
Otra dependencia en serios problemas, es la de Obras Públicas y
Comunicaciones, que estuvo durante el sexenio de Manuel Velasco, en manos de
Jorge Betancourt Esponda, que del año 2016 al 2018, recibió de la secretaría de
Hacienda, 5 mil 183 millones, 655 mil 529 pesos, de los cuales, estiman los
investigadores, entre el 55 y el 65 por ciento, pudo haber sido desviado,
malversado y/o utilizado para fines estrictamente personales. Tan solo en
gastos de representación, “emergencias”, viáticos, rentas de espacios para
eventos, aviadores y “pagos especiales”, se han encontrado irregularidades de
hasta cuatro millones de pesos.
Según un análisis financiero, se han detectado tres obras pagadas,
pero no ejecutadas y varias más, ejecutadas con materiales de baja calidad y/o,
sobreprecios que a la hora de las cuentas, no se ajustan al presupuesto anual
de esa dependencia, ni a los requerimientos establecidos por la ley.
En los últimos estertores del gobierno de Manuel Velasco, el
secretario Daniel Flores Navarro —que sustituyó a Betancourt Esponda durante el
periodo electoral—, en su comparecencia ante el Congreso del Estado, aseguró
que se habían invertido 34 mil millones de pesos en obras como la construcción
de mil kilómetros de carreteras, drenajes y agua potable que benefician a no
menos de 150 mil familias y se refirió a la “recuperación” de 33 unidades
médicas.
Llama la atención la cifra de dicha inversión (más de 34 mil millones
de pesos), si el presupuesto de la SOPyC, del 2013 al 2018, en total fue de 17
mil 506 millones, 606 mil 007 pesos; es decir, hubo un sobre ejercicio de 17
mil 493 millones, 393 mil 993 pesos, casi el doble del presupuesto legal. Pese
a ello, dejó obras inconclusas en el sector educativo, infraestructura, salud y
otras.
Limpiar esas cifras, es la urgencia del senador Velasco, a quien ya
nadie responde el teléfono; ello le provoca rabietas y profundos estados de
depresión, cuentan quienes le han visto marcar una y mil veces a su sucesor… O
a cualquier funcionario actual.
—¡Son chingaderas! Yo lo hice gobernador, yo ordené a los otros
candidatos a bajarse del caballo para dejarle libre el camino y con esto me
paga. ¡Qué ingratitud!
La gran pregunta es: ¿Intervendrá su amigo y protector, el presidente López? Hay quienes dan por sentada esa posibilidad y hay quienes confían en la firmeza de carácter del gobernador Rutilio Escandón, para, por fin, poner un coto a la corrupción y la impunidad.
Transitorio
¿Con qué exfuncionario manuelista negoció el Fiscal General una
“prórroga” para no ser detenido? “Te doy unas semanas para que cuadres tus
cuentas, revises facturaciones”, cuentan que le dijo al probable indiciado de
quien se dice, ya se fue del estado.
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