Por:
Gonzalo Egremy
FOTO DE: El Siglo de Torreón |
SÍ HUBO ESPIONAJE CON EPN
+El
Software que adquirió gobierno de EPN para espionaje de periodistas y
defensores de derechos humanos, tuvo un costo de miles de millones de pesos.
+Un juez federal de la Ciudad de
México, concedió Amparo a un ciudadano para que INAI dé conocer a los
involucrados en esas actividades.
.-La
información comprobada de que el gobierno de Enrique Peña Nieto había
adquirido, desde el 2013, un programa de espionaje a periodistas, activistas de
derechos humanos y a “enemigos políticos”, estalló el año pasado.
Primeramente,
como todos los sonados casos de aquella mala administración de EPN, fue negada
la existencia del programa “Pegasus”.
Hasta
que periodistas de la Ciudad de México, algunos incisivos críticos del pésimo
gobierno peñista, fueron víctimas también de espionaje.
Posteriormente
ante el escándalo del tema, que cobró vida a nivel internacional porque un
gobierno “espiaba” a sus críticos, fue admitido que el Software fue comprado a
empresa israelí “para monitorear a miembros de la delincuencia organizada” y
operado por la PGR.
"El espionaje abre la puerta para que lleguen más lejos:
la intimidación, el acoso, la censura, los despidos, las golpizas, los
asesinatos...
Es claro que quieren que sepan que nos están espiando, que
somos vulnerables, que ellos saben de nuestros hijos, nuestras vidas privadas y
laborales", dijo Carlos Loret de Mola en un mensaje transmitido en una conferencia
de prensa el año pasado en la Ciudad de México.
El
diario El País agregó en esa misma información que “Loret recibió siete
mensajes en su teléfono en las mismas fechas en la que realizaba una
investigación de la matanza de Tanhuato, un
enfrentamiento en Michoacán entre policías y narcotraficantes que dejó 42
supuestos criminales muertos en mayo de 2015.
Este
lunes (en aquella fecha), el periodista denunció junto a comunicadores,
activistas y defensores de derechos humanos una operación sistemática de
espionaje con malware.
En
un informe,
adelantado por The New York Times y Buzz Feed News, los denunciantes documentaron 88
intentos de infección entre 2015 y 2016 a través de un programa informático
llamado Pegasus, que se descarga en los teléfonos móviles.
Esto
abona al clima de violencia que existe en México contra los informadores. “Es
inaceptable que espíen periodistas y que hayan asesinado a
Javier Valdez y Miroslava Breach. No sabemos si ellos
fueron espiados, pero tenemos derecho a pensarlo”, dijo la periodista Carmen
Aristegui, otra de las que han denunciado el intento de espionaje.
“El
Gobierno mexicano espía a sus críticos. Utiliza el dinero de todos nosotros
para cometer este tipo de ilícitos”, agregó Aristegui en la conferencia de
prensa que responsabilizó al Gobierno de Enrique Peña Nieto de los ataques.
El
Gobierno de México ha negado las acusaciones. "No hay prueba alguna de que
las agencias del Gobierno mexicano sean responsables del supuesto
espionaje", escribió Daniel Millán, el responsable de medios
internacionales de la presidencia.
"Condenamos
cualquier intento de vulnerar el derecho a la privacidad de cualquier
persona", dice el comunicado que el funcionario envió a The New York
Times.
El equipo de reporteros de Aristegui Noticias, que reveló el
conflicto de interés de Peña Nieto con su mansión, recibió más de 50 mensajes
de texto con contenidos provocativos o intimidantes.
Estos venían acompañados por un enlace. Si se oprimía el
vínculo el malware Pegasus se descargaba
en el aparato.
Los
reporteros Rafael Cabrera, Sebastián Barragán, Daniel Lizárraga y Salvador
Camarena recibieron estos mensajes. Pero los textos también llegaron al
teléfono del hijo de Carmen Aristegui, menor de edad.
“¿Qué
sigue para este Gobierno si es capaz de llegar hasta el extremo de espiar a un
adolescente? Presidente: ¿no le parece siniestro?”, cuestionó Aristegui, que
fue despedida de la radio por sus reportajes críticos con el Gobierno.
Y
agregó: “Peña Nieto tiene que dar explicaciones”.
Solo
dos de los casi 90 objetivos de espionaje fueron infectados por el programa de
robo de información. Los denunciantes, sin embargo, han hallado un patrón.
“No
es una vigilancia aleatoria, es un hostigamiento sistemático de actores
incómodos para el Gobierno”, aseguró Ana Ruelas, presidenta de Artículo 19, una
organización que vela por la libertad de expresión en el mundo.
La
denuncia realizada esta mañana es la más importante hasta el momento. Se han
documentado 76 intentos que se suman a otros 12 denunciados a finales de mayo
(2017) por investigadores y activistas que fueron espiados.
Los
mensajes no solo fueron recibidos por periodistas. Mario Patrón, director del
Centro Pro de derechos humanos, los identificó en su móvil siempre que su
organización preparaba informes delicados como el de las desapariciones
forzadas de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la matanza del
ejército en Tlatlaya (Estado de México) y la discusión legislativa sobre la ley
general contra la tortura
La
infección con Pegasus no tiene vuelta atrás. “Es prácticamente imposible
deshacerse de él”, dijo este lunes John-Scott Railton, investigador de Citizen
Lab, un laboratorio de la Universidad de Toronto que investiga temas de
tecnologías de la comunicación y seguridad digital.
“El
teléfono se convierte en un espía en tu bolsillo. Tienen accesos a tus
correros, mensajes, aplicaciones, a tu localización y a las cámaras de tus
dispositivos”, mencionó.
Según
los investigadores de Citizen Lab, cada intento
de espionaje tiene un costo que ronda los 77.000 dólares.
El
alto costo de este programa es uno de los indicadores que apuntan al Gobierno
mexicano. Otro es que NSO Group, la empresa que comercializa Pegasus, solo
vende a Gobiernos.
En
México existen evidencias de que (dependencias, subrayado de quien esto teclea)
del Gobierno (de EPN) han hecho negocios con esta compañía.
“Al
menos tres instancias lo han adquirido: la Procuraduría General de la República
(PGR), el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y la Secretaría
de la Defensa Nacional”, informó Luis Fernando García, director de la Red en
defensa de los derechos digitales (R3D).
Las
víctimas de espionaje ya han acudido a la Fiscalía mexicana a denunciar los
hechos. “Dirán que somos ingenuos pedirle al Gobierno mexicano que investigue
al Gobierno mexicano”, dijo Aristegui.
“El
no pasa nada es la marca de la casa, pero hay que sacudirnos la indolencia y la
resignación. Apelemos a los que quieren hacer su trabajo. No todo está perdido
en el Estado mexicano”, hasta ahí parte de la información del diario El País.
Las
víctimas de espionaje a través de sus teléfonos celulares, expusieron el tema y
cuando otros organismos intentaron saber la verdad a través del Instituto
Nacional de Acceso a la Información Pública, ésta le fue negada porque la PGR
había clasificado dicha información “reservada” por muchísimos años
posteriores.
Pero
no contaban que un juez federal, ayer martes 18 de diciembre, declaró
inconstitucional “la reserva” y ordenó al INAI proporcionar la información
sobre el software pegasus, sus anexos técnicos, sus características, el proceso
de adquisición, el nombre de los funcionarios involucrados en su compra y funcionamiento;
para Ripley, ¿no cree usted?//Salud.
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