Alberto
González Martínez
* El
gabinete estatal.
En el año 2000, luego que Pablo Salazar Mendiguchía
ganara la elección por amplio margen, seleccionó a mujeres y hombres para
iniciar los trabajos de entrega-recepción del Poder Ejecutivo Estatal.
Dos fueron los equipos de transición en aquel
tiempo: uno, se encargaba de la recepción de los bienes inmuebles, mobiliario,
equipo y documentación de todas y cada una de las áreas de gobierno; el otro,
era el concentrador de toda la información proveniente de las Secretarías y
organismos descentralizados tutelados por el gobierno estatal.
Sin embargo, por razones hasta hoy desconocidas,
Rutilio Escandón Cadenas aún no da señales en este sentido. Se ignora si cuenta
ya con su equipo de transición, si éste ya trabaja silenciosamente o si de
plano todavía no recluta a las mujeres y los hombres que deberán cumplir con
esta tarea.
Como quiera que sea, a un mes de los comicios, la
transición en Chiapas todavía no da color.
Esto desentona, en los hechos, con el Proyecto de
Nación que vigorosamente impulsa Andrés Manuel López Obrador. Porque aquel,
desde mucho antes de que ganara la elección del primer domingo de julio ya
había anunciado los nombres de su gabinete.
Aquí, en cambio, nadie sabe quiénes serán los
chiapanecos que acompañarán a Rutilio Escandón en la próxima aventura sexenal
que, presuntamente, deberá ser completamente diferente a lo que vivimos durante
muchas décadas en este pobre Chiapas nuestro.
Tal diferencia, con respecto a lo que está
ocurriendo en el ámbito político nacional, es preocupante. Porque no se puede
seguir anunciando que será un gobierno diferente si los actores de la nueva
película son los mismos bandidos de siempre.
Parafraseando a mi tocayo, el siempre admirado
Albert Einstein, él sostenía que no se pueden alcanzar resultados diferentes si
se realizan las mismas acciones de siempre. Y aquí cabe perfectamente bien esa
aseveración del científico más grande de todos los tiempos: no podemos soñar
con un Chiapas diferente si los acompañantes de Rutilio Escandón son los mismos
corruptos de siempre.
Tan grave es la omisa actitud de Escandón Cadenas
que hasta algunos de sus más cercanos colaboradores se han dado a la tarea de deslizar,
en las redes sociales, los nombres de un nutrido grupo de célebres corruptos
que ya están tratando de ser incluidos dentro del próximo gobierno estatal.
No se sabe, a ciencia cierta, si por iniciativa
propia están tirando mandobles a los que desean enchufarse en la próxima
administración estatal o si el jefe inmediato les dio la instrucción de
espantar a las moscas que ya revolotean en torno al pastelote sexenal
chiapaneco.
Como quiera que sea, volvemos a comprobar, una vez
más, que ante la falta de información siempre surge la especulación. Y, a
veces, la elucubración.
En las redes sociales ya están inscritos los
nombres de Roberto Albores Gleason, Fernando Castellanos Cal y Mayor, Luis
Armando Melgar Bravo, Ricardo Aguilar Gordillo, Juan Óscar Trinidad, Julián
Nazar Morales, Jorge Antonio Morales Messner, Ismael de León Roblero, Amador
Rodríguez Lozano, José Antonio Aguilar Bodegas, Jesús Alejo Orantes, Adelfo
Alejandro Gómez, Fortino Vázquez, entre otros.
Tres son las posibles explicaciones en torno a esta
alerta que está corriendo en las redes sociales:
1. Que ya los cabildeos estén suficientemente
avanzados y que el gobierno entrante esté tratando de recoger la opinión
pública en torno a este grupo de impresentables que tanto daño le han causado a
nuestro estado.
2. Que las presiones de estos angelitos –para
engancharse en el próximo gobierno estatal– sean muchas y el grupo compacto
haya decidido filtrar la lista en las redes sociales para decirles,
tácitamente, que es tiempo de que le bajen de volumen a sus exigencias o serán
exhibidos de manera más descarnada en los próximos días.
3. Que los que ya se frotan las manitas, pensando
que ocuparán puestos importantes en la administración de Rutilio Escandón,
sientan que los mencionados representan un peligro muy grande para sus
aspiraciones y por eso tratarán de mantenerlos a raya aprovechando el poder de
las redes sociales.
Más allá de lo que esté ocurriendo dentro del grupo
íntimo de Rutilio Escandón, lo único cierto es que Chiapas no está para más
experimentos de este tipo. Más de un millón de chiapanecos votamos justamente
por un cambio verdadero; pero ese cambio verdadero jamás podrá concretarse con
los bandidos de siempre.
Es fácilmente comprensible que, en aras de la
gobernabilidad, Escandón desee incorporar a las diversas fuerzas políticas para
poder ir avanzando en el cumplimiento del mandato que la sociedad chiapaneca le
dio el primer domingo de julio. Lo que no se comprende es que no recurra a
verdaderos ejercicios de inteligencia para reclutar a mujeres y hombres de
capacidad y honradez probadas.
Tampoco se puede estar de acuerdo en que los
colaboradores más cercanos estén filtrando nombres de eventuales funcionarios
de primer nivel, para que sean divulgados en las redes sociales. Lo que deben
hacer estos elegidos es ponerse a trabajar para ir colocando al próximo
gobierno chiapaneco en la misma sintonía en que ya se encuentra López Obrador y
su equipo.
Podrán estar muy ciscados por lo que se avecina,
pero no es ésta la forma más ortodoxa de contribuir con el cambio verdadero que
se nos ofreció hasta el cansancio.
De cualquier manera, el primer aviso está dado.
Muchos miles de chiapanecos ya se empiezan a inconformar ante la probabilidad
de que muchos de los corruptos de siempre aparezcan disfrazados de buenas
gentes portando la camiseta de Morena.
Porque la voz popular no tiene dudas en ese
sentido. Sabe muy bien que el corrupto, aunque se vista de buena gente,
corrupto se queda.
Habría que esperar la reacción de los colaboradores
más cercanos de Rutilio Escandón. Porque si andan difundiendo la lista de
impresentables que no quieren ver en el próximo gobierno es porque algo sabe,
algo vieron o algo escucharon.
Porque cuando el río suena… ¡algo trae!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario