EL
CAMBIO CLIMÁTICO, UN TEMA PREOCUPANTE PARA MUCHAS NACIONES, SIN PRIORIDAD PARA EL
GOBIERNO DE MÉXICO
‣Los incendios forestales en México contribuyen con el deterioro
de la atmósfera terrestre
‣El gobierno mexicano considera no necesario impulsar la
investigación agrícola, hidráulica y forestal
En los últimos años los
temas de cambio climático y efecto invernadero por razones naturales e
inducidas por la humanidad, se han convertido en preocupación social,
científica, económica y de políticas públicas para gran cantidad de gobiernos, frente
a la necesidad de cambiar modelos de producción y distribución de alimentos agropecuarios,
mejorar la calidad del medio ambiente, y la necesidad de encontrar alternativas
respecto del uso de combustibles fósiles.
“Estos son factores
determinantes de contaminación ambiental y deterioro de mares, ríos y regiones
donde se extrae petróleo, gas natural y carbón mineral”. Esta es la denuncia de
miles de personas interesadas en disfrutar un mundo mejor, con racionalidad en
el uso de los recursos naturales en franco descenso.
A principios de este año,
varios medios informativos dieron fe de la preocupación de los alcaldes de
Nueva York, Bill de Blasio, y de Londres, Sadik Khan, quienes exhortaron a los
gobernantes de todo el mundo, para que “abandonen sus inversiones en la
extracción y procesamiento industrial de combustibles fósiles. Ello permitirá evitar
una catástrofe climática”, justificaron.
Al respecto, es de señalar
que el actual gobierno mexicano, desde el inicio de su gestión al frente de los
destinos del país, en diciembre de 2018, anunció una serie de medidas
estratégicas y recursos cuantiosos para exploración, extracción e industrialización
de petróleo, a fin de recuperar la antigua grandeza económica del “oro negro”.
Esto fue interpretado como una negación a unirse a millones de ciudadanos en el
mundo que claman por mejores condiciones de vida sin deterioro de los recursos
naturales que, en apariencia, son de todos, pero a la vez de nadie. Vienen y
van gobiernos, usan lo que les da la gana y no hay culpables.
Este mismo mes de enero de
2020, los líderes de esas ciudades dieron a conocer una especie de guías
prácticas dirigidas a los alcaldes y medios de comunicación, a fin de exhortar
a los ciudadanos y electores, a inversionistas privados, a abandonar las
inversiones en petróleo, gas natural y carbón.
La recomendación que
destaca ante las sociedades, es dar mayor impulso a la investigación y uso
comercial de energías renovables. “Eliminar los activos de combustibles fósiles
de nuestras carteras y aumentar las inversiones amigables con el clima, no son acciones
fáciles, pero son absolutamente necesarias”, indicó De Blasio.
Este esfuerzo es liderado
por “C40”, una red de casi 100 ciudades globales que se han comprometido a
combatir el cambio climático. Destacan ciudades de Alemania, Noruega,
California, Australia y Suecia.
Los incendios forestales
en México y el mundo, también contribuyen con el deterioro de la atmósfera
terrestre. En México se presentan anualmente entre 7 mil y 8 mil 500 incendios
forestales, con superficie afectada arriba de 500 mil hectáreas. Este reporte
es de la Comisión Nacional Forestal correspondiente a 2018.
En Australia,
recientemente se extinguieron incendios que afectaron con humaredas a
prácticamente todo el mundo. Expertos estiman que la atmósfera recibió más de 350
millones de toneladas de bióxido de carbono tan sólo por este fenómeno.
Es de señalar que en
México el cambio climático se manifiesta en el avance de zonas desérticas de
norte a sur. Por ejemplo, el desierto de Chihuahua ya alcanzó efectos de
deterioro de suelos hasta los estados de Zacatecas, Durango, Coahuila, Nuevo
León y San Luis Potosí.
Investigadores de
instituciones académicas de México, como la Universidad Autónoma Chapingo y el
Colegio de Postgraduados, han llegado a conclusiones impactantes de erosión y
acarreo de tierras por efecto de los vientos y de escurrimientos hídricos, en más
de dos terceras partes del territorio nacional, donde se observa deterioro de
suelos en diversos grados, desde inapreciable, hasta notable y severo, dentro
de una superficie de más de 130 millones de hectáreas.
De igual forma, el cambio
del clima es notable a través de escasez de lluvias que, además de no ser
puntuales, regularmente llegan con retraso e insuficientes. Un ejemplo ocurrió
en 2019, donde las precipitaciones pluviales se normalizaron hasta los meses de
junio-julio. Para los productores de temporal, fue un mal año de cosechas. Los
pequeños productores de maíz y frijol de autoconsumo, tendrán que comprarlos en
el mercado.
Para afrontar el cambio
climático en agricultura, se requiere avanzar rápido en la investigación y crear
semillas distintas a las convencionales, con características de alta
productividad, resistencia a plagas y enfermedades y que utilicen menos agua.
Al respecto, nuestro
gobierno considera no necesario impulsar la investigación agrícola, hidráulica
y forestal. En un plano de ejercicio del presupuesto de egresos para 2020, el
impulso al desarrollo de las ciencias general, se ubica en el 0.5 por ciento del
Producto Interno Bruto, PIB, cuando países como Japón, Europa y Estados Unidos,
canalizan recursos fiscales por el orden de 2, 3, 4 y 5 por ciento.
Desde finales del siglo
XIX, pero más notablemente en los últimos 50 años, con el desarrollo industrial
y la pérdida de bosques y selvas, entre otros factores, la temperatura de la
superficie terrestre se ha incrementado, lo cual significa un alto riesgo
para todas las formas de vida.
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Pascacio Taboada Cortina.
Cel: 55 16 49 23 34
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