Por:
Gonzalo Egremy
FOTO DE: Cumbre Pueblos |
CALENTAMIENTO GLOBAL
+Nuestro
planeta agoniza y con él la raza humana y toda forma de vida por la
irresponsabilidad del mismo hombre.
+La emisión de dióxido de carbono, así
como por la tala inmoderada y la sobre explotación de la tierra, nuestro único
hogar sufre cambios climáticos.
.-La Tierra nunca antes había sufrido cambios
climáticos de gran impacto por efecto de la acción del hombre.
En las últimas décadas, el deterioro de la capa de ozono ha originado un aumento
progresivo de las temperaturas en todas las regiones del mundo y toda
una serie de efectos derivados de él.
Este
periodo coincide con los mayores niveles de industrialización, desarrollo y
avances tecnológicos en la historia de la humanidad.
Nuestra
vida se ha vuelto más sencilla, aunque la mayoría de las veces ha sido a costa
del equilibrio medioambiental.
La
preocupación no es nueva: empezó a principios de los años 80,
cuando quedó claro que era necesario armonizar el desarrollo industrial
con el bienestar de los entornos en los que convivimos.
Las
organizaciones independientes y varios organismos surgidos de la sociedad civil
fueron los encargados de señalar tales excesos.
Hoy
en día, el calentamiento global es el gran reto al que se enfrenta el planeta.
¿Cómo
paliar sus efectos? ¿Qué acciones preventivas podemos llevar a cabo? Empecemos
por hacer un repaso a las causas de este fenómeno.
Antes
que nada, es preciso aclarar que también existen causas naturales para explicar
este fenómeno; es decir, aquellas que obedecen a ciclos propios de la Tierra
como parte del sistema solar y de sus transformaciones.
Sin
embargo, el impacto de estas causas es insuficiente para explicar el
calentamiento global actual.
Por
el contrario, son las causas artificiales, es decir,
aquellas derivadas de la acción del hombre, las que
juegan un papel determinante en este sentido.
Veamos
cuáles son y qué efectos añadidos generan en las regiones y sus habitantes:
Hablamos
básicamente de la emisión de dióxido de carbono, que en
la actualidad es el elemento más nocivo para la estabilidad del planeta.
Este
componente se produce tras la quema de combustibles fósiles como, por ejemplo,
la gasolina que consumen día a día los coches o la producción de electricidad.
El
dióxido de carbono, junto a otros gases derivados de la industria,
hace que las partículas de la capa de ozono se desintegren y la Tierra se
exponga de forma directa a los rayos solares.
Las principales
consecuencias de este efecto no solo se reflejan en el
progresivo aumento de la temperatura, sino también en
el deshielo de los polos, la alteración de los ciclos
vitales, la desaparición de especies animales, las sequías y,
sobre todo, el desplazamiento y las crisis alimentarias.
Se
calcula que el año pasado más de 150 millones de personas se vieron obligadas a
dejar su lugar de residencia por efectos relacionados con el cambio
climático y el deterioro de la capa de ozono.
Los árboles desempeñan un papel importante en el
equilibrio medioambiental, ya que convierten el dióxido de carbono en oxígeno.
Al haber menos árboles, tal como sucede en regiones como el
Amazonas, los niveles de CO2 en la atmósfera aumentan y
favorecen el deterioro de la capa de ozono.
Además, la calidad del aire que respiramos empeora, sobre
todo en grandes centros urbanos o zonas industriales, generando enfermedades de
tipo respiratorio y cardiaco.
La
superpoblación de la Tierra, junto con otros motivos, plantea nuevos retos,
entre ellos el de la producción de alimentos.
En
su afán por cubrir una demanda cada vez más amplia, la gran mayoría de las
empresas de la industria alimentaria emplean fertilizantes para aumentar
los niveles de producción de alimentos.
Dichos
fertilizantes están elaborados a base de óxido de nitrógeno, que es incluso más
perjudicial que el dióxido de carbono, y generan daños adicionales
en los propios campos de cultivo.
A
largo plazo, se convierten en zonas yermas y desérticas. Muchos desplazamientos
en el mundo también se pueden explicar por el uso excesivo de este tipo de
fertilizantes y elementos químicos en la agricultura.
A
lo anterior habría que añadir otro elemento: según los expertos, el año
2015 ha sido catalogado como el más caluroso de la historia.
Esto
puede explicar de algún modo el aumento de huracanes, tornados, ciclones,
inundaciones, desbordamiento de ríos y otros fenómenos que tienen
una incidencia directa en el desplazamiento forzoso de millones de personas en
el mundo cada año.
Y
aun con todos los desastres, que conllevan la pérdida de miles de vidas
humanas, de toda clase de animalitos, y de zonas devastadas por los fenómenos
hidrometeorológicos, continuamos dañando al planeta con la tala inmoderada de
millones de hectáreas, con la matazón con agroquímicos de abejas y de otros muchos
insectos benéficos, ¿no cree usted?//Salud.
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