‣Plantean su desacuerdo ante
anuncio de que los apoyos al campo se harán al margen de las organizaciones.
‣No existe un padrón de
productores que lo haga posible, advierten.
Comunicado
El Frente Auténtico del
Campo entregará al gobierno de Andrés Manuel López Obrador una propuesta de
desarrollo para el campo que reoriente el gasto público en beneficio de los
pequeños y medianos productores, en quienes recaerá la responsabilidad de hacer
realidad la soberanía alimentaria, y le demandará que termine con los circuitos
de corrupción en la entrega de recursos a los campesinos.
Federico Ovalle de la
Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) dijo que desde
el FAC ven con incertidumbre los anuncios que han hecho funcionarios de la
próxima administración y el presidente electo de atender sin intermediarios a
los beneficiarios de los programas sociales y productivos.
Advirtió sobre la
inviabilidad de otorgar los apoyos de manera directa y dejar al margen a las
organizaciones campesinas, ya que no existe un padrón único de productores. “Hemos
hecho una labor importante que parece que ahora se está cuestionando. Nosotros
no recibimos dinero para repartir. Obtenemos los recursos de acuerdo a las
reglas de operación y los instrumentos legales establecidos”, sentenció.
En conferencia de prensa,
las organizaciones que conforman el Frente Auténtico del Campo; CIOAC, CODUC,
UNTA y Movimiento Social por la Tierra anunciaron que realizarán una gran
concentración en el zócalo de la Ciudad de México el próximo 28 de noviembre
con alrededor de 150 mil campesinos de todo el país para fijar su posición con
relación a las demandas del campo.
El profesor Álvaro López,
de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) informó que la marcha
campesina se realizará en el marco del 107 aniversario de la firma del Plan de
Ayala y servirá para hacer una propuesta concreta al próximo gobierno para que
las políticas públicas hacia el campo se instrumenten a partir de consensos y
no de una visión unilateral.
Federico Ovalle, a
pregunta expresa dijo que, al término del sexenio, en el campo se incrementó la
pobreza extrema y que el presidente Peña Nieto “tiene tache” porque no cumplió
su promesa de crecimiento económico superior al 5% ni la de realizar una
profunda reforma a las instituciones del campo. “Se requiere hacer las
modificaciones legales y reorientar el gasto público para que se apoye a los
pequeños y medianos productores que son los que pueden hacer realidad la
soberanía alimentaria y no sólo a los grandes industriales y agroexportadores”,
señaló.
A su vez, Marco Antonio
Ortiz, de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas,
(CODUC) denunció que 90% del presupuesto para el sector rural se destina a
agroempresas como Bimbo, Sukarne, Cargill, mientras las 5.2 millones de
unidades de producción tienen que conformarse con el 10% restante. “Por eso el
FAC ha movilizado de manera permanente a alrededor de 350 mil campesinos, desde
su fundación en 2013 para reclamar el cambio en las políticas públicas para el
campo y denunciar que es, en la operación de los programas rurales en los que
se fortalecen los circuitos de corrupción”, añadió.
En la conferencia,
efectuada en la sede de la CODUC, el dirigente del Movimiento Social por la
Tierra (MST) Francisco Chew pidió que se precise el tema de la intermediación
en la entrega de apoyos a los productores ya que a los campesinos les ha
costado muchos años de lucha hacer valer su derecho constitucional a la
asociación. Advirtió que la pretensión de desconocer a las organizaciones
campesinas puede generar una estructura clientelar y de corporativismo en
beneficio del partido en el poder. Ejemplificó con el caso de Antorcha
Campesina, que en el actual sexenio fue la principal beneficiaria de los apoyos
al sector.
Sobre la firma del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ahora llamado USMCA, los
dirigentes de las cuatro organizaciones que integran el FAC coincidieron en que
se beneficia a las grandes empresas exportadoras y que el gobierno mexicano
“negoció en lo oscurito” y sin consultar a los campesinos que, desde que se
firmó el TLC en 1994, han sido los grandes perdedores.
“El gobierno tiene razón
cuando dice que se incrementaron las exportaciones agropecuarias”, abundó
Federico Ovalle. Lo que no dice es que la cifra incluye cerveza, tequila,
aguacate y jitomate básicamente, mientras crece la importación de trigo (este
año se importaron 17 millones de toneladas), maíz, arroz y carne, precisó.
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