‣Plantean
productores del campo al gobierno y legisladores “un decálogo” para su análisis
conjunto sobre el Proyecto de Presupuesto de Egresos
‣Los
recursos del Proyecto de Presupuesto Especial Concurrente, PEC - 2020, reduce
en 20 mil millones de pesos el apoyo fiscal al campo mexicano
‣Cancela
el gobierno siete programas vitales para apoyo a la agricultura, ganadería y
comercialización de cosechas
Los campesinos y productores del campo
de México, “no podemos quedarnos callados frente a la irreflexión y abuso del
gobierno y del Congreso de reducir –en 20 mil millones de pesos—el Proyecto de Presupuesto
Especial Concurrente 2020”. Al mismo tiempo, el anuncio de eliminar siete
programas esenciales para mantener la dinámica productiva del campo, “nos
llevará al cadalso”.
En reunión de dirigentes Estatales y
Ramas de Producción, y del Comité Ejecutivo de la Confederación Nacional de
Propietarios Rurales, CNPR; coincidieron en que “el campo de México padece
rezago progresivo en productividad y precios competitivos; inversiones escasas
y malas temporadas de lluvias en los últimos años”.
“Estos factores adversos para la
economía campesina, no garantizarán en breve plazo la autosuficiencia en granos
y oleaginosas ni el país podrá alcanzar la soberanía alimentaria”, dijeron.
En consulta con las bases de las
organizaciones estatales y regionales, consideran grave y drástica la reducción
que se propone a los programas con impacto productivo operados a través de la
Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). De 65,434.9 millones de
pesos ejercidos en 2019, pasa a 46,253.1 millones de pesos en el PPEF 2020. “Esto
significa una disminución de alrededor de 30 por ciento”.
De no corregirse esta propuesta, el país
enfrentará la caída vertical de la producción agropecuaria y un marcado
desequilibrio en la balanza comercial del sector agropecuario; disminución en
ingresos de los productores rurales y deterioro de las condiciones de vida y
estabilidad social en el medio rural.
Los miembros de esta organización con
representación en todo el país, pidieron a su dirigente, Eduardo Orihuela
Estefan, solicitar una audiencia directamente con el Presidente de la
República, Andrés Manuel López Obrador, para recapitular, programa por
programa, la distribución de las partidas presupuestales y para que haya congruencia
entre las necesidades nacionales de aumento de producción de alimentos,
productividad, y el ejercicio de los recursos fiscales. Todo esto, dijeron,
“para que no haya confusiones y engaños respecto de lo que ocurre en realidad
en materia de fomento a la producción de alimentos”.
Al respecto, de acuerdo con expresiones
concretas del Jefe del Ejecutivo, con relación a sus acciones fundamentales
para lograr el desarrollo de los mexicanos y del país, plantearon un “decálogo
de propuestas”, en torno al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación
para 2020:
1:
Por el bien de todos, primero los pobres. Las organizaciones de los
sectores social y privado del sector agropecuario, forestal y pesquero,
compartimos plenamente con el Presidente de la República, Andrés Manuel López
Obrador, la decisión de otorgar la mayor prioridad al bienestar social y al
combate a la pobreza. Seis de cada diez mexicanos que viven en el medio rural,
enfrentan condiciones de pobreza. Asumimos como propia esta consigna.
2: No a la corrupción. Compartimos con
el Presidente de la República el compromiso de combatir la corrupción, promover
la austeridad y entregar los recursos del campo de manera directa y sin
intermediarios, a los productores rurales. “… Entonces, que se ajusten los
mecanismos, no los presupuestos…”.
3: Finanzas públicas sanas que impulsen
el crecimiento económico. Valoramos que, en un entorno financiero internacional
complejo, el Gobierno de la República ratifique su compromiso de mantener
finanzas sanas y un manejo responsable de las variables macroeconómicas.
Creemos, sin embargo, que es indispensable realizar ajustes importantes que
fortalezcan la reactivación económica, el mercado interno y el empleo, lo que
exige incrementar el presupuesto de los programas productivos del campo.
4: Estado fuerte, no Estado ausente.
Coincidimos con lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo 2019 – 2024,
en el sentido de que, el Estado mexicano, debe recuperar su fortaleza como
garante de la estabilidad y articulador de los grandes propósitos nacionales.
Por eso, nos resulta preocupante que en el PPEF 2020, se ajuste drásticamente
el Presupuesto para el Campo, porque ello significa el riesgo de pasar de un
Estado mínimo, a un Estado ausente y generador de pobreza.
5: No al trato inequitativo a la
población rural. En el medio rural mexicano vive el 25 por ciento de la
población nacional. A este segmento del campo, sólo se le asigna el 5.4 por
ciento del gasto total; es donde viven y trabajan los más pobres de los pobres.
6: Necesitamos programas sociales, pero
también programas productivos. Damos la bienvenida a los programas sociales que
contribuyen a superar las condiciones de pobreza y marginación. No obstante, es
necesario fortalecer esquemas de inclusión productiva.
7: No se rescata al campo eliminando los
programas productivos. Respaldamos el propósito expresado en el PND, cuando se
afirma que el gobierno federal se ha propuesto como uno de sus objetivos,
romper el “círculo vicioso entre postración del campo y dependencia
alimentaria” y por ende impulsar la autosuficiencia alimentaria y el rescate
del campo. Consideramos que, eliminar o reducir los Programas Productivos,
resulta contrario al Plan Nacional de Desarrollo y a los compromisos asumidos
por el Presidente de la República.
8: Solucionar de raíz el problema de la
migración nacional. Cumplir este propósito exige generar las condiciones
económicas y sociales que permitan arraigar a la población en su tierra. En el
campo eso se logra con esquemas de financiamiento, asistencia técnica,
capacitación y apoyo a los cultivos de alto consumo; producción y
comercialización, medidas sanitarias y esquemas de aseguramiento, mismos que se
ven afectados en la propuesta de presupuesto 2020. Un campo trabajando,
reconstituye el tejido social.
9: Los riesgos en el campo son riesgos
del país. Hoy, más que nunca, el campo enfrenta riesgos que requieren atención
y recursos. México es pionero en la administración de riesgos para su campo,
protegiendo siempre al pequeño productor, en esquemas de coordinación entre el
gobierno federal y las entidades federativas. El mundo es testigo de
devastadoras consecuencias del cambio climático. Por ello, como país, no
podemos escatimar recursos para prevenir y combatir cualquier riesgo. Están en
juego las condiciones de vida de millones de campesinos, pero también la
producción y el abasto de productos básicos para la población. “Ella nos
necesita y nosotros necesitamos de ella”.
10: Cooperación, no confrontación.
Confiamos que, mediante el diálogo constructivo con las autoridades, los
legisladores federales y las organizaciones de productores, lograremos generar
los acuerdos que permitan, por encima de colores políticos, reconstruir el
presupuesto para el campo en beneficio de la población más vulnerable y de la
estabilidad social y política del país. De cara a estos retos y en un entorno
internacional complejo, México demanda de todos los sectores cooperación, y no
confrontación.
Concluyeron integrantes de la CNPR, en
exhortar al Gobierno de la República a reconocer y no descalificar la
aportación de las organizaciones de la sociedad rural mexicana. “Todos hemos
pugnado por el desarrollo sectorial y regional, con proyectos productivos que
integran las diferentes modalidades de tenencia de la tierra y su capacidad
productiva, y jugando un papel determinante en el reparto agrario y generando
estabilidad y paz social”.
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