Por:
Gonzalo Egremy
SEDICIONES EN
PUEBLOS
+La violencia en contra de funcionarios o edificios
públicos no ha sido frenada; un día es en la Costa y en otro, en Los Altos o
Norte la entidad.
+A un año de los gobiernos municipales las
manifestaciones de repudio a servidores públicos en comunidades indígenas se
han incrementado.
.-Se está haciendo cotidiano los actos
vandálicos en edificios públicos y en contra de funcionarios, sobre todo en la
zona de Los Altos y Norte del estado.
Ayer no fue la excepción y le tocó el
turno a la alcaldesa de Simojovel, Viridiana Hernández Sánchez, y a su esposo,
el síndico municipal (¿es o no nepotismo?, subrayado de quien esto teclea),
Gilberto Martínez Andrade.
Resulta que por la mañana llegaron
cientos de habitantes, a la alcaldía, procedentes del ejido Pueblo Nuevo
Sitalá, a exigir a la alcaldesa y a su cónyuge cumpliera con las promesa de
obras (y dinero) del COPLADEM.
De acuerdo con diversos reportes, al
negarse los funcionarios, los ejidatarios con palos y machetes intentaron
retener a la presidente municipal, Viridiana Hernández Sánchez, pero sus
guaruras dispararon armas de fuego y lanzaron gases lacrimógenos en contra del
grupo de campesinos.
La edil Hernández Sánchez logró ser
salvada pero no así su esposo, el síndico municipal que a golpes (algunas
fuentes afirman que recibió un machetazo en la frente) se lo llevaron los
campesinos a su comunidad Pueblo Nuevo Sitalá.
Horas después arribaron policías de la
Fiscalía General del Estado y hasta elementos de la Guardia Nacional a la
cabecera municipal.
Hasta ahí quedaba ayer por la tarde los
violentos hechos de sangre en el municipio de Simojovel, y quizá las
autoridades envíen los dineros del Comité de Planeación de Desarrollo Municipal
(COPLADEM) y así los ejidatarios devuelvan con vida al síndico municipal.
Apenas la semana pasada en el municipio
de las Margaritas, se registró otro hecho violento en contra del presidente
municipal de ese lugar, Jorge Luis Escandón Hernández.
En esa ocasión un grupo de habitantes
del ejido “Santa Rita Invernadero” acudieron a la presidencia municipal y
sacaron a golpes al edil, Jorge Luis Escandón Hernández, lo amarraron a la
parte trasera de una camioneta y lo arrastraron por varias calles, presuntamente
porque se negó a entregar dinero del COPLADEM para las obras que prometió en
campaña.
El nueve de septiembre pasado le tocó el
turno al presidente municipal de Escuintla (aquí en la Costa) Ever Daniel
Velázquez Javalois, cuando habitantes de ejidos, rancherías y de la cabecera
municipal, al no ser atendidos, se posesionaron de la presidencia y después
bloquearon el tramo carretero hacia esa localidad.
Ante el engaño de autoridades de ser
atendidos si desalojaban la carretera, a la siguiente tarde-noche la turba quemó
edificios públicos (la alcaldía, el DIF una bodega) y tres automotores, ahí en
Escuintla.
Los ciudadanos dieron a conocer detalles
del probable delito de enriquecimiento ilícito del edil y de sus familiares.
Narraron
que cansados de muchos engaños del aún edil, Ever Daniel Velázquez Javalois,
surgido del Partido Encuentro Social (PES) pero en alianza con Morena, los ciudadanos
actuaron en contra de los edificios.
Dijeron
estar cansados de los presuntos actos de corrupción al interior del
Ayuntamiento Municipal de Escuintla, y algunos de ellos, proporcionaron los
siguientes datos:
El edil, Ever Daniel Velázquez Javalois vivía en la pobreza
al igual que su mamá Florinda Javalois, su mujer de origen centroamericano y
sus hijos; pero en los nueve meses al frente de la alcaldía ha comprado: Dos ranchos de
50 y 30 hectáreas cada uno, casa, caballos y hasta carro para su papá.
Adquirió dos
camiones de volteo a nombre de su cuñado Jacobo, quien manda en la contraloría
municipal, con un valor de $460,000 cada uno, los cuales son rentados a la
presidencia municipal a 90,000 mensuales, pero el pago del Diesel y el sueldo
del operador los paga la presidencia municipal.
Denunciaron los
presuntos negocios de doña Florinda Javalois, “quien es la que manda en la
presidencia”, afirmaron.
Ayer hubo un intento por parte de las autoridades estatales de convencer
a los escuintlecos de no manifestarse más en contra del mencionado edil, y que
quizá así la FGE dejaría en libertad a los seis detenidos el día de los
disturbios, pero en la minuta levantada en Tuxtla Gutiérrez solo aparecen
nombres de funcionarios y del alcalde pero no de los ciudadanos.
Otros hechos
sangrientos se dieron en diciembre último en Bochil y El Bosque en donde hombres encapuchados armados con palos y tubos atacaron la casa de los
presidentes municipales de ambos lugares.
A bordo de vehículos llegaron a la alcaldía (Bochil) y destruyeron la
fachada para exigir así al alcalde Martín Díaz Gómez pague los recursos del
Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal (Copladem).
Horas después, otro grupo de hombres encapuchados procedentes de la comunidad
de Santa Cruz, llegaron hasta la cabecera municipal y se dirigieron a la casa
del alcalde (El Bosque) Gildardo Zenteno Moreno, donde destruyeron su fachada y
le quemaron un vehículo, propiedad de su esposa Miriam Flores Sánchez; y como
se observa la situación en varias regiones, el horno no está para bollos, ¿no
cree usted?//Salud
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